El sicariato. No te va a gustar lo que vas a oír, de Modesto Peralta Delgado

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FOTOS: Cortesía.

El librero

Por Ramón Cuéllar Márquez

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). No soy muy afecto a leer obras de teatro, tal vez apegado a esa idea absurda de que es mejor verlas escenificadas. Luisa Josefina Hernández convirtió algunas de sus piezas en novela y algunas funcionaron, sin embargo, no me animó a leer sus dramas. Cuando una obra teatral te atrapa al leerla, muy posiblemente su puesta tendrá un gran impacto. No es fácil concebir una historia sólida y estructurada que nos sacuda los sentidos, la moral, las emociones y en general los miedos perturbadores que nos provocan los asesinatos generados por el crimen organizado. Tampoco es fácil escribir sobre ello.

Modesto Peralta Delgado (narrador, dramaturgo, periodista; Ciudad Constitución, 1978) nos está entregando un libro lleno de sinsabores, de una humanidad en decadencia, cuyos fragores se notan en las relaciones sociales endebles que no tienen rumbo ni proyecto de vida. Resulta imposible construir desde un mundo así. Se trata de su pieza teatral El sicariato. No te va a gustar lo que vas a oír, una anécdota definida y clara: retratar los acontecimientos violentos surgidos a partir de 2014 en Baja California Sur y recrudecidos en 2017, uno de los años más nocivos en ese aspecto.

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La historia gira en torno a cuatro personajes: Beta, Vivian, Pablo y el Sicario, con vuelcos narrativos que van y vienen en el tiempo, como en flashbacks, en la idea de hacer puentes entre los sucesos cotidianos y la visión del dramaturgo en torno al tema. El resultado es una propuesta que nos coloca como meros espectadores de una realidad que bien puede desarrollarse también en las butacas, como un viceversa que nos demuestra que nadie está exento, que a cualquiera “le puede tocar”. Lo delirante del asunto es que uno de los personajes, Beta, decide hacer justicia por mano propia, o más bien vengarse por el —¿accidental?— asesinato de su interés amoroso, Vivian, y se lanza en una loca carrera para conseguir sus objetivos. En ese afán la acompaña su amigo Pablo, sacadientes profesional, quien la apoya hasta cierto punto, y vemos cómo entra en conflicto su moral y su ética humana.

El sicariato bien puede funcionar como una novela vertiginosa por la manera en que se fusionan las escenas y por las acotaciones que nos delimitan los espacios. Una novela breve o un guión de cine que nos invita y nos guía a recrear las imágenes: fuerte pero delicadamente escrita por alguien con la suficiente sensibilidad para entender y percibir el acoso de la cotidianidad, una obra que le apuesta a la estética de sus personajes y a la denuncia pública de los desgarres de una región que poco a poco entró a la “normalización” de hechos, de tal modo que lo único permitido es sentir miedo y no el uso de la razón para darle salida y cauce a los demonios desatados y manchados de sangre.

El sicariato no pretende moralizarnos, o recalcarnos algo sobre la maldad, sino poner el dedo en la llaga de nuestra naturaleza humana, extraviada en su decadencia y que intenta levantarse a base de esfuerzos solidarios y exigencias de justicia, que no la divisamos desde hace un buen de años, pues está restringida en los palacios jurídicos donde sus aristócratas jueces viven más preocupados por su sueldos que por un equilibrio social y un Estado de Derecho real y efectivo.

Modesto Peralta Delgado logra exponer en El sicariato. No te va a gustar lo que vas a oír, nuestra época, una que nos ha tocado vivir y de la que no tenemos escapatoria —¿su propósito?—, inédita en muchos aspectos, donde no existen los reclamos de justicia en la muerte, sino el sólo trastocar los cuerpos vivos como mercancías cadavéricas. Aun cuando la realidad es repulsiva en los hechos, este libro de Peralta Delgado le devuelve la dignidad a tantísima literatura que le apuesta más al “bísnes” que a una oferta digna que nos haga cuestionarnos y removernos las entrañas con el escozor intelectual consecuente. Una lectura indispensable para comprender una porción de los apuros de un poder que ya no está tan en las sombras.

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AVISO: CULCO BCS no se hace responsable de las opiniones de los colaboradores, esto es responsabilidad de cada autor; confiamos en sus argumentos y el tratamiento de la información, sin embargo, no necesariamente coinciden con los puntos de vista de esta revista digital.

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Ramón Cuéllar Márquez

Nació en La Paz, en 1966. Estudió Lengua y Literaturas Hispánicas en la UNAM. Actualmente se desempeña como locutor, productor y guionista en Radio UABCS, en programas como “En Consulta” y “Libreta Cultural”. Ha publicado los libros de poesía: “La prohibición del santo”, “Los cadáveres siguen allí”, “Observaciones y apuntes para desnudar la materia” y “Los poemas son para jugar”; las novelas “Volverá el silencio”, “Los cuerpos” e “Indagación a los cocodrilos”; de cuentos “Los círculos”; y de ensayos: “De varia estirpe”.

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