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¿Cómo saber si estoy viviendo con el enemigo? parejas narcisistas

 

Sexo + Psique

Andrea Elizabeth Martínez Murillo

 

La Paz, Baja California Sur (BCS).  En el artículo anterior se abordó la personalidad narcisista desde su generalidad, pero ¿Cómo se ve el narcisismo cuando lo vivimos en una relación de pareja? ¿Cuál es el precio que tengo que pagar por mantener una relación así?

En el artículo anterior revisábamos que el narcisismo se define como una admiración excesiva y exagerada que siente una persona por sí misma, por su aspecto físico o por sus dotes o cualidades. Éste existe como rasgo de la personalidad o como un trastorno de la personalidad, aquí sus diferencias: las personas que han desarrollado una personalidad con rasgos narcisistas no necesariamente tienen el trastorno de personalidad. Los rasgos de personalidad, representan patrones de pensamiento, percepción, reacción y relación que se manifiestan relativamente estables a lo largo del tiempo, mientras que, en el trastorno de la personalidad, estos rasgos son tan prominentes, rígidos e inadaptados que deterioran el funcionamiento personal, social o laboral1. Por ello, además de conocer las generalidades de la personalidad o el trastorno narcisista, es importante profundizar en el cómo actúan y cuáles son las formas de manipulación que utilizan, donde encontramos las siguientes:

Idealización

Durante los primeros encuentros o meses de la relación, se mimetiza contigo, es decir, copia o espejea tus gustos o personalidad, esto con la finalidad de parecer la pareja perfecta, con quienes hacemos match de inmediato. Esto causa que la víctima se enamore rápidamente lo que permite que la persona narcisista esté segura de no sufrir rechazo o vergüenza.

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Devaluación

No importa que tanto amor o amabilidad le ofrezcas, nunca es suficiente para llenar su vacío, el cual, por lo general intentan llenar con cosas superfluas o con acciones externas como la atención, simpatía y el control. Sin embargo, el vacío que sienten es completamente interno, por lo cual no será llenado jamás con alguien o algo. Resultado de esto y al no poder aceptar o ver sus propios fallos, culpan a los demás, a las situaciones o su contexto de este vacío.

Es aquí cuando comienzan los reclamos, debido a que no lograste llenar ese vacío —el cuan no es tu responsabilidad llenar—, comienzan a atacarte, compararte y minimizarte. Desde la perspectiva de un espectador, esto parece ridículamente transparente e incluso infantil. Puedes pensar para ti mismo: Esto parece tan tonto. ¿Por qué no pueden simplemente admitir que estaban equivocados?. Pero admitir la culpa sería sentir vergüenza, y en su distorsión, su mente realiza una gimnasia extrema para evitarlo.

Rechazo

El rechazo es una sensación inaceptable para ellos, por lo que al percibirlo cercano comienzan a atacarte, su finalidad puede ser hacerte quedar como un villano, librándose así de toda responsabilidad, son capaces de hacer acusaciones falsas y realizar campañas de desprestigio. En cuanto no pueden manipularte a ti, manipularán lo que los demás piensen de ti. Jugar a la víctima. Cuando te animas a expresar una molestia, dolor o insatisfacción causado por tu pareja, cambian el discurso para ser él o ella quienes terminan sintiéndose dolidos contigo. Así, en vez de resolver una situación tuya, inventan o traen del pasado alguna problemática, y al final, eres tú quien termina disculpándose. Minimizan tus sentimientos. Cuando lastiman tus sentimientos, en vez de ofrecer una disculpa se reirán o minimizarán tu dolor. Frases del tipo eres demasiado sensible, estás loca, eres histérico, no tienes sentido del humor, entre otras similares, todo para no aceptar su culpabilidad. El mensaje que quieren establecer es: la culpa no es mía, sino tuya por reaccionar así.

La psicoterapeuta Karyl McBride en su artículo 50 maneras de saber si tu pareja es narcisista, nos comparte cincuenta preguntas que nos permitirán reflexionar sobre este tema, dentro de estas preguntas podemos encontrar las siguientes2:

  • ¿Tu pareja se niega a hacerse responsable por su mal comportamiento? (Por ejemplo, “tú me hiciste enojar tanto que no pude evitar…”)
  • Cuando algo sale mal, ¿tu pareja culpa a cualquiera menos a sí misma?
  • ¿Tu pareja cree que siempre tiene razón?
  • ¿Tu pareja es incapaz de conectar con tus sentimientos o los demás?
  • ¿Tu pareja parece desconectada de sus propios sentimientos o parece negarlos?
  • ¿Tu pareja te dice constantemente qué hacer?
  • ¿Tu pareja te hace sentir insuficiente? ¿Los desprecios constantes de tu pareja te han llevado a internalizar este mensaje?
  • ¿Tu pareja nunca te pregunta por ti, tu día o tus sentimientos, aunque sea de pasada?
  • ¿Tu pareja cuenta historias distintas sobre el mismo evento dependiendo de la persona, modificándola para quedar bien?
  • ¿Cuándo tu pareja habla de sus hijos, habla sobre lo que hacen en lugar de sobre quiénes son?
  • ¿Tu pareja suele saltarse los eventos familiares si no tiene un interés particular en la actividad o no la valora?
  • Cuando discutes cosas de la vida con tu pareja, ¿tu pareja cambia el tema para que terminen hablando de sus problemas?
  • Cuando describes tus sentimientos, ¿tu pareja intenta superar tus sentimientos con sus propias historias?
  • ¿Tu pareja hace cosas consideradas por ti solo cuando hay testigos de su buen comportamiento?
  • Cuando pasa algo difícil en tu vida (por ejemplo, un accidente, enfermedad, un divorcio en tu familia y círculo de amigos), ¿tu pareja reacciona con preocupación inmediata acerca de cómo le afectará en lugar de preocuparse por ti?
  • ¿Tu pareja intenta competir contigo?
  • ¿Tu pareja siempre necesita que las cosas salgan a su manera?

Es importante entender que el amor que da un narcisista no es amor realmente, ya que ellos aman lo que les es conveniente. El amor narcisista se siente bien al principio, ya que te eclipsan para que no desconfíes, te llenan de halagos, te hacen sentir que eres lo más importante en el mundo, es tan intenso que pueden bombardearte continuamente con mensajes, llamadas o regalos. Así, todo lo que tú eres y haces es perfecto al inicio, pero conforme pasa el tiempo, los detalles magníficos son seguidos de reclamos, inseguridades, manipulaciones o chantajes. Siempre tienes que ser lo que ellos quieren que seas. Para hacerle frente a este tipo de situaciones, la psicóloga Valeria Sabater, nos deja algunas consideraciones3:

  • Nunca dudes de ti. Cuando el narcisismo en la pareja se hace patente solo quedan dos opciones, reaccionar o acostumbrarse a vivir en el abandono emocional. Si hacemos esto último, acabaremos dudando de nosotros mismos, de nuestra autoestima y hasta de la propia identidad. Por ello, ten la suficiente confianza para poner límites y no caer en las manipulaciones.
  • Rupturas y reconciliaciones ¿de verdad vale la pena? Tener una pareja narcisista supone vivir en una noria de distanciamientos y reconciliaciones. Es posible que en algún momento hayas tenido fuerzas para dejar esa relación. Sin embargo, el narcisista es hábil para mostrarse afectuoso y captarnos de nuevo. Valora qué supone esto para tu dignidad.
  • Te necesitan para validar su autoestima, pero ¿Dónde queda la tuya? Los narcisistas carecen de un yo central. De ese modo, para estabilizar y fortalecer su autoimagen necesitan de alguien que lo haga por ellos. Se nutren de la otra persona para reafirmarse. Reflexiona sobre si esto vale realmente la pena. Visualiza por un instante cómo te ves a ti mismo dentro de 5 o 10 años.

 

Y vuelvo a escribir la oración narcisista, para comprender su lógica interna:

Aquello no sucedió.

Y si sucedió, no fue tan malo.

Y si fue tan malo, tampoco fue para tanto.

Y si fue para tanto, tampoco fue culpa mía.

Y si fue culpa mía, no era mi intención.

Y si era mi intención, fue porque te lo merecías.

Bibliografía

  1. Skool, A. (2019). Generalidades sobre los trastornos de la personalidad.
  2. McBride, K. (2020). 50 maneras de saber si tu pareja es narcisista. Psychology Today.
  3. Sabater, V. (2022). El narcisismo en la pareja, ¿Qué podemos hacer? La mente es maravillosa.

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AVISO: CULCO BCS no se hace responsable de las opiniones de los colaboradores, esto es responsabilidad de cada autor; confiamos en sus argumentos y el tratamiento de la información, sin embargo, no necesariamente coinciden con los puntos de vista de esta revista digital.




Personalidad narcisista, cómo identificarla

Sexo + Psique

Por Andrea Elizabeth Martínez Murillo

 

La Paz, Baja California Sur (BCS).  Quién te va a querer cómo yo, eso que dices nunca pasó, te estás imaginando cosas, yo que he sacrificado tanto por ti y así me tratas, estás loco, yo no era, lamento que pienses que te lastimé, ya deberías saber cómo soy… frases tan comunes hoy en día que esconden un tipo de personalidad en específico, los narcisistas.

El narcisismo se define como una admiración excesiva y exagerada que siente una persona por sí misma, por su aspecto físico o por sus dotes o cualidades. Éste existe como rasgo de la personalidad o como un trastorno de la personalidad, aquí sus diferencias: las personas que han desarrollado una personalidad con rasgos narcisistas no necesariamente tienen el trastorno de personalidad. Los rasgos de personalidad representan patrones de pensamiento, percepción, reacción y relación que se manifiestan relativamente estables a lo largo del tiempo, mientras que, en el trastorno de la personalidad, estos rasgos son tan prominentes, rígidos e inadaptados que deterioren el funcionamiento personal, social o laboral1.

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El trastorno de la personalidad narcisista (TPN) se encuentra descrito en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM por sus siglas en inglés) el cual es propuesto por la Asociación Americana de Psiquiatría. En este manual, donde se explican los trastornos mentales, así como sus criterios para el diagnóstico, encontramos al narcisismo dentro de los trastornos de la personalidad; si bien en este artículo hablaremos de la personalidad narcisista, solo abordaré los criterios diagnósticos para su conocimiento. Cabe señalar que solo un profesional de la salud mental está calificado para diagnosticar un trastorno mental, por lo que el autodiagnóstico además de imprudente, puede resultar perjudicial para la salud.

 

Es importante mencionar que dentro de los trastornos de la personalidad2 existen múltiples trastornos, en donde sus características generales son:

  • Patrón de pensamiento o comportamiento que se desvía de las expectativas culturales.
  • El patrón perdurable es inflexible y dominante en una gran variedad de situaciones personales y sociales.
  • Es continuo y de larga duración.
  • No se explica el comportamiento o pensamiento por alguna enfermedad o uso de sustancias.

Los signos y síntomas del trastorno de la personalidad narcisista y la gravedad de los síntomas son variables. Revisemos cuales son los criterios diagnósticos del trastorno:

  1. Tiene sentimientos de grandeza y prepotencia (p. ej., exagera sus logros y talentos, espera ser reconocido como superior sin contar con los correspondientes éxitos).
  2. Está absorto en fantasías de éxito, poder, brillantez, belleza o amor ideal ilimitado.
  3. Cree que es “especial” y único, y que sólo pueden comprenderle o sólo puede relacionarse con otras personas (o instituciones) especiales o de alto estatus.
  4. Tiene una necesidad excesiva de admiración.
  5. Muestra un sentimiento de privilegio (es decir, expectativas no razonables de tratamiento especialmente favorable o de cumplimiento automático de sus expectativas).
  6. Explota las relaciones interpersonales (es decir, se aprovecha de los demás para sus propios fines).
  7. Carece de empatía: no está dispuesto a reconocer o a identificarse con los sentimientos y necesidades de los demás.
  8. Con frecuencia envidia a los demás o cree que éstos sienten envidia de él.
  9. Muestra comportamientos o actitudes arrogantes, de superioridad.

A estos criterios descritos en el DSM-V, podemos sumarle lo siguiente para ejemplificar la personalidad narcisista:

  1. Necesidad de atención constante.
  2. Usar a los demás para beneficio propio sin medir consecuencias.
  3. Monopolizar las conversaciones y despreciar o mirar con desdén a personas que ellos perciben como inferiores.
  4. Esperar favores o trato especiales.
  5. Su tolerancia a la frustración no es mucha y no permiten ser cuestionados.
  6. Utilizan a los demás para lograr lo que desean sin importarles las consecuencias de sus acciones.

Al mismo tiempo, a las personas con trastorno de la personalidad narcisista o aquellas que tienen rasgos narcisistas en su personalidad, les cuesta enfrentar cualquier cosa que consideren una crítica y pueden3:

  • Ser impacientes o enojarse cuando no se las trata de manera especial
  • Tener notables problemas interpersonales y ofenderse con facilidad
  • Reaccionar con ira o desdén y tratar con desprecio a los demás, para dar la impresión de que son superiores
  • Tener dificultad para regular las emociones y la conducta
  • Tener grandes problemas para enfrentar el estrés y adaptarse a los cambios
  • Sentirse deprimidos y temperamentales porque no alcanzan la perfección
  • Tener sentimientos secretos de inseguridad, vergüenza, vulnerabilidad y humillación

Para ejemplificar mejor el razonamiento interno que tienen las personas narcisistas para con sus víctimas, recopilo un poema anónimo que está circulando en las redes, la oración del narcisista.

Aquello no sucedió.

Y si sucedió, no fue tan malo.

Y si fue tan malo, tampoco fue para tanto.

Y si fue para tanto, tampoco fue culpa mía.

Y si fue culpa mía, no era mi intención.

Y si era mi intención, fue porque te lo merecías.

Bajo la visión del narcisista, los demás solo sirven cuando le son convenientes; al no desarrollar empatía, no logran o quieren ver las necesidades y los sentimientos de los demás, y cuando se les hace ver un error, pueden caer en el victimismo o el chantaje emocional para manipular a sus víctimas y salir impunes. Además, el narcisista nunca se equivoca, para él o ella, los demás tienen la culpa, por lo que difícilmente pueden ver sus errores, lo que los aparta de la autorreflexión y la búsqueda de ayuda.

Si has podido identificar patrones de comportamiento o pensamiento con lo antes descrito, será importante tomar acciones pertinentes, ya que mantener este patrón de pensamiento o convivir con alguien que lo tenga puede ser muy desgastante. La psicóloga Gema Sánchez menciona que una de las claves para neutralizar a un narcisista es analizar la validez de lo que dice o hace, sin dejarse encandilar por el encanto que suele tener –o por la manipulación que quiera implementar–. Lo más importante es no temerles, ya que usualmente buscan intimidar a quienes lo confrontan5.

En el próximo artículo abordaremos a la pareja narcisista, así como sus orígenes.

Bibliografía

  1. Skool, A. (2019). Generalidades sobre los rastornos de la personalidad.

  2. Flores, J. (2010). Guía introductoria para el uso del DSM IV TR en la práctica de la psicología clínica

  3. America Psychiatric Association´s. (2013). Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorder (5th ed; DSM-5).

  4. Mayo Clinic. (2021). Trastorno de la personalidad narcisista.

  5. Sánchez, E. (2020). 5 afirmaciones para neutralizar a un narcisista.

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AVISO: CULCO BCS no se hace responsable de las opiniones de los colaboradores, esto es responsabilidad de cada autor; confiamos en sus argumentos y el tratamiento de la información, sin embargo, no necesariamente coinciden con los puntos de vista de esta revista digital.




¡Cómo me da coraje que todos se estén tomando selfies!

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Las selfies, ¿manifestación de narcisismo? Fotos: Internet.

Colaboración Especial

Por Rebeca Olachea Pérez

 

“No me llames a casa de noche, si estoy solo no debes llamar,
mejor llama si estoy en el coche, si estoy en la junta o en el restauran”.

El celular” de Los Tigres del Norte, 1992.

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). Es por demás. A donde quiera que vayas: restaurante, bar, parque, fiesta, velorio, playa, clase, concierto, accidente, iglesia, monte, exposición, choque, baño… ocurre lo mismo. En el lugar menos indicado y adecuado. Ahí habrá una persona tomándose selfies o tomando fotos con su celular. No porque haya estudiado la carrera de fotografía o de periodismo y estén haciendo su trabajo. No que va, ¡bueno fuera! Es porque sencillamente se les antoja.  Ahí está que va saliendo uno del baño en algún lugar de fiesta o restaurante y en vez de poder lavarte las manos tienes que esperar a que terminen su sesión de selfies. Lo más curioso es que ya se tomaron 56 fotos afuera, ahora unas 28 en el baño. No una a la otra, no. Cada quien frente al espejo. Lo único que puedes hacer es esperar y hacerte a un ladito, no vaya a ser que salga en la foto de algún desconocido, ¡eso sí da pendiente!

El primer celular con cámara fue fabricado en 1997. Pero no fue hasta el año del 2002 que empezaron a comercializarse en México. De ahí hasta la fecha han sido varias las marcas que han ido evolucionando y mejorando las cámaras de sus móviles. Desde entonces el número de selfies ha ido en aumento. Pero ¿Qué es una selfie? sencillamente es  una foto tomada por uno mismo. El término fue acuñado precisamente en el año del 2002. Más no sabemos con precisión cuando empezó a ser una adicción. Fue paulatinamente, con paso preciso y constante. La palabra de origen inglés selfie define no solamente a los autorretratos, también a aquellos sujetos obsesionados con publicarlos y compartirlos. Desde hace años la sociedad ha visto como la vida dio un giro. La realidad cada día es más distorsionada y la existencia sólo es medida para muchos dependiendo de lo que publiquen en sus redes sociales. La triste idea de que la vida sólo está en los medios.

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Un estudio realizado en Inglaterra con el apoyo de 500 usuarios de Facebook reveló que quienes publican selfies de forma exagerada suelen tener relaciones más superficiales y peor sentido de la intimidad. La privacidad es anulada por el sujeto mismo. Todo tiene que ser publicado para que los contactos puedan verlo. Pensaríamos entonces que la vida se divide en la real y en la virtual. Más en muchas ocasiones no es así. Sólo existe la del celular. No existe otra más cercana “cara a cara” donde el individuo conviva y el contacto físico y visual sea posible. No es así. Para muchos esa “otra cara de la moneda” sencillamente no aplica.

El psicoanalista Enrique Novelli, miembro de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA), sostiene que la tecnología no sólo es útil, sino necesaria, pero advierte que”es dañina si se convierte en una obsesión. Cuando esto sucede, se crea una modalidad de comunicación que se torna paradójica en tanto que crea la ilusión de estar hipercomunicado cuando en realidad se está aislado”. También nos habla de la adicción al celular: “si el celular falta, el individuo se angustia. Indicio de la presencia de un determinado peligro: si no tengo celular, me quedo aislado del mundo. Esto provoca un estado de desamparo. Pero basta que alguien me mande un mensaje para sentirme contenido. El contacto, aunque sea virtual, me alivia.”

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Esto nos ha llevado a situaciones de extremo. Según la BBC en el 2014 murieron en el mundo al menos 15 personas tratando de tomarse una selfie. Para 2015 el número se elevó a 39 y para agosto del 2016 el número de casos ya llegaba a 73.  La edad media de las víctimas es de 21 años. 73.5% son hombres. Las muertes son desde choques en auto por ir tomándose fotos hasta caer en precipicios por tratar de captar la mejor toma.

La angustia de no tener likes en las fotos publicadas, de no estar comunicado. En eso nos hemos convertido en los últimos años. Si usted asiste a un restaurante va poder apreciar este fenómeno. Jóvenes reunidos para pasar un momento “conviviendo” pierden esas horas tomándose fotos, a ellos y a la comida. Luego las comparten por el celular. Revisan sin cesar su Facebook para ver la reacción de sus contactos. Los que están a su lado y con quienes se tomaron la foto no existen. Los desconocen. No hablan con ellos. No interactúan. Lo que importa es la opinión de los otros. Los que no están. No levantan la cabeza para ver su entorno. Dijeran los mayores: “te puede pasar un tren al lado”. No se dan cuenta de la actividad a su alrededor. Y la vida se les va, revisando el celular.

Pero ¿A dónde se va tanta foto? Según El Comercio, en el 2015 un estudio realizado por Photoworld informó que WhatsApp (700 millones de usuarios) y Snapchat (200 millones de usuarios) llevan la delantera, con un promedio de ocho fotos por segundo. Le sigue Facebook (1,4 mil millones de usuarios) con 4.5 fotos por segundo. Significa que alrededor de 350 millones de imágenes son subidas diariamente. En el 2011 eran 200 millones. Por último se encuentra Instragram, que es propiedad de Facebook, con 300 millones de usuarios: 70 millones de fotografías al día.

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El exceso de narcisismo de las recientes generaciones provoca estas cantidades exorbitantes. Resulta preocupantes que las selfies están ayudando a crear jóvenes que valúan toda su vida en una sola cosa: cómo lucen. Basando en una foto su imagen, su valor. Perdiendo su confianza apretando un botón y esperando likes. Obsesionados con postear la foto perfecta. La cual sabemos, no existe. Cada individuo se toma selfies buscando que el otro individuo, que está haciendo lo mismo, le dé aceptación y admiración. Esto pasa a diario cada segundo. ¿Quién entonces quedará satisfecho algún día?

Precisamente ayer en las noticias hablaban de una nueva modalidad de secuestro. Le llaman secuestro virtual.  ¡Usted adivinó! Todo es través del celular. Hasta te piden que te saques fotos en posición de rescate para mandárselo  a los familiares. Las personas lo hicieron. Se sacaron una foto maniatados o en posición de estar amarrados. Las autoridades siempre nos han dicho cuál es la solución para evitar estas situaciones: cuelgue, apague su celular. Pero, ‘¿cómo? ¿que apague el celular?’, ¡se les va la vida en ello!

Las adicciones son fáciles de detectar. Cuando esa actividad te hace dejar otras actividades reconfortantes que tienes que hacer es adictivo. Si por tomarse fotos usted nota que ya no platica, no convive, tiene sensación de haber ido a un lugar pero lo olvida, pierde tiempo en el trabajo, en el estudio, entonces hablamos de una adicción. Como todas, tiene que ser primero aceptada para empezar a trabajar en ello. Reconsidere el tiempo que pasa con sus seres queridos, guarde el celular en la bolsa y escoja mejor tener una valiosa conversación que una fotografía que quedará olvidada en el limbo de la red, de la memoria de sus contactos. Los likes recibidos no se asemejan al recuerdo de haber pasado un agradable rato con usted. Pensemos más y tomemos menos selfies. Su futuro se lo agradecerá.