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Sociedad Civil de BCS convoca a un Foro Estatal sobre Seguridad Pública

FOTO: Luis Roldán.

Ius et ratio

Por Arturo Rubio Ruiz

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). Una de las principales preocupaciones de los residentes de Baja California Sur, es el problema de la inseguridad. La escalada de violencia y criminalidad ha rebasado la capacidad de contención de las autoridades de los tres órdenes de gobierno. Y la solución a esta problemática parece estar lejos de solucionarse, pues no encontramos en las acciones de gobierno, una estrategia adecuada. Es más, todo indica que no existe una estrategia operativa y funcional que nos lleve a revertir el actuar de la criminalidad en el Estado.

Resulta muy preocupante que la respuesta del Gobierno del Estado a la embestida criminal, haya sido la militarización de las corporaciones policíacas. Independientemente de la inconstitucionalidad, resulta preocupante que fuerzas castrenses —entrenadas y capacitadas para reaccionar con fuerza letal—, se hagan cargo de una labor que impone una constante actuación dentro del marco irrestricto del respeto a los derechos humanos. También resulta complejo el esperar un ejercicio funcional y operativo de proximidad social, con una agrupación fuertemente armada, portando uniforme tipo camuflaje y con el rostro cubierto con pasamontañas. La proximidad social exige empatía, trato personalizado, identidad y convivencia en espacios de cotidianidad, lo que difícilmente ocurrirá con elementos que por disciplina y estructura de poder y mando, no están entrenados y preparados para socializar.

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Entendemos la necesidad de contar con la presencia de las fuerzas armadas, dada la violencia desbordada que se ha generado en la entidad, pero esta presencia debe ser de apoyo, temporal y limitada exclusivamente al tiempo necesario para reestablecer el orden y la tranquilidad, siempre en el campo de la excepción y no permitir que se institucionalice la participación de las fuerzas armadas en labores constitucionalmente reservadas a fuerzas de seguridad pública de carácter civil.

Aunado a la falta de una estrategia, nos preocupa la evidente falta de coordinación entre las corporaciones, y el que se carezca de un diagnóstico realista, de la inseguridad que enfrentamos en el Estado. Es por eso que desde hace dos años, desde la trinchera de la sociedad civil organizada, hemos solicitado tanto al Ejecutivo como al Legislativo del Estado, la realización de un foro estatal sobre el particular, para contar con este diagnóstico a partir de cual se construya una estrategia de combate a la inseguridad.

Ante la falta de respuesta de nuestras autoridades estatales, hemos organizado la realización del Foro Estatal sobre Seguridad Pública y Procuración de Justicia, sin la participación de los órganos del Estado, que en principio resultan responsables de atender tales áreas, y por eso convocamos a todos los sectores de la sociedad civil a ser parte de este ejercicio ciudadano, conjuntando las aportaciones de todos los interesados en mejorar las condiciones de vida de los sudcalifornianos, en materia de seguridad pública y procuración de justicia.

Iniciamos el ejercicio convocando a todos los abogados de Baja California Sur, por ser el puente entre el gobernado y el gobenante, en el ejercicio de autoridad en materia de procuración de justicia. Ya sea como víctima o como imputable, el gobernado recurre a un profesional del derecho para su representación, y en ese ejercicio, los abogados viven el día a día imbuidos en la problemática inherente al tema, y son los sensores naturales de los aciertos e inconveniencias en que incurren quienes se desempeñan oficialmente en el encargo.

El siguiente paso es convocar a toda la ciudadanía para que nos haga llegar su aportación, de la manera más económica, práctica y sencilla que la modernidad nos permite. Contaremos con una plataforma cibernética —en prueba en este momento— mediante la cual, el ciudadano puede accesar a una página en Internet, de manera directa o a través de las redes sociales, y enviar su aportación. Esto nos pone a un clic de cada residente del Estado, nacional o extranjero, empleado particular o servidor público, que desee aportar su granito de arena. Lo podrán hacer de manera anónima si así lo desean, a título personal o en representación de una agrupación. No habrá limitantes para que quien así quiera hacerlo, envíe su aportación.

Para entrar al Facebook del Foro de Seguridad Pública DA CLIC AQUÍ y participa.

Queremos elaborar un diagnóstico de la realidad que se vive en el Estado, y para ello, todos los que vivimos en la entidad tenemos algo qué decir. Y si al señalamiento de la problemática que enfrentamos le añadimos una propuesta de solución, entonces tendremos un aporte más enriquecedor.

Una  vez que contemos con todas las aportaciones, quienes deseen presentar una ponencia, lo podrán hacer, tanto en la página electrónica como en el evento presencial que estamos organizando, para realizarse tentativamente a mediados de diciembre.

Del foro habrán de surgir propuestas y definiciones que permitan elaborar un diagnóstico a partir del cual se generen las estrategias que nuestra problemática estatal requiere, para enfrentar exitosamente el flagelo de la delincuencia que hoy nos agobia.




“No a la retórica estéril”: Obispo de La Paz sobre creciente violencia en BCS

FOTO: Internet.

La Paz, Baja California Sur (BCS). Ante la creciente violencia que se vive en Baja California Sur, y de forma más pronunciada en La Paz y en Los Cabos —que incluyó, la noche de este martes en esta capital, el asesinato del presidente de la Comisión de Derechos Humanos en BCS, Silvestre de La Toba Camacho, y su hijo, Fernando—, el obispo de La Paz, Miguel Ángel Alba Díaz, emitió un breve comunicado.

El sacerdote invita a una misa en la iglesia de San Martín de Porres el próximo jueves a las 19:30 horas; en resumen, declara que le han pedido su opinión respecto a la violencia que azota al Estado, pero sostiene que lo no cambia lo que llegó a decir en 2014 sobre el tema, por que además la sociedad está cansada de discursos.

A continuación, el comunicado de prensa de forma íntegra como se hizo llegar a medios de comunicación:

A todo el pueblo de Dios que peregrina en la Baja California Sur

A todos los hombres y mujeres de Buena Voluntad

Ante la ola de violencia que en los últimos meses se ha recrudecido en nuestro Estado, me han pedido hacer algunas declaraciones a través de un comunicado oficial de parte de la Iglesia Católica. No soy insensible, me lastima todo lo que estamos viviendo, pero también considero que es el momento oportuno para ir a la raíz del problema y no solamente quedarnos mirando o protestando ante lo que vienen siendo las consecuencias.

El 8 de octubre de 2014 ofrecí a través de los medios de comunicación una reflexión sobre lo que se estaba viviendo en ese momento, somos testigos de que lejos de aminorar se han multiplicado los asesinatos, entre los muertos algunos inocentes. Toda vida es importante. Mi pensamiento es el mismo que expresé en aquel comunicado, hoy no tengo nada más que agregar. No a la retórica esteril. Hoy existe una urgencia de aprender a leer los signos de los tiempos, de dejarnos interpelar por Dios. Estamos convencidos de que Dios nos escucha, pero sólo se escucha en el silencio y la correcta interiorización.

Es por eso que en una sociedad cansada de discursos, he optado por no hacer más declaraciones sobre este tema. Pero no me hago a un lado, desde mi papel de pastor en la diócesis convoco a la comunidad este jueves 23 a una misa en el templo de San Martín de Porres, a las 7:30 pm, junto con todos los sacerdotes de la diócesis. Desde la fe nos uniremos para pedir al Señor que se haga presente en medio de su pueblo; es la oración una gran herramienta para crecer en la fe y no perder la esperanza de un mundo mejor para todos.

Con fraternal afecto y mi bendición pastoral:

Miguel Ángel Alba Díaz.




Militares vs “Los violentos”

FOTOS: Luis Roldán.

Ius et ratio

Por Arturo Rubio Ruiz

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). Del faraónico y costoso evento de culto al ego que denominaron “Segundo Informe de Gobierno”, celebrado a puerta cerrada y bajo el riguroso mecanismo de selección por afinidad y subordinación, destaca en lo que realmente interesa al gobernado, el tratamiento melodramático del tema que más angustia al gobernado: la inseguridad.

Para abordar el tema, se eligió un formato telenovelero, parecido a un texto de La Rosa de Guadalupe, en el que se divide el universo fáctico en una cotidianidad en la que el ciudadano es víctima cautiva de la maldad de grupos criminales, a quienes de manera genérica se denomina Los violentos, en automático identificado como los malos, y quienes por más malvados y violentos que sean, al final del melodrama, serán derrotados por los buenos, liga de campeones de la justicia, anónimos y enmascarados, aunque identificables por la impoluta guayabera blanca y las frases lapidarias que usan como grito de combate: “Acabaremos con ellos rapidito”… “No me temblará la mano”… “Sé cómo”… y la que prologa el capítulo final de la épica novela: “Venceremos a los violentos”, que como promesa vaga e imprecisa, epiloga el tráiler del melodrama que en la saga dio vida a la fallida oferta de campaña: “Un mejor futuro”.

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Eso de vencer a los violentos, además de ser una frase populista plagiada del catálogo motivacional del dictador venezolano (“Más temprano que tarde venceremos a los violentos y triunfará la paz y el amor en Venezuela), se finca en un grotesco parangón que homologa a la entidad con una grisácea presentación de Ciudad Gótica, en la que los malos, englobados en el genérico violentos, serán finalmente abatidos –en un incierto futuro— por los buenos, genéricamente englobados en un Grupo de coordinación, donde los héroes visten guayabera blanca, y los peones, los de la talacha, los operadores, los prescindibles, son anónimos, visten uniformes tipo camuflaje, andan encapuchados y pertenecen a la marina armada.

Traducción

Ante su incapacidad táctica, técnica, operativa y funcional, el Gobierno del Estado entrega las tareas de seguridad pública a la Marina Armada. Es una medida drástica, inconstitucional, costosa, pero necesaria.

Problemática

Entregar a las fuerzas armadas las labores de seguridad interna en la entidad, es en principio violatorio del marco constitucional. Que el nivel de violencia alcanzado en la escalada delictiva justifica la presencia de la fuerza militar, sólo resulta admisible en labores de apoyo y como fuerza reactiva; y por ello, la presencia militar en nuestras calles, debe ser TEMPORAL, y reducida exclusivamente al tiempo necesario para contrarrestar la embestida criminal.

Es por ello indispensable que de manera sistemática, desde la sociedad civil organizada, demos seguimiento al plan de acción, cuya temporalidad ya ha sido trazada, y no debe rebasar un plazo improrrogable. De lo contrario, esto es: la estandarización permanente de las fuerzas armadas en labores de seguridad pública generará un marco permanente de inconstitucionalidad, que dará al traste con los procesos penales que llegaran a incoarse, pues los marinos no son agentes de la Policía, y constitucionalmente, las labores policiales están reservadas a corporaciones civiles.

El segundo problema es de orden fáctico. Los militares están entrenados para obedecer y reaccionar, usando para ello fuerza letal. Los conceptos elementales de respeto a los Derechos Humanos y el debido proceso, no aplican en contienda bélica. El Ejército y la Armada son instituciones de reacción, y en la beligerancia no hay escalas: salen a matar o morir por la patria.

¿Es necesario el uso de la fuerza letal contra los grupos criminales que operan en el Estado? Si dado el nivel de violencia que la incapacidad estatal ha permitido que alcancen, sí. Infortunadamente sí es necesario, pero ello —insistimos— sólo debe ser una medida temporal, excepcional, y específicamente dirigida.

¿Puede una fuerza militar realizar eficazmente una labor policial? No. Definitivamente no. El entrenamiento, la capacitación, la metodología, la sistematización de sus acciones, desde la planeación hasta la ejecución, son diametralmente opuestas.

No podemos permitir que se militarice la seguridad pública. Nuestros agentes de policía, de todos los niveles, deben ser civiles, capacitados, bien remunerados, tan disciplinados como los militares, pero con el perfil profesional y metodología táctico-operativa que la Constitución previene para los cuerpos civiles encargados de las labores policiales.




Lecciones que nos da el Museo de la Memoria y la Tolerancia en la CDMX

El Holocausto se muestra a través de diversas salas que parecen ser una auténtica ‘Casa de los Horrores’, donde las personas eran tratados como subhumanos que debían desaparecer de la faz de la tierra. FOTOS: Modesto Peralta Delgado (excepto las que se indican).

Por Modesto Peralta Delgado

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). Desde una enorme tristeza hasta una profunda vergüenza, es parte de la experiencia que puede vivir quien visite el Museo de la Memoria y la Tolerancia (MYT) en la Ciudad de México, donde a través de un recorrido se conoce a detalle sobre el Holocausto y otros genocidios ocurridos en diferentes partes del planeta, desde el siglo XX hasta la actualidad. Vergüenza y tristeza ver —saber, recordar— la crueldad ilimitada de la que el ser humano es capaz contra algún grupo de otros seres humanos a los que se consideran diferentes o inferiores, y a los que desea aniquilar.

CULCO BCS tuvo la oportunidad de dar una visita al MYT en octubre pasado. ¿Hay algo qué aprender y/o que refleja la realidad de México, y en particular, de Baja California Sur? Creemos que sí, pues aunque en este recinto el tema principal es el genocidio, también abarca los crímenes de lesa humanidad y la discriminación. Con la experiencia de haber ido, y la guía que se ofreció en su momento durante el recorrido, no sólo recomendamos visitar este museo en tu próxima estancia en la Ciudad de México, además, también queremos sensibilizar —tal es el objetivo final del Museo de la Tolerancia— sobre la discriminación y los asesinatos que ocurren en BCS.

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Partiremos de un hecho aclarado por el guía: en México no han ocurrido genocidios, es decir, crímenes masivos, con la clara intención de extermino, a un grupo humano por considerarlos inferiores. Sin embargo, en el país —y en BCS— sigue existiendo la discriminación, y han habido y existen, crímenes de lesa humanidad: no son motivados por razones de raza o religión, pero llegan a ser numerosos e imparables, crueles e incluso sistemáticos, además, muchos casos gozan de impunidad. En el caso de Baja California Sur, sí pueden considerarse crímenes de lesa humanidad las casi 900 ejecuciones que se calculan desde 2014 al cierre de este año, producto de una guerra entre bandas del crimen organizado; sin contar con un alto índice de feminicios.

Holocausto, ¿nunca más?

El Museo de la Tolerancia dedica más del 50% de su recorrido habitual a tratar el tema de el Holocausto, desde que Adolfo Hitler llega al poder, hasta la liberación de los judíos en los campos de concentración, tras el fin de la Segunda Guerra Mundial; una sección que resulta particularmente macabra es la que se centra en el genocidio de 1939 a 1945, en la fueron exterminados más de 6 millones de judíos y otras personas, incluso alemanas, pero que eran consideradas inferiores, como homosexuales, discapacitados, intelectuales en contra del régimen, y al final, prácticamente los que los nazis quisieran. Según se nos explicó, los nazis se esforzaron auténticamente en concluir este exterminio, ganaran o no la guerra.

Vagón en que eran trasladados los judíos a los campos de concentración; los visitantes pueden entrar y comprobar las condiciones tortuosas en que eran tratados desde el traslado. FOTO: MYT.

Maqueta de los campos de concentración y exterminio. FOTO: MYT.

Una de las primeras lecciones que nos deja el Holocausto es que los medios de comunicación fungieron como un vehículo ideologizante para estar de acuerdo en aniquilar a los judíos de la Alemania Nazi; a quienes trabajamos en los medios, nos conmina a pensar en la gran responsabilidad que esto implica — aunque en el lado opuesto, en todo México, incluido BCS— existe una atención cada vez mayor en los asesinatos de periodistas en estos violentos tiempos del poder del narcotráfico. Y los medios, no fueron ‘sólo los medios’: la campaña de que los alemanes eran una raza superior se inculcó desde las escuelas hasta el interior de las propias familias.

Impresiona saber o recordar que el deseo de exterminar a los judíos y otros ‘seres inferiores’ fue completamente legal: ni más ni menos, era el Estado el encargado de llevarlo a cabo, sin una sola objeción; también impactan los datos respecto a los estudios que se hicieron para comprobar la ‘superioridad’ racial, y el otro estudio de profesionales para determinar cómo matar más rápido y barato al mundo de gente que se propusieron desaparecer; por supuesto, no menos horrorizante ir descubriendo los métodos de tortura y la deshumanización de las víctimas que fueron aniquilados.

Con el objetivo de no repetir nunca más esta historia se creó Naciones Unidas. ¿Creeríamos que no han vuelto a ocurrir genocidios? Las siguientes salas del MYT se dedican a responderlo, y la respuesta es no. Sólo poner un par de ejemplos, el ocurrido en Ruanda en 1994, y el ocurrido en Bosnia (Ex Yugoslavia) al año siguiente. La intención de desaparecer y masacrar —no importa que fuera con palos y clavos—, ha seguido en el planeta, con una tibia intervención de la ONU. Actualmente, también se ha calificado así el que ocurre en Siria, donde han habido miles de muertos y miles más de desplazados. Parece que no importa la región del mundo, ni una modernidad que goza de cada vez más información: cuando se planta la idea de que el Otro merece morir por ser diferente o inferior, el odio mueve fácil y agresivamente a unos contra otros.

México herido; BCS también sangra

Como se comentó líneas arriba, en México no se ha consumado un genocidio, pero sí ha sido lastimado por crímenes que, desgraciadamente, alcanzan a todo el país y aumentan en la total impunidad, desde asesinatos por homofobia hasta los numerosos feminicidios o desapariciones forzosas. Baja California Sur no escapa a este tipo de tragedias, por ejemplo, este año se dieron a conocer presuntos crímenes por homofobia en Loreto, asunto que no ha sido totalmente aclarado y que llevaría al menos cuatro víctimas; en este sentido también, hasta la fecha, en el Congreso del Estado ha seguido ‘congelándose’ la propuesta de que personas del mismo sexo puedan acceder al matrimonio.

La comunidad LGBT ha sufrido la homofobia en México y también en Baja California Sur. El MYT recientemente inauguró una sala con esculturas que representan éste y otros tipos de rechazos sociales.

A esto hay que sumar que en los últimos tres años, los asesinatos derivados de una guerra entre presuntos narcotraficantes —oficialmente llamados “crímenes de alto impacto”— ha sobrepasado al 10% de su población —de aproximadamente 800 mil habitantes, estimándose más de 800 muertes de este tipo; en este sentido, hay que anotar que en los últimos meses aumentaron las muertes de presuntas víctimas colaterales y niños.

Las ejecuciones entre presuntos narcos y contra víctimas colaterales en La Paz y Los Cabos, ¿debieran considerarse crímenes de lesa humanidad? Sí. Según la definición de la Corte Penal Internacional que clasifica así a diferentes tipos de actos inhumanos graves cuando reúnan dos requisitos: “la comisión como parte de un ataque generalizado o sistemático contra una población civil, y con conocimiento de dicho ataque”. Los actos considerados “inhumanos” y que han ocurrido en BCS son: asesinato, tortura y desaparición forzada de personas —aquí llamados “ejecuciones” y “levantones”. Para leer ampliamente el concepto DAR CLIC AQUÍ.

No olvidar

Otra lección importante que nos deja el Museo de la Tolerancia es que una forma de hacer justicia frente a la masacre es recordarlos, saber que las víctimas tenían rostro, nombre, historial personal —de ahí que el nombre del museo sea también ‘Memoria’—; y otra forma de que la población que ha quedado lastimada por estos crímenes no resienta la injusticia —si bien, los asesinos a veces no lo pagan directamente antes las leyes—es el mero reconocimiento. Así, tenemos que en el caso de BCS, la respuesta del Gobierno del Estado se ha centrado en decir que la presente violencia “es en todo el país” y que es “una guerra entre ellos”, lo que podría estar produciendo una sociedad herida no sólo por la incompetencia sino por la indolencia. Negar o minimizar el daño —también nos lo enseña la historia— puede hacer que el rencor alcance las generaciones siguientes, de ahí su importancia.

Por último, sin sentir que se ‘cuenta’ el recorrido completo en el MYT, se menciona de paso que tras recordar estas tragedias, el ánimo de los visitantes puede ser deprimente. Para ir terminando, el recinto muestra el lado grandioso de México en sus figuras que lo han puesto en alto en la ciencia y la cultura, y en sus múltiples recursos, además de invitarte a no ser un elemento indiferente o pasivo, sino sumarte a asociaciones que promueven los Derechos Humanos. ¿Sabes qué significa la obra plástica que te encuentras al final del recorrido, todas esas pequeñas gotas de cristales? Ya no te lo decimos para que vayas, pero es muy seguro que te conmuevas.

El MYT cuenta con obras plásticas de artistas de renombre internacional.

Contacto

El Museo de la Memoria y Tolerancia se ubica a un par de cuadras del Palacio de Bellas Artes, en la Ciudad de México, en la Plaza Juárez del Centro Histórico. Estos son los precios: recorrido guiado: 95 pesos público en general; y 80 estudiantes, profesores y adultos mayores. Recorrido libre: 75 pesos público en general; y 60 estudiantes, profesores y adultos mayores. Teléfono: (55) 5130 5555. ¿Quieres más información? Accede a su página web AQUÍ para conocer más detalles.

Finalmente, para instituciones de Baja California Sur, existe un programa del museo de forma itinerante, lo que no sería una mala idea traerlo para los sudcalifornianos en los próximos meses.




Legalizar las drogas, “ese es el camino”: Héctor de Mauleón

FOTO: Luis Roldán.

Por Modesto Peralta Delgado

La Paz, Baja California Sur (BCS). En 2009, cuando se enfrentó a la justicia a El Pozolero y se descubrió en las afueras de Tijuana un rancho en donde se disolvió en ácido —literalmente— a cientos víctimas de las que sólo quedaban las uñas, por lo que en el terreno había “un sembradero de uñas y dientes”, “parecía el colmo del horror, que habíamos llegado a lo inimaginable”, expresó el periodista Héctor de Mauleón en su conferencia Periodismo en tiempos de violencia, el pasado jueves 26 de octubre en La Paz, durante su participación en las Lunas de Octubre realizado por el Instituto Sudcaliforniano de Cultura.

Durante la plática, de aproximadamente una hora, ante un nutrido público que soportó el calor en el Centro Cultural La Paz, el columnista de El Universal habló del peligro que representa ejercer el periodismo en estos tiempos del combate al narcotráfico, desde el sexenio de Felipe Calderón, y que hasta la fecha, sumaría más de 200 mil víctimas —”200 mil historias atroces, de horror”. Dejo entrever que México aún no tocado el suficiente fondo del sufrimiento y ese ‘pozo’ puede seguir llenándose —”el fondo no llega hasta que uno no quiera”—, al recordar el caso de El Pozolero, el llamado Niño Sicario o el más reciente, el de las víctimas desolladas en Nayarit.

Al final de su charla, Héctor de Mauleón dejó sembrada la inquietud de que, tras once años, si no podríamos pensar que la guerra contra el crimen organizado fracasó y si no sería tiempo de poner sobre la mesa la discusión de legalizar las drogas. “Todo es peor, todo es más violento, todo es más sangriento; no hay avances, la droga sigue pasando, la muertes sigue ocurriendo, las lista de objetivos que tenía el Gobierno Federal (…) abatidos o presos, ¡y esto no termina! También la siguiente discusión socialmente responsable, sería ¿es ese el camino o esta probado que no es el camino? ¿No ha llegado la hora de ponernos a discutir la legalización del algunas sustancias? Da clic AQUÍ para el ver el video de la conferencia completa.

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Luego de la conferencia, CULCO BCS tuvo una breve entrevista con el periodista de la Ciudad de México, quien en 2016 ganó el Premio Nacional de Comunicación José Pagés Llergo por su trabajo sobre las bandas delictivas que operan en la colonia Condesa, en la CDMX. Sólo fueron dos temas. El primero: ¿cual es la visión desde el centro del país sobre la violencia en Baja California Sur? ¿Se sabe de ella o se sigue creyendo que es un paraíso?

“Yo creo que está muy claro que la violencia se ha disparado en los últimos años —dijo—, que la detención de El Chapo provocó una crisis en esta zona y que al mismo tiempo la incursión o el crecimiento desmedido que ha tenido en el sexenio actual el Cártel Jalisco Nueva Generación terminó golpeando la antigua calma, digamos, paradisíaca, de Baja California Sur. Se volvió un territorio de pugna entre los sucesores de El Chapo y este grupo que ha ido creciendo, que estaba formado por ser un brazo armado de otros capos y terminó apoderándose de 20 estados del país con operaciones internacionales y que es considerado, incluso, ya uno de los cárteles más poderosos del mundo”.

Héctor de Mauleón en la conferencia, fue presentado por Juan Cuauhtémoc Murillo. FOTO: Modesto Peralta Delgado.

“Por otro lado —continuó—, se le dio la debida atención al caso de Max Rodríguez que ilustra, por otro lado, ya en detalle, el nivel de violencia que se vive en el Estado”. Invitado a participar también en el segundo día de las Lunas de Octubre: el viernes 27, el lunes siguiente publicó el El Universal el texto Correrá sangre en Baja Sur, donde da a conocer su impresión de lo que ha generado la violencia en La Paz, recorriendo el malecón.

Legalizar las drogas

El segundo tema, fue preguntarle directamente, si él creía que una posible solución para aminorar el complejo problema de la inseguridad en el país era legalizar las drogas. Él contestó “creo que es el momento ya, tenemos que avanzar hacia eso. Eso le quitaría una fuente grandísima, altísima de ingresos a los grupos del crimen organizado y sobretodo sacaría a los jóvenes de los callejones en donde están en contacto con los criminales para que los que quisieran adquirir lo que quisieran pues vayan a una farmacia o a una tienda, no tengan que estar en contacto con delincuentes que luego terminan reclutándolos, etcétera; y sobre todo plantear ya el asunto de que no podemos seguir siendo los policías de Estados Unidos. No podemos seguir poniendo los muertos, mientras ellos están en la fiesta y nos devuelven las armas (…) Yo creo que ese es el camino.

Urgen protocolos

Regresando a su conferencia Periodismo en tiempos de violencia, centrado en este oficio en medio de esta crisis de inseguridad en todo el país —que él denomina “loa años de horror, la historia negra del periodismo en México”—, habló de varios casos concretos —censura, chantaje, muertes y desapariciones de comunicadores— y de la necesidad de un protocolo de seguridad para reporteros.

Más de un centenar de periodistas han sido asesinados en lo que va del siglo —explicó De Mauleón—, y se han cerrado medios, por lo que además de todo, “una tragedia nacional que no hemos percibido, son las zonas silenciadas de México“. Contó historias de comunicadores que fueron, tanto literal como figurativamente, amordazados por los criminales, y que no existen autoridades confiables para sentirse protegidos. “La herida psicológica no la conocemos en esta generación”, dijo, y reiteró que “somos uno de los países más peligrosos del mundo para ejercer el periodismo”.

Ante la situación, urgió a que exista un centro nacional de protección a periodistas, “pero autónomo, ciudadano”; que haya talleres permanentes de capacitación y protocolos, para saber qué hacer en caso de amenazas; “no venderse, no pedir dinero, eso hace que no tengas compromisos”, aunque también habló de los sueldos “miserables” de los reporteros que hacen que unos acudan al llamado ‘chayote’. “Nuestra conclusión: vamos por un protocolo, vamos a cuidarnos entre los periodistas.”