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Presentan iniciativa pro paridad de género y de lenguaje incluyente

FOTO: Congreso del Estado.

La Paz, Baja California Sur (BCS). La diputada Milena Quiroga presentó una iniciativa con proyecto de decreto a nombre de la fracción parlamentaria de Morena y de los diputados sin partido Soledad Saldaña Báñales y Homero González Medrano, que plantea que la observancia del principio de paridad de género sea también obligatoria en el nombramiento y remoción de los titulares de las principales dependencias administrativas de los Ayuntamientos de la entidad.

La legisladora Quiroga Romero expuso que esta política busca ampliarse a otros niveles de gobierno y no como actualmente sólo aplica en el gabinete del Gobierno del Estado; otros cambios que plantea la iniciativa, estos sí, dentro del proceso de adecuaciones a que están obligados, es establecer a nivel constitucional que en la integración del Tribunal de Justicia Administrativa deberá observarse el principio de paridad de género, informa el Congreso del Estado.

Por otra parte con el objetivo de abonar a la adopción de un lenguaje incluyente se proponen modificaciones a los artículos 5, 31, 32, 36, 57, 64, 122, 136, 138, 157 y 160 Bis para establecer cuando corresponda la expresión ¨las ciudadanas y ciudadanos¨ en sustitución de ¨los ciudadanos¨; o bien, ¨las magistradas y magistrados¨ en lugar de ¨los magistrados¨.

La Diputada coordinadora de la fracción de Morena agregó que en el régimen transitorio se establece que el Congreso del Estado deberá armonizar y adecuar la legislación secundaria que corresponda con las presentes modificaciones constitucionales, en un plazo no mayor a 120 días naturales, contados a partir de su entrada en vigor.




#AMLORenuncia

FOTOS: Internet.

La Última Trinchera

Por Roberto E. Galindo Domínguez

 

Ciudad de México. Durante el fin de semana santo, en las redes sociales se pidió la renuncia del presidente Andrés Manuel López Obrador, y la gran mayoría de los tuits lanzados con el hashtag #AMLORenuncia salieron de bots; y eso no es de ahora, la contratación de bots ha invadido las redes en contra de López Obrador desde antes de las elecciones del año pasado y a lo largo de los cuatro meses que lleva de gestión. ¿Cuántos pedimos la renuncia de Peña Nieto y Felipe Calderón?, sin duda muchos, y creo que un grupo considerablemente mayor al que ahora vive para denostar al presidente. Pero hay una gran diferencia y es la cantidad de quienes votamos por Morena y AMLO>>>: 30 millones, una cifra muy superior a los 15 millones que en 2006 refrendaron al PAN y a los 19 millones que en 2012 regresaron al PRI a Los Pinos.

Esa diferencia en los millones de votantes que en la elección presidencial legitimamos a AMLO es el punto de quiebre para que cada vez más mexicanos crean en la Cuarta Transformación (4T) de México. Pues a diferencia de este periodo presidencial, los dos anteriores se iniciaron con la sombra de sus respectivos fraudes electorales y con acciones tan aparatosas como inútiles para obtener una legitimación ciudadana que no alcanzaron en las urnas: el combate panista frontal a algunos cárteles del narcotráfico y el encarcelamiento de Elba Esther Gordillo que realizó el priísmo.

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Así como las noticias de la liberación de Gordillo y de la devolución de sus bienes fueron manipuladas en las redes sociales para culpar a la administración de López Obrador, muchas otras noticias tergiversadas o falsas permean la Internet con la intención de desacreditar sin mayor fundamento a la 4T. La guerra sucia contra AMLO y sus bases sociales no ha cesado desde hace más de 18 años, sólo se relevan los oscuros operadores y los magnates que la organizan y financian; ya vimos la ruina de credibilidad en la que cayó el otrora intelectual orgánico favorito del partido en turno en el poder: Enrique Krauze, ya vimos a empresarios como los hermanos Coppel, y a otros de gran poder económico, expuestos por su mercenaria participación en la “guerra sucia” pre y pos-electoral.

A pesar de lo anterior, los datos de varias encuestas nos dicen que cada vez es mayor la aceptación del proceder de AMLO, pues además de los 30 millones que por él votamos, ahora se manejan porcentajes de aceptación de diversas fuentes que van del 78% y hasta el 90%, ésta última estimación manejada por El Financiero. De ser así, los que apoyamos la mayor parte de las decisiones presidenciales superamos en 8 a 2, e incluso en 9 a 1, a los opositores totales. Lo que cada vez deja con menos base social al PAN, al PRI y al disminuido PRD.

#AMLORenuncia tuitean los corifeos del régimen pasado cuando no son bots; y en muchos casos cuando los opositores son reales, propagan noticias falsas como las que publica Pedro Ferriz Hijar cuando AMLO se boleó los zapatos, por no tener nada más que decir, nada fundamentado, sólo diatribas rabiosas de uno de los tantos que no comparten la idea básica del obradorismo: primero los pobres.

Al gobierno hay que exigirle, hay que criticarlo, hay que guiarlo; pero con tres dedos de frente y con honestidad, no como hasta ahora han hecho la mayoría de sus detractores. Mucho falta por hacer y muchas cosas no saldrán como en el guión previo a la elección; pero hasta ahora, AMLO marca la agenda de la desorganizada oposición (cuando es real), del periodismo mexicano, incluida la “prensa” que extraña el chayote y de las manifestaciones sociales. Seguro habrá protestas, además de las organizadas desde el fifianato, como la convocada para el 5 de mayo y denominada  La marcha del silencio, que va apoyada con el hashtag #AMLORenuncia (un insulto usar lo del silencio cuando el antecedente fue una gesta heroica). Espero muchos detractores ese día en Ciudad de México y en muchas otras partes, pues sin ellos se nos va a olvidar batallar como hasta ahora lo hemos hecho, y disertar contra bots carece de la intensidad de la lucha política en las calles, ojalá no se quede en una pantomima como las anteriores manifestaciones anti-AMLO.

Más allá de las protestas actuadas, habrá otras manifestaciones de rechazo de sectores antes simpatizantes, pues a cada proyecto y con cada decisión la administración federal deberá realizar una negociación con diferentes grupos y con poderosos intereses económicos y políticos; y ninguna negociación es perfecta, siempre habrá detractores y perdedores ante el bien general de la población y la economía. En este sentido, si AMLO quiere pasar a la historia como un Presidente diferente a los mediocres títeres a los que nuestra clase política nos ha tenido acostumbrados, deberá marcar la diferencia en esas negociaciones y minimizar en la mayor medida posible las afectaciones a los opositores, y no será fácil ni con las comunidades desprotegidas ni con los poderosos grupos empresariales.

Por lo pronto, AMLO y Morena tienen la mayor legitimación social y política que un Presidente y un partido en el poder hayan tenido, y no por que así lo haya permitido la inacabada democracia mexicana; es así debido a que el año pasado el fraude que se maquinó desde las cúpulas empresariales y políticas, y que se echó a andar en sus primeras etapas fue detenido por más de 30 millones de mexicanos, era eso o despertar al tigre social; bajo la presión ciudadana los orquestadores del fraude recularon.

Mientras López Obrador mantenga el combate al huachicol y redimensione Pemex; restituya el papel social del Estado en los sectores de salud, laboral y educativo principalmente; y logre con su política la disminución de los niveles de violencia y acotan la libertad que hasta ahora han gozado los grupos criminales, entonces tendremos un proyecto de nación para más años que los de un sexenio y, obvio, sin la reelección de AMLO; lo aclaro para evitar una interpretación a modo de nuestros detractores.

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AVISO: CULCO BCS no se hace responsable de las opiniones de los colaboradores, ésto es responsabilidad de cada autor; confiamos en sus argumentos y el tratamiento de la información, sin embargo, no necesariamente coinciden con los puntos de vista de esta revista digital.




¿Qué pedo con los zapatistas y El Peje? El EZLN en tiempos de cólera

FOTO: Gregory Bull (AP) / Interiores: Internet.

Agenda Comunitaria

Por Frank Aguirre

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). ¡Achis, achis, los mariachis!, fue lo primero que vino a mi mente después de leer una y otra vez en redes sociales, las críticas infundadas contra el mensaje emitido la semana pasada por parte del Ejército Zapatista de Liberación Nacional; parece que en la forma de reflexionar de aquellos quienes cuestionan la veracidad y la existencia del EZLN omiten los hechos históricos.

¿Por qué hasta ahora aparece el EZLN a declarar?

Primero, no salen “hasta ahorita”, cuidado con los “sospechosismos”. El EZLN tiene dos décadas haciendo festivales, visitas a otras comunidades indígenas, emitiendo comunicados, impartiendo talleres, conferencias en universidades. Que tú no leas sus comunicados o los sigas en Facebook o Twitter, no quiere decir que literalmente no hayan hecho nada en 20 años; es más, hasta respaldaron una precampaña presidencial ¿o ya olvidamos a Marichuy, la aspirante a candidata independiente a la Presidencia de la República?

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Sí, pero… ¡¿Por qué hasta ahorita!?

Por la sencilla razón de que el EZLN está festejando el 25 aniversario de su levantamiento y lucha. Está de más decir que lo hicieron en su territorio, y los medios fueron quienes cubrieron dicho evento, no salieron a tomar alguna plaza o marchar en alguna avenida. De guerrilla armada a lucha narrativa, hace años que el zapatismo tuvo una transición hacia el uso del discurso como arma de combate para construir un argumento que ayudase a ganar el apoyo social y el reconocimiento institucional. Por ello, en agosto del año pasado tuve la fortuna de visitar por primera vez, junto a mi padre, durante tres días, el Caracol de Morelia, al Sur de Chiapas, a una hora y media de San Cristóbal de las Casas. Allí encontramos que la humildad es un hábito, la franqueza es indispensable y la colectividad una obligación.

Pocos recuerdan que no hace muchos años existía el Comité Civil Universitario, lo que ahora se conoce como Frente Zapatista Sudcaliforniano, y con ellos se dio a conocer en Baja California Sur La otra campaña y la Escuelita Zapatista. Por allá, a principios del nuevo milenio, en la capital se decidió —en ausencia de los miembros— desconocer a este movimiento local como adherente al Frente Zapatista de Liberación Nacional (FZLN), ésto sucedió debido a que representantes de Ensenada se tomaron la libertad —desde su interpretación—, de explicar la situación que se dio en BCS: hubo una masiva migración de miembros del zapatismo sudcaliforniano al Partido de la Revolución Democrática (PRD); pasaron de revolucionarios a reformistas, o sea a formar parte de las filas del PRD, durante el sexenio de Leonel Cota Montaño, y algunos ahora incluso están en Morena.

Y entonces, ¿por qué tanto se quejan de “El Peje”? ¡Si hasta tienen fotos juntos!

Personalmente no me considero la persona indicada para responder dicha pregunta, en todo caso pueden verlo con sus propios ojos. Mi interpretación de todo esto es que los zapatistas tzotziles, tzeltales, tojolabales y mayas, no ven su agenda reflejada en esta izquierda que Morena y el Presidente estarán llevando a cabo durante los siguientes 6 años. ¿Cuál es esa agenda? Aquella en la que se deje de despojar a las comunidades de sus tierras, aquella en la que la autogestión y las costumbres de los pueblos originarios se respeten y no se coapten, y aquella en la que se proteja primero al medio ambiente y los recursos naturales antes que a los bancos e inversionistas extranjeros. El Tren Maya es sólo la punta de sus quejas.

Me queda concluir a medias, y decir que quienes no estamos de acuerdo con algunas o muchas de las iniciativas de la actual administración federal —cómo continuar con la militarización del país a través de la Guardia Nacional, o con la construcción del Tren Maya—, no somos del Partido Revolucionario Institucional (PRI), no somos del Partido Acción Nacional (PAN), es más, algunos hasta podemos ser parte de una izquierda internacional y progresista, y aún así ser una oposición más genuina que la nada seria “oposición partidista” que hay en los diversos Congresos del país.

La oposición zapatista, además, lleva años trabajando, resistiendo y luchando contra diversos tipos de violencia, por dicha razón esperaban más de ésta transición presidencial, y no se sienten conformes con la tibieza con la que algunos temas se están tocando, o como inclusive se cae en la pifia de replicar políticas públicas fallidas de administraciones anteriores, que además nos siguen poniendo en peligro.

Por todo esto, considero que vale la pena, antes de afirmar sobre situaciones que nos rodean, tener los elementos indispensables para otorgar certeza al enunciado o postura a emitir. Del zapatismo, con tan solo un clavado entre bibliotecas o hemerotecas, se puede leer a Elena Poniatowska, Juan Villoro, Carlos Monsiváis o hasta ver a Ponchito (Andrés Bustamante), la BBC, El País, y demás diarios, autores y periodistas de alta credibilidad; o releer a través de un mar de letras, de prosas, poemas e investigaciones académicas lo que se ha hecho, dicho, sufrido, errado —porque ha habido errores— y acertado en el Sur de Chiapas.

Yo recomiendo, que si sólo sabes sobre el tema por lo que te platican “los compas” que “saben”, y quieres empezar a tener un panorama claro de cómo y por qué comenzó el levantamiento zapatista, lee Los hombres sin rostro, un dosier que incluye desde boletines emitidos por el Gobierno, testimonios fechados y fichados de denuncias contra la insurgencia zapatista, hasta declaraciones de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y los comunicados de los mismos zapatistas, así como los intermediarios que dieron fe de lo que sucedió durante el levantamiento armado.

Que no te cuenten, si puedes vívelo por ti mismo, no es difícil entrar a un caracol zapatista; si no hay disponibilidad para vivirlo, léelo y escúchalo, en medio de las ofensas y la romantización está la información, el contexto.

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Un nuevo Cabildo, una sesión… ¿Y una intentona?

FOTOS: Gladys Navarro.

Tiempo de Dardos

Por Gladys Navarro

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). Iniciamos la semana y con ello la primera entrega de Tiempo de Dardos, espacio donde compartiré mi opinión (algunas neuras, pues…) sobre la actualidad informativa de nuestro Estado. Cuestionar, precisar, profundizar sobre nuestra realidad es tarea diaria y de todos, me parece. Los gobiernos, partidos políticos, las instituciones, organizaciones y todos los ciudadanos tendríamos que hacer una revisión permanente de nuestros compromisos, actitudes y acciones, ser críticos y autocríticos, sólo así podremos avanzar y generar los cambios que necesitamos como sociedad, Estado y país.

Agradezco a mi amigo y colega Modesto Peralta el espacio y aplaudo el arranque de esta nueva etapa del proyecto informativo Cultura y Comunicación. ¡Adelante!

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Los Ayuntamientos

Ya tomaron protesta los dos acaldesas, Armida Castro y Arely Arce, así como Rubén Muñoz, Walter Valenzuela y Felipe Prado, junto con sus regidores. Como cada tres años, se instalaron los Cabildos desde Mulegé hasta Los Cabos, con los mismos actos protocolarios y los mensajes alentadores.

Bien por la esperanza, pero seamos realistas. El principal reto: el tiempo vuela. Sólo tres años tienen y el primero lo usan para lamentar la deuda que les dejan; el segundo, para un poco mostrar intención por cumplir la palabra; y en el tercero ya piensan en el siguiente cargo. En Morena, como primera fuerza política en la entidad, si de verdad quieren mostrar signos de transformación, deberán hacer cosas completamente distintas.

¿Cosas distintas? ¿Y cómo iniciaron? Vamos por partes. En La Paz, el alcalde, Rubén Muñoz Álvarez, en su toma de protesta reveló un endeudamiento de mil 780 millones de pesos. Escandaloso, sin duda. Y es que don Armando Martínez había dicho que dejaría por ahí de 300 millones (¡Vaya consuelo!). El resto le corresponde a la exalcaldesa priísta, Esthela Ponce, y las pasadas administraciones. En su discurso, don Rubén se comprometió a no impulsar ningún proyecto de “minería tóxica” y hacer de la capital un destino turístico, “¿Por qué no –dijo— el mejor lugar para vivir?”. ¿A quién les recuerda? Bueno, qué más pasó con don Rubén…

¿Intentona?

Todavía no conocían bien sus oficinas cuando sesionaron para “analizar y aprobar en su caso” la actualización de valores catastrales (o sea, aumento de predial) justificando con que era un pendiente del Ayuntamiento saliente y los tiempos legales; sin embargo, la forma llamó mucho la atención y comenzaron las suspicacias: una sesión de botepronto, en sábado y por la tarde; sin convocar con más tiempo a algunos regidores de oposición (BCS Coherente y PVEM) y tampoco a la prensa. Con todo, el orden del día se filtró y –lógicamente— despertó indignación en redes, pues no concuerda que la primera votación de un Cabildo justo de mayoría morenista sea para subir impuestos (con todo y que sea natural una actualización, pero con sus “asegunes”. Esa es otra historia…). Al final, el regidor, Pavel Castro, presidente de la Comisión de Obras Públicas, leyó un dictamen en sentido negativo y el alcalde se pronunció también por “no lesionar” la economía de los paceños. Así resolvieron.

Llamó la atención que incluso los regidores estaban confundidos al votar, pues hasta en tres ocasiones los convocaron a expresarse y sólo volteaban a verse, (¿apoco no entendían el sentido negativo del dictamen o será que los tomó por sorpresa el cambio? Diga usted…). El caso es que al final votaron en contra del aumento al predial y don Rubén dijo que eran “congruentes” con la visión de Morena de no lesionar la economía y buscar otras vías para recaudar impuestos.

A ver… Si los Regidores querían lucirse o verse del lado de la gente, fue lo último que lograron, pues en política “la forma es fondo” (de esto saben mucho los priístas, perdón, los ex priístas, ahora morenistas). Con la forma, pues, lo único que consiguieron –insisto— fue despertar suspicacias. Hasta organizaciones civiles le recordaron al Alcalde lo del Cabildo abierto ( o sea, transparentar la toma de decisiones. ¡Eso!). Si los regidores y el alcalde buscaban un “madruguete”, no lo lograron, pero qué feo habría sido, ¿verdad? Muy mal arranque…

Nombramientos

Este es otro tema que está encendiendo a las redes ( y que ampliaré en la siguiente entrega). En La Paz, por ejemplo, basta mencionar el de Fernanda Villarreal, ex expriísta y ex incondicional de Esthela Ponce, al frente de Catastro (dicen que hizo muecas cuando dieron marcha atrás al aumento, por cierto…).

Los Cabos merece una entrega solita, pero por los nombres y las fotografías que circulan, parece que quienes tendrán un peso determinante serán las familias Montaño y Agúndez, que se articulan –otra vez— junto a otros liderazgos de las “izquierdas” rumbo al 2021. ¿Será que soporten de aquí a la fecha? Mucho qué reflexionar, pero por lo pronto: qué mal que la principal apuesta no sea la formación de cuadros, sino el reciclaje político…

¡Hasta la próxima! Síganme en Twitter @gladys_rn y en Facebook: Gladys R. Navarro




Mega minería tóxica a consulta: ¿continuidad o disrupción de la lucha?

FOTOS: Gladys Navarro y Roberto Galindo / PORTADA: Gladys Navarro.

La Última Trinchera

Por Roberto E. Galindo Domínguez

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). La lucha sudcaliforniana contra la minería tóxica –¿cuál no lo es?–, lleva de manera organizada más de una década y ahora está bien representada por diversas organizaciones civiles: agrupaciones nutridas de ciudadanos, colectivos que gozan del respeto de la sociedad, mismos que con el paso del tiempo han logrado decenas de miles de miembros y simpatizantes. En 2014 con la firma del Pacto de Todos Santos en una multitudinaria asamblea ciudadana –que no pudo ser boicoteada por los acarreados pro-mineros, ni por el silencio o tergiversación de algunos medios de comunicación–, se demostró que en Baja California Sur se quiere vivir libre de minería.

La popularidad anti-minera que ha rebasado por mucho a los pocos pro-mineros, es el resultado del trabajo en varios frentes contra diversos proyectos, cuyas vertientes de acción van desde informar a pie sobre los devastadores efectos de la minería, con el uso de redes sociales, en eventos culturales y, por supuesto, en las protestas que se han realizado. Por otro lado, los grupos más organizados han investigado sobre las legislaciones relativas al establecimiento o restricción para emplazamientos mineros, sobre todo en Áreas Naturales Protegidas o Reservas de la Biósfera, y han informado a la sociedad acerca de las leyes que protegen su hábitat y aquellas que lo afectan, lo que ha derivado en una participación civil más activa en el conflicto minero.

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A pesar de ello los pequeños grupos pro-mineros, manejados por grandes corporaciones, no han cejado en impulsar la mega minería tóxica, al igual que las otras pequeñas minerías, bajo falsas banderas como: “minería sustentable” o “minería responsable”… Podrían llamarla minería humanamente caritativa, eso no va a cambiar la animadversión de los sudcalifornianos. Cuando los “pro-mineros” se han manifestado se han evidenciado el acarreo y las dádivas otorgadas a los “manifestantes”, la mayoría gente de zonas humildes, susceptible de ser “convencida” de arengar sin saber el porqué, claro, motivada por ofertas de miles de empleos bien pagados; la eterna promesa del “progreso y el desarrollo”, que al final los empresarios mineros siempre rompen. Sudcalifornia no necesita esa ilusión, su vocación es el turismo, sustentado gracias a su naturaleza, a su Estado casi virgen, a su belleza del paisaje. Al menos, en el Sur del Estado muchos de los atractivos turísticos y la sustentabilidad económica dependen de la más importante reserva y fuente de agua dulce: la Sierra de la Laguna, la que pondría en riesgo el proyecto de mega minería tóxica Los Cardones.

La lucha social y legal se ha dado durante años. El movimiento anti-minero ha engrosado sus filas, así lo han demostrado las manifestaciones del pasado lustro, incluida la masiva reunión con Andrés Manuel López Obrador (AMLO) el lunes 17 de septiembre en La Paz, en la que más de 3 mil personas le exigieron un pronunciamiento determinante contra la minería tóxica, que incluye Los Cardones; la minería submarina que quiere ser operada en el Golfo de Ulloa; y otras de menores efectos mediáticos. Ni el discurso de agradecimiento de AMLO, ni su plan de trabajo y proyectos para la entidad, ni siquiera el “no les voy a fallar” desviaron el grito de “no a la mina” que invadió la asamblea popular.

Manifestación en visita de AMLO a La Paz, septiembre de 2018. FOTOS: Gladys Navarro.

La gente quería escuchar un contundente no a la minería, una promesa de blindar al Estado contra una de las industrias más letales… López Obrador no complació a la masa, pero hizo mucho más que otros ante los reclamos, dijo: “…lo de la mina lo va a decidir el pueblo…”. Planteó una consulta ciudadana para legitimar la lucha anti-minera. Y sí, es cierto, el pueblo ya decidió, eso ha quedado claro desde hace años, sólo tendría que mostrar el músculo otra vez, así como lo hizo en la firma del Pacto de Todos Santos, cuando tomó las calles de Cabo San Lucas y bloqueó carreteras, cuando protestó frente a TV Azteca. La consulta puede ser un arma poderosa para no sólo detener el proyecto Los Cardones, sino para adelantar el blindaje de Sudcalifornia contra la minería, pero eso dependerá del tamaño de la participación ciudadana.

Manifestantes apoyando el Pacto de Todos Santos. FOTO: Roberto Galindo.

Protesta afuera de TV Azteca en La Paz, 2015. FOTO: Roberto Galindo.

Protesta ciudadana en Cabo San Lucas, 2015. FOTO: Roberto Galindo.

Protesta durante foro de presentación de la minería submarina en Ciudad Constitución, 2015. FOTO: Roberto Galindo.

En asuntos tan delicados la política no puede ser ejercida del grito a la promesa y de esta a la ley para la complacencia del manifestante, como esperaban muchos, los que hoy inundan las redes con su decepción de quien aún no es Presidente en funciones. Además de que en el tema minero la decisión no sólo es del titular del ejecutivo, intervienen los poderes federales, sí, pero a través de diversas instancias, como la Semarnat, entre otras que al amparo de leyes a modo o manipulación de éstas han concedido permisos parciales a Los Cardones, como la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA); o como el Cabildo Municipal de La Paz —el priísta, el de la legislatura pasada—, que violentando los procedimientos otorgó un cambio de uso de suelo a la empresa Desarrollo Zapal, mismo que fue negado en diferendo legal por el Cabildo panista actual. La ley no es tan digerible en beneficio social, es trocable, manipulable y en algunos casos benéfica para determinados aspectos de proyectos tan perniciosos como el que nos ocupa. Por lo anterior, la consulta ciudadana podría evolucionar una lucha de años, esa que se ha topado una y otra vez con autoridades y gobernantes que han favorecido a intereses ajenos a la entidad.

AMLO dijo: Y de una vez, para no andar con rodeos, lo de la mina lo va a decidir el pueblo de Baja California Sur… …vamos a ser respetuosos, de verdad, del estado de derecho, pero siguiendo todo el procedimiento, vamos a consultar a los ciudadanos, va a ser muy sencillo, voy a mandar a hacer una encuesta a Baja California (Sur) y el pueblo va a decidir sobre este asunto… Y ante el insistente grito de “ya lo decidimos” reviró: “Sí, pero no aquí, lo vamos a definir con una consulta para darle toda la legitimidad…”. Ahí está el anhelado “no a la mina”, pero menos romántico y subversivo de lo que esperaban muchos. De obtener una victoria abrumadora en la consulta se podría obligar a los diferentes niveles de gobierno a aprobar la iniciativa de ley ciudadana anti-minera que apenas hace unas semanas se discutía con el Secretario de Gobierno Estatal. Claro que la consulta no implica dejar de avanzar por el lado legal, ambas luchas pueden conciliarse, por ejemplo el 20 de septiembre pasado Lucía Trasviña, legisladora de Morena, presentó una propuesta de iniciativa de ley al respecto en el Senado de la República.

La respuesta de AMLO no fue obligada por los reclamos, ya se sabía que los manifestantes corearían el “no a la mina”. Era evidente que la asamblea se volvería el principal escaparate de la protesta anti-minera. Y aunque a muchos les pese, un Presidente elegido democráticamente, no puede y no debe mostrarse autoritario en sus decisiones, por más que se defiendan los Derechos Humanos más básicos. Que las leyes y la política se impulsen desde la plaza pública es maravilloso, pero la transformación de ideales y luchas en hechos se deben hacer en democracia y legalmente, eso implica la consulta ciudadana y el proceso legal que ya se está dando. Esas transformaciones no se deben hacer al grito de guerra, pues empezaríamos a deslegitimizar al que tal vez sea el Presidente más legítimo en décadas. Y si como algunos dicen, la consulta ciudadana sólo es valorativa y no efectiva, si todo depende de las leyes y de los legisladores, entonces ¿por qué exigir al presidente electo una solución si las leyes ya nos protegen? Sólo recuerden que antes ningún otro político del tamaño de AMLO nos tomó en cuenta para decidir un futuro sin minería.

Las consultas ciudadanas son para privilegiar la decisión de la gente, incluso por encima de los llamados intereses de la nación, que muchas veces son simulados; el asunto, es que los candados que han sufrido consultas pasadas —como la que se llevó a cabo en referencia a las reformas energéticas—, deberán ser removidos en los congresos, en los que ahora Morena tiene mayoría; de acuerdo a AMLO eso se hará a petición expresa de él una vez que tome posesión y mande la iniciativa correspondiente. No es momento de rechazar diferentes caminos de lucha, ni de dividir objetivos comunes en lo que se avizora como una democracia participativa. En este sentido será fundamental que las agrupaciones anti-mineras se involucren en la consulta ciudadana, en su organización, sobre todo en el tipo de cuestionamientos a ponderar. No es momento de dividir, sino de sumar y de redoblar esfuerzos. O qué, ¿creyeron que AMLO les iba a decir a todo que sí o no, dependiendo su postura?

Caravana de protesta en La Paz, 2015. FOTO: Roberto Galindo.

Protesta afuera del Palacio de Gobierno del Estado en La Paz, 2018. FOTO: Roberto Galindo.