NAIM: Se les iba a quitar el agua a los patos…

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La Última Trinchera

Por Roberto E. Galindo Domínguez

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). Si los perros ladran es… que hay transformación. Y así, la mayoría de los medios de comunicación vociferan contra el resultado de la consulta ciudadana para el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAIM), que con una afluencia de 1 millón 67 mil 859 personas rebasó por mucho las expectativas de participación; y cuyo resultado fue avasallador a favor del Aeropuerto de Santa Lucía con 747 mil votos (69.95%), contra 310 mil 463 (29.1%) de los que se decidieron por continuar con el NAIM Texcoco. Cancelar el NAIM incomoda sobremanera a los grupos económicos que han invertido en el proyecto gran cantidad de recursos particulares y federales (los de nosotros), ya aterrizada en infraestructura y una mucho mayor planeada a futuro, lo que les generaría ganancias multimillonarias; no por el aeropuerto mismo, sino por el desarrollo inmobiliario que tenían proyectado en sus inmediaciones (Aerotrópolis), aun a costa del último reducto natural que se encuentran en el oriente de la zona metropolitana, entre la mancha urbana de la capital del país y la del Estado de México.

Desde sus orígenes, en el sexenio de Vicente Fox, el proyecto del NAIM,  se convirtió en símbolo de conflicto social, a causa de las maneras truculentas y agresivas –coerción, intimidación y ataques físicos– mediante las cuales el  gobierno, a través de diversas instituciones en contumacia con ciertos grupos empresariales se apropiaron de innumerables terrenos. Proyecto que durante el gobierno de Felipe Calderón sólo acentuó el oprobio contra la sociedad local de San Mateo Atenco y Texcoco, y que llegó a su máxima expresión violenta durante la represión, violación sexual e incluso asesinato de opositores bajo el mandato del entonces gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto; quien durante el fracaso de su sexenio a nivel federal sólo definió el rumbo del proyecto hacia la cancelación. De no haber ganado Andrés Manuel López Obrador (AMLO) la pasada elección presidencial, y de no haber obtenido Morena las mayorías en los congresos, hoy seguiría el NAIM su desarrollo y llegaría hasta su consolidación a pesar del gran daño ecológico que representa su edificación en un área de recarga hídrica y que funciona como vaso regulador.

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El resultado de la consulta ciudadana es una señal inequívoca de la reconfiguración del sistema político; un reflejo del cambio de poderes. Seguramente repercutirá en la actual dinámica de injerencia que en las últimas décadas ha permitido a los grupos de poder económico afectar las decisiones gubernamentales. Si los empresarios van a ser resarcidos para no tener pérdidas económicas, entonces su malestar es que no generarán para ellos las ganancias multimillonarias que esperaban; a pesar de su inconformidad deberán cambiar su manera de manejarse en adelante, si quieren seguir participando en licitaciones y proyectos de gran envergadura económica. Mientras tanto también tendrán que digerir la pérdida de otro jugoso negocio; desde 2016 se sabía que no solamente esperaban enriquecerse con los terrenos de Texcoco, si no que ya habían proyectado un enorme desarrollo inmobiliario de lujo en los terrenos del actual Aeropuerto de la Ciudad de México, disfrazado de cultural, deportivo y ecológico, pero desarrollo urbano al fin. Algo que ha hecho patente AMLO tras la consulta.

Cabe resaltar que de acuerdo al Gobierno Federal entrante, se hará frente a las deudas contratadas y demás cuestiones económicas. Y ahí es donde la sociedad, los que elegimos Santa Lucía, los que votamos por AMLO y Morena en julio pasado, debemos apoyar y respaldar, si es necesario en la calle, ante las andanadas mediáticas que buscan el descrédito de la consulta, y el discurso apocalíptico que profetiza la catástrofe económica y social. ¡Vaya país que tenemos si la cancelación de un proyecto de infraestructura lo pone en el camino de la debacle!; consolidada nación bananera: resultado de los pasados 30 años de administraciones neoliberales.

La cancelación del NAIM representa el primer ejercicio de un gobierno elegido democráticamente, aún antes de que tome plena posesión de sus facultades, acto de grandes dimensiones y alcances a futuro, si se considera que lo que se está cancelando es un proyecto gestado durante las tres administraciones federales pasadas. Es el primer gran acto de la transición democrática. Sin lugar a dudas es un mensaje para los poderes económicos y corruptos de que México está en un camino de cambio. Para los que hablan de una fallida cuarta transformación, ahí está el primer paso firme de ésta, y lo mejor es que es un acto de un gobierno respaldado por la mayoría de sus gobernados. Con la consulta ciudadana sobre el aeropuerto pasamos del: se les iba a quitar el agua a los patos a dejarles el lago y darle poder de decisión a la gente a pesar de los empresarios, los políticos corruptos y la mayoría de los medios de comunicación nacionales de mayor alcance.

Tras la consulta ciudadana, la tan mencionada amnistía con las administraciones previas toma otro matiz; si bien el gobierno de AMLO no perseguirá a los políticos corruptos del pasado, incluidos Fox, Calderón, Peña y hasta Carlos Salinas de Gortari, simbólicamente les da en donde más les duele: el enriquecimiento ilícito aterrizado en la “legalidad” de sus gestiones. Con la cancelación del NAIM les está cerrando la llave del flujo monetario mal habido que tanto malestar ha ocasionado a la sociedad y el medio ambiente (algo en lo que esos políticos de la mano de empresarios son expertos). El castigo será proverbial, digno de un Mesías más ciudadano que tropical, cuando perdonar no significa olvidar.

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AVISO: CULCO BCS no se hace responsable de las opiniones de los colaboradores, ésto es responsabilidad de cada autor; confiamos en sus argumentos y el tratamiento de la información, sin embargo, no necesariamente coinciden con los puntos de vista de esta revista digital.

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La Última Trinchera

Roberto E. Galindo Domínguez

Sudcaliforniano por decisión. Escritor. Maestro en Apreciación y Creación Literaria (Casa Lamm) y en Ciencias en Exploración y Geofísica Marina (Instituto de Geofísica-UNAM). Licenciado en Diseño Gráfico (Facultad de Artes Plásticas-UNAM), en Arqueología (ENAH) y en Letras Hispánicas (UAM). Investigó barcos hundidos y restos culturales sumergidos (INAH). Fue profesor en la ENAH y la UnADM. Tiene un libro y ensayos científicos en publicaciones nacionales e internacionales. Escribe en “Contralínea” y “El Organismo”. Ha colaborado en “Gatopardo”, “M Magazine” y otras revistas. Red Voltaire Internacional (París) seleccionó y publicó 29 de sus textos. Doctorante en Investigación y Creación de Novela (Casa Lamm). Miembro del Taller de la Serpiente y Mar Libre.

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