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Fomentan higiene bucal en escuelas de nivel básico

FOTO: Secretaria de Salud de BCS

La Paz, Baja California Sur (BCS). A través del programa de Salud Bucal, la secretaría estatal del ramo, dio a conocer mediante un boletín de prensa que, inició una serie de visitas a centros educativos de la cabecera municipal de Mulegé para promover entre las niñas y niños, hábitos de higiene bucal, cruciales para evitar la incidencia de enfermedades como son caries o gingivitis.

Estas dinámicas formativas que se desarrollan en estricto apego a protocolos para la prevención de Covid-19, forman parte de los esfuerzos que suma el sector salud con las comunidades escolares para fomentar la cultura del autocuidado entre las nuevas generaciones, a fin de que tomen decisiones favorables para su bienestar. En ellos, se enfatiza la importancia de conocer la técnica adecuada del cepillado dental y de aplicarla tres veces al día, para eliminar residuos alimenticios y reducir la presencia de bacterias patógenas que propician enfermedades en dientes o encías.

En el diálogo con los grupos estudiantiles se resaltó la importancia de moderar la ingesta de productos ultraprocesados, ya sean comestibles o bebibles, que por sus altas concentraciones de azúcar contribuyen a la presencia de caries que pueden derivar en la pérdida de piezas dentales.

Para finalizar el boletín de prensa se menciona que, se sugirió utilizar pastas con flúor para proteger el esmalte dental y evitar la práctica de preservar los cepillos en un mismo vaso dentro del hogar, ya que favorece el intercambio de patógenos. Se resaltó la necesidad de que las familias acudan a chequeos médicos periódicos en sus unidades de salud pública que permitan identificar y tratar factores de riesgo de enfermedades




Continúa pruebas COVID en centros urbanos de salud de Los Cabos

FOTO: Secretaria de Salud del Estado de Baja California Sur

La Paz, Baja California Sur (BCS). La Secretaria de Salud del Estado de Baja California Sur, mediante un comunicado de prensa anunció que, los centros de salud urbanos de San José del Cabo y de Cabo San Lucas se mantienen como puntos de muestreo por Covid-19, como parte de la estrategia que lleva a cabo la secretaría para lograr una detección oportuna de casos positivos, que permite cortar cadenas de transmisión del virus.

En estas dos unidades médicas estatales, se efectúan los tamizajes de ocho de la mañana a 12:30 de la tarde y se preserva la realización de pruebas diagnósticas a personas que presentan sintomatología asociada y que registran factores de riesgo, como es el caso de las mujeres embarazadas, personas mayores de 60 años, gente sin esquema de vacunación, ciudadanos que desempeñan actividades esenciales como es el personal de salud, de seguridad pública o protección civil. Además, personas que fueron agendadas tras llamar al centro de atención telefónica por Covid-19, aunque también se atienden a pacientes que acuden de manera espontánea.

En este sentido, el comunicado menciona que, se refrenda la recomendación de que las personas que muestren datos respiratorios se resguarden domiciliariamente, se comuniquen al (800-227-2684) para ser valorados, reposen en casa por siete días, refuercen el uso del cubrebocas al interior de la vivienda para no generar contagios y tomar abundantes líquidos y reiteró el llamado a la población para seguir aplicando con responsabilidad las medidas preventivas.

Para finalizar el comunicado, de manera adicional se menciona que, se efectúan jornadas de muestreo en comunidades rurales del municipio, para mantener un elevado muestreo, como ocurrió el pasado 22 y 23 de febrero en los centros de salud de Miraflores y Santiago.




Invitan a fortalecer la donación altruista de sangre

FOTO: Internet

La Paz, Baja California Sur (BCS). Con apego a protocolos sanitarios para reducir riesgos de transmisión por la COVID-19, el Centro Estatal de Transfusión Sanguínea (CETS) de la Secretaría de Salud, por medio de un comunicado, da a conocer que, se ha mantenido un funcionamiento continuo a lo largo de la pandemia para garantizar la prestación de sus servicios, que son considerados esenciales por relacionarse con la atención de emergencias médicas.

Esta unidad de salud que labora todos los días de la semana con horarios diferenciados, con la aplicación de un filtro sanitario, así como, con un ingreso regulado de personas a las instalaciones para preservar la sana distancia, lleva a cabo sus procedimientos con apego a la Norma Oficial Mexicana NOM-253-SSA1-2012 para la disposición de sangre humana y sus componentes con fines terapéuticos.

A las personas que acuden con la voluntad de donar sangre de manera altruista se les realiza en primera instancia un tamizaje de cuestionario para corroborar que sean aptos para donar sangre y en caso de no identificar factores de riesgo se procede a la toma de muestra de sangre, que es analizada por laboratorio para descartar problemas sanguíneos y otras causas que impidan la donación.

Las personas cuyos resultados son favorables pasan al área de sangría, donde se les extrae aproximadamente 450 mililitros de sangre en una bolsa estéril recolectora y al concluir esto permanecen en reposo durante un lapso de 10 minutos. El material sanguíneo luego es sometido a estudios de compatibilidades y de serologías, estos últimos para descartar la presencia de enfermedades, así como a procedimientos para fraccionar los componentes sanguíneos de acuerdo a la necesidad terapéutica.

Aunque el CETS registró en 2020 un descenso en el número de personas donadoras, en 2021 tuvo una productividad similar a la de la fase pre pandémica, con una atención de alrededor de 400 donadores efectivos al mes, no obstante, la mayoría de las donaciones son por reposición, más que de manera voluntaria. Cabe resaltar que, de acuerdo con el lineamiento técnico para la selección y diferimiento de donantes en México, las personas confirmadas con COVID pueden acudir a donar sangre 30 días después de recuperación completa y de por concluido su procedimiento terapéutico, finalizó el comunicado.




Los Cabos, La Paz y Loreto siguen en semáforo verde; Comondú y Mulegé en amarillo

FOTO: Gobierno del Estado,

La Paz, Baja California Sur (BCS). Con el voto unánime del Comité Estatal para la Seguridad en Salud, Los Cabos, La Paz y Loreto continuarán una semana más en el nivel uno (color verde o nueva normalidad) de alerta sanitaria por COVID-19, en tanto que Comondú y Mulegé seguirán en nivel dos (color amarillo), con la finalidad de que refuercen medidas preventivas y logren mejorar sus indicadores epidemiológicos.

En el caso de los primeros tres municipios, se mantendrán en la nueva normalidad al registrar una reducción en la velocidad de transmisión del virus, una reducción de su incidencia de casos activos y la estabilidad de su ocupación hospitalaria por síndrome COVID que es de 15 pacientes, indicó el Secretario General de Gobierno, Homero Davis Castro al encabezar, con la representación del gobernador Víctor Castro Cosío.

Durante esta actividad desarrollada con la presencia de la alcaldesa de La Paz, Milena Quiroga Romero y de la secretaria de Salud, Zazil Flores Aldape, Davis Castro señaló que la suma de esfuerzos ciudadanos en las estrategias preventivas de salud es determinante para que Baja California Sur enfrente a la contingencia sanitaria por Covid-19 en mejores condiciones.

Con la adecuación de medidas sanitarias que recientemente se implementaron, en especial con la regulación de aforos y horarios de venta en establecimientos comerciales y de servicios se ha logrado una mejora de indicadores epidemiológicos, que también es resultado de la voluntad sumada por amplios sectores de la sociedad para prevenir contagios mediante la utilización correcta del cubrebocas en espacios cerrados y de uso común, el lavado frecuente de manos, así como guardar la sana distancia, comentó el Secretario de Gobierno.

Las sudcalifornianas y sudcalifornianos debemos recordar que la contingencia sanitaria continúa vigente y que por tanto debemos seguir implementando con toda responsabilidad las medidas sanitarias para cuidar la salud propia y de los seres queridos, dijo Davis Castro al puntualizar su convocatoria a la población para que acuda a vacunarse y complementar sus esquemas de inmunización contra COVID conforme las convocatorias que emite la delegación estatal de la Secretaría de Bienestar en redes sociales.




Del último fracaso panista al temor a Dios por el virus más perrucho

FOTO: Archivo

La Última Trinchera

Por Roberto E. Galindo Domínguez

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). El último gran fracaso del gobernador Carlos Mendoza Davis en Baja California Sur —después de perder la entidad a manos de la oposición obradorista—, es la exacerbación de la crisis sanitaria del coronavirus, que se da tras el proceso electoral pasado, pero no sólo fueron las campañas políticas, de todos los partidos, y la elección misma los detonantes de la tercera ola de la Covid-19 que afecta a la entidad. El desastre sanitario es, en gran medida, el resultado del comportamiento del sudcaliforniano promedio, además de otros factores, como el turista irresponsable y el valor del dinero por encima de la salud.

Desde que la pandemia alcanzó a BCS, y se registraron los primeros casos de contagios, así como muertes en marzo de 2020, el gobierno de Mendoza Davis tomó distancia del Gobierno Federal y de los lineamientos de la Secretaría de Salud, al grado de desechar el semáforo COVID de cuatro colores y sustituirlo por uno de seis niveles, con dos naranjas y dos amarillos, además del verde y del rojo, en el que las restricciones a las actividades económicas y de esparcimiento son menos estrictas. Entonces, pocos fuimos los detractores de tal decisión, pues era evidente que dicho semáforo tenía el propósito de privilegiar al turismo y la actividad comercial por encima de la salud de las personas, ya que dicha actividad es, en la media península sureña, la principal fuente económica. Sin embargo, hoy queda claro que privilegiar al turismo de la manera en que el Gobierno Estatal y los empresarios lo han hecho ha derivado en una afectación mayor: el detrimento de la salud de los sudcalifornianos y la muerte de varias centenas de estos.

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Tras la primer ola COVID-19 que azotó al país, el Gobierno Estatal desoyó en varias ocasiones los llamados federales a ubicar a la entidad en el semáforo naranja; y mantuvo al Estado en los dos tonos amarillos la mayor parte del tiempo. El año pasado, cuando la Secretaría de Salud ubicaba a Sudcalifornia en naranja desde octubre, el Gobierno del Estado esperó hasta finales de diciembre para decretar el color naranja más permisivo, y así se mantuvo hasta mediados de enero, cuando la elevó al siguiente nivel naranja, lo que derivó en que febrero sea hasta ahora el mes más letal por coronavirus en BCS. Con la retirada del invierno y el descenso de contagios y de muertes, se volvió a decretar el nivel amarillo en marzo. Vinieron las campañas políticas, las vacaciones de Semana Santa y el Día de las Madres, la gente se relajó en los cuidados elementales, principalmente, en la sana distancia. Entonces los contagios se incrementaron y la federación nos ubicó otra vez en naranja, pero el Gobierno Estatal esperó hasta que la situación se salió de control en Los Cabos para subirnos a las tonalidades naranjas.

A la par de las aglomeraciones por los eventos electorales, en los que se pudo ver a militantes y simpatizantes con cubrebocas y sin éste —incluidos algunos candidatos tomados de las manos o abrazados para la foto—, en el espacio público la gente comenzó a dejar de lado las restricciones y fue cada vez más claro el acercamiento entre las personas, inclusive sin usar cubrebocas. Durante este tiempo se incrementó la aplicación de las vacunas, se inoculó a los mayores de sesenta años con dos dosis, así como a parte del sector de cuarenta y cincuenta años de edad; y aunque la aplicación de ellas protegió al sector más vulnerable ante la enfermedad, parece haber tenido un efecto de generación de falsa seguridad entre toda la población, pues se hizo más evidente la desatención de las normas de distanciamiento social, de higiene en los establecimientos comerciales y del uso del cubrebocas.

El municipio más relajado en todos los sentidos ha sido Los Cabos, por ello es lógico que ahí se iniciara la exacerbación de la crisis. La mayoría de los turistas que llegan a la entidad lo hacen por vía aérea en el municipio cabeño, de entre estos visitantes son muchos los renuentes a mantener las normas de distanciamiento y menos a usar el cubrebocas; se aglomeran en restaurantes y bares, muchos de estos establecimientos no siguen los protocolos de seguridad sanitaria, pero dinero es dinero y el turista lo trae al Estado. Así como entraron los turistas, sin restricción sanitaria alguna, lo hicieron las nuevas variantes más agresivas de la COVID-19, mismas que ya están afectando a la población local. En este sentido es plausible creer que ya están vacunados, al menos la mayoría, pues entre los enfermos leves y los graves son pocos los casos de extranjeros, lo que no los exime de ser portadores y transmisores del virus.

En la BCS y en México, hay un gran sector social que aún no está vacunado y en este tenemos a los más jóvenes. Los hospitales de Los Cabos y de La Paz están siendo saturados por pacientes que en su mayoría tienen una edad entre los 30 y los 49 años, los que están en sus treintas todavía no han sido vacunados y los que están en sus cuarentas apenas tienen una dosis de la vacuna. Además, aún hoy se está completando el esquema de vacunación de los mayores de 50 años y de este grupo también hay un considerable número de personas que están ingresando a los nosocomios como pacientes COVID.

La estrategia de contención del Gobierno Estatal panista contra el coronavirus, basada en más pruebas de detección que en el resto del país, para localizar a los contagiados y aislarlos para evitar la propagación del mortífero virus, sólo fue en parte efectiva en la primera oleada de contagios, cuando la gente estuvo resguardada y acató las normas de distanciamiento, con esto el Comité de Salud Estatal, que el Gobernador presumió como verdaderamente, científico, ha quedado evidenciado en su incompetencia; pero que se puede esperar de un grupo de científicos liderados por Víctor George Flores, un secretario de Salud que aduce que la tercera ola de la COVID-19 es causada por “la falta de temor a Dios de los jóvenes” y por que las variantes del virus que han llegado a Sudcalifornia son, y cito textual: “las más perruchas”.

Si a un Gobernador presuntuoso y soberbio, agregamos un Secretario de Salud risible y una población, en su mayoría, inconsciente de la gravedad de la pandemia, que cansada de más de un año de crisis sanitaria hoy se vuelca a las calles para divertirse, satura antros junto a extranjeros tarambanos y pasea como si de cualquier tarde veraniega se tratara, pues tenemos el escenario perfecto para que un virus cada vez más letal lleve a BCS al colapso sanitario y económico. Estamos en alerta máxima, pues ya se han rebasado las cifras de más contagiados y de casos activos de agosto del año pasado durante la primera ola de contagios y de enero de este año cuando nos avasalló la segunda ola. De continuar el agravamiento de la crisis será inevitable el confinamiento del color rojo, aunque ese sea el color del más rotundo fracaso panista en el Estado. Sin embargo, puede ser que a pesar de todos nuestros muertos el Gobernador prefiera un naranja más turístico.

Polilla política: El Gobernador presume que somos la entidad con menos letalidad por la COVID-19, pero no dice que estamos entre los diez estados con más muertos por cada cien mil habitantes.

Los gráficos fueron hechos por Luis Eduardo Chávez Gamboa con datos oficiales de la Secretaría de Salud Estatal.

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