Explicaciones Constructivas

Noé Peralta Delgado

La Paz, Baja California Sur (BCS). En el México de los años setentas, se aspiró a crear una serie de poblaciones cercanas a playa que cumplieran con todas las exigencias de un turismo internacional y que el gobierno mexicano, ya le estaba apostando a esta actividad, como otra opción a los ingresos económicos del país. Con el nacimiento del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (FONATUR). Los estados de la república mexicana que salieron favorecidos por obvias razones fueron los que tuvieran amplios litorales, sobre todo, bellezas de playas y poco explotadas. Fue, que en aquel entonces territorio de Baja California, salió ampliamente beneficiado por la nueva dependencia y que posteriormente el día 8 de octubre de 1974, se constituyera como el estado de Baja California Sur.

Una vez creada FONATUR y casi al mismo tiempo, los denominados CENTROS INTEGRALMENTE PLANEADOS, mas conocidos como CIPs, resaltaron por los cinco proyectos insignia, liderados hasta la fecha por el desarrollo en Cancún, Quintana Roo y Los Cabos en Baja California Sur, con menor proporción, Ixtapa en Guerrero, Huatulco en Oaxaca y Loreto en Baja California Sur.

A pesar de los beneficios que se supone trae a las regiones donde se encuentran cada uno de los CIPs, desde lo económico hasta el nivel de calidad de vida de sus habitantes, existen analistas sobre las consecuencias negativas que han traído el desarrollo de los CIPs en regiones donde según se podía admirar la naturaleza en su forma natural, esto es, que desde que se implementaron sendos proyectos, se ha ido degradando de manera paulatina el entorno ecológico ambiental.

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Como ya lo explicado con artículos anteriores referentes a la actividad minera, es imposible realizar actividades económicas sin afectar el entorno; caso semejante pasa con estos proyectos de actividad turística, donde según los detractores, existe una sobreexplotación de mantos acuíferos, contaminación de suelos y pérdida de flora y fauna. Otras de las consecuencias que se mencionan, es la creación de problemas sociales derivados del aumento descontrolado de población y falta de ordenamiento urbano.

Sin embargo, en el mundo y en México, es imposible proyectar una actividad económica del ámbito que sea, y que no tenga consecuencias ambientales por más mínimas que estas sean; pero esta el otro lado de la balanza, donde si no se invierte en economía, estamos también condenados a rezagarnos con respecto a las demás regiones del mundo, hablando en el plano económico; por lo que se requiere, que en los proyectos turísticos, en este caso, se realicen con una buena convivencia con el entorno, como se dice coloquialmente: en armonía con la naturaleza.

El día que logremos hacer proyectos y hacer respetar las reglas del medio ambiente, haremos que las regiones rezagadas económicamente, logren tener un mejor índice de desarrollo humano, afectando lo mas mínimo posible el entorno natural. ¡Imaginemos que fuera de México, sí Cancún o Los Cabos no existieran!, muy seguramente algún otro país latinoamericano como Colombia o República Dominicana dominaran el turismo internacional de playa en el continente americano. Como comentario, recientemente Tailandia, le esta apostando al turismo de playa y ha invertido una gran cantidad de esfuerzo en los países asiáticos, convirtiéndose actualmente en una potencia en turismo de este tipo.

Pero, regresando a los CIPs, existe uno que no han podido despegar y que no se tenía planeado originalmente, Loreto, en el estado de Baja California Sur. Y es que este destino turístico ha tenido mucha inversión por parte del gobierno federal, que si uno ha ido de visitas constantes, da la apariencia de que en sus 32 años de fundación como CIP (en el año de 1980), el pueblo de Loreto sigue igual.

Uno de los parámetros de medición de desarrollo turístico, es la construcción masiva de hoteles o la cantidad de vuelos que deben ir en aumento; y en base a lo anterior, se tiene que Loreto en el año del 2017, según fuente de FONATUR, tenía 889 cuartos disponibles, muy por debajo de su vecino Los Cabos que tenía 15,684 cuartos; pero, en donde es preocupante la situación, es en lo que se refiere a la ocupación hotelera en ese mismo año, donde Los Cabos mantenía un 69% de ocupación anual sostenida, mientras que Loreto tenía la pequeña cantidad de 38% de ocupación, es decir, no llegando ni a la mitad del porcentaje de sus hoteles. Mientras que, en el caso de los vuelos nacionales o internacionales, el aeropuerto internacional de Loreto, brilla por la ausencia de vuelos, aun teniendo unas excelentes instalaciones aeroportuarias.

La explicación de este lento desarrollo económico es compleja explicarla, pero creemos que en la población de Loreto pasó un fenómeno al revés que en Cancún y Los Cabos, donde en aquellos lugares se invirtió, se vendió y se preparó a precios accesibles para los visitantes, trabajadores e inversionistas y luego subieron los precios de los servicios, una vez afianzado el desarrollo; en cambio Loreto se aferró a que antes de que llegaran los visitantes y los inversionistas con sus respectivos trabajadores, los precios de los terrenos, de los insumos para la construcción y de los alimentos se fueron hasta las nubes, de alguna manera ahuyentando a todos los involucrados. Y en la actualidad se puede contactar, la vida cara en ese puerto turístico.

Con la creación por parte del gobierno federal como Pueblo Mágico de Loreto, se buscó atraer más turismo nacional, y tal vez sea una posible solución, o tal vez este destinado a fortalecerse como un pueblo tranquilo de visitar por los pensionados que no buscan el ajetreo del tradicional turismo de playa y de vida nocturna.

Escríbenos… noeperalta1972@gmail.com

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Noé Peralta Delgado

La Paz, Baja California Sur (BCS). A nivel mundial y en la segunda mitad del siglo XX, la población empezó un crecimiento exponencial, por lo que los gobiernos de los distintos países, iniciaron con las planificaciones de ciudades donde se pudiera vivir adecuadamente y con buen trazo urbano. El caso mas icónico fue la naciente capital de Brasil en medio de la jungla y lejos de los grandes centros de población del océano Atlántico; esta ciudad se empezó a construir en 23 de octubre de 1956, y para 1960, una vez terminada, se convirtió en la nueva capital de este gran país sudamericano. Desde ese tiempo para acá, son varios países que han seguido el ejemplo de Brasil, así tenemos también que Pakistán creo la ciudad de Islamabad, Nigeria cambió su sede de gobierno desde Lagos hasta la nueva capital de Abuya y recientemente Myanmar (Birmania), acaba de estrenar su nueva capital en Naipyidó, sustituyendo a Rangún, como su capital. Todas estas nuevas ciudades, se han construido siguiendo los últimos estándares de urbanización, y sobre todo con una ubicación estratégica de sus respectivas regiones.

En México, en los años setentas, se aspiró a crear una serie de poblaciones cercanas a playa que cumplieran con todas las exigencias de un turismo internacional y que el gobierno mexicano, ya le estaba apostando a esta actividad, como otra opción a los ingresos económicos del país, en una época en que petróleo aportaba la mayor parte de ingresos. Es así, que los proyectos turísticos en playas mexicanas iniciaron como antecedente en 1969, cuando el gobierno central, puso sus ojos en otros lugares de playa que no fuera Acapulco, el balneario por excelencia del turista nacional, pero no para el turista internacional; fue así como las regiones de Los Cabos en el territorio sur de Baja California y la Bahía de Huatulco en  Oaxaca, llamaron la atención al gobierno federal, y posteriormente en 1971 se agregaron a este proyecto el poblado de Ixtapa en Guerrero y la pequeña población de Cancún, en el entonces territorio de Quintana Roo.

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La creación de una dependencia gubernamental, que pudiera realizar los megaproyectos turísticos y sobre todo darle su promoción dentro y fuera del país se hizo necesario, y fue así como día 13 de febrero de 1974, por decreto presidencial, se crea el Fondo Nacional de Fomento al Turismo, conocido hasta la actualidad como FONATUR. A la par, se inició con un ambicioso programa turístico de playa, que estaban nomas en proyecto hasta ese año, a la cual se agregó la localidad de Loreto, en el ya entonces oficialmente Estado de Baja california Sur. Al proyecto inicial de cinco polos turísticos de clase mundial, se les denominó, CENTROS INTEGRALMENTE PLANEADOS, conocidos con el acrónimo de CIPs y que inicio con igualmente cinco localidades con poca población y urbanización, y que se pretendía hacer ciudades altamente urbanizadas y proyectadas para un crecimiento poblacional futuro.

La creación de los CIPs, se dio junto con FONATUR, ambas, se dedicaron en desarrollar lugares que tuvieran las características de, disponibilidad de terrenos adecuados para construcción urbana (sin duda la mas importante), una adecuada conexión aérea y terrestre (muy factible), lugares con belleza natural (áreas que ofrezcan al turista sol y playa) y regiones escasamente pobladas (se supone, que para llevar desarrollo y crecimiento poblacional integral). Curiosamente en la actualidad, ya existe pocos lugares donde se puedan proyectar nuevos CIPs, por la cuestión de tierras que puedan desarrollarse sin afectar el medio ambiente, que en aquellos tiempos no era requisito indispensable.

Hasta antes de la creación de FONATUR, existían destinos turísticos de playa muy bonitos, pero escasamente difundidos, como Veracruz, La Paz, Mazatlán y el famoso Acapulco; así que, con la fundación de la nueva institución, se dejó un poco a los gobiernos estatales la promoción y esta nueva dependencia se dedicó al 100% a la promoción pero sobre todo internacional de los cinco lugares de recién creación urbana. Como la inversión económica era fuerte, y en todas las localidades integradas carecían de aeropuertos y vías de comunicación, se comenzó con todo el proceso de urbanización de acuerdo a los estándares de la época, de tal forma que se comenzó en 1974 con Cancún, Quintana Roo y la localidad de Ixtapa en Guerrero. Inmediatamente después, en el año de 1976 se inició con una de las grandes apuestas para el desarrollo turístico y que se ubicaba en el estado de Baja California Sur, y sería el proyecto denominado Los Cabos, que hasta la fecha representa un orgullo de crecimiento turístico mundial. Mientras que, en el año de 1980, se inició con el proyecto de Loreto en Baja California Sur y en 1985 con Huatulco en el sureño estado de Oaxaca.

En la actualidad, el Fondo Nacional de Fomento al Turismo, ya esta desarrollando otros lugares, con ya poco territorio donde construir complejos hoteleros, pero si con la intención de atraer turismo a gran escala, claro que ninguno a la par de los cincos proyectos originales de los Centros Integralmente Planeados. En las páginas de internet se leyó que actualmente hay proyectos de FONATUR en Bahía Banderas, Nayarit en playas de Escuinapa, Sinaloa y en la costa de Lora, Tamaulipas.

En el caso, del proyecto denominado Los Cabos, se pensó en un corredor turístico que uniera a San José del Cabo con la pequeña localidad de Cabo San Lucas y su icónico monumento de piedra en el fin de la península de Baja California, llamado El Arco de los Cabos. Es así, que poco después en el año de 1981, el Congreso del Estado de Baja California Sur, lo elevó a categoría de municipio, desprendiéndose del municipio de La Paz, y colocando la cabecera municipal en San José del Cabo, muy posiblemente, porque ahí estaba colocado el naciente aeropuerto internacional. El nombre del nuevo municipio, se tomó de acuerdo al nombre otorgado por FONATUR a la recién creación turística. De tal forma, que el proyecto CPIs de Los Cabos, se planeó con la intención de atraer turismo de los Estados Unidos principalmente, y con esta finalidad se adaptó el aeropuerto con múltiples destinos norteamericanos, que actualmente sigue en crecimiento con los destinos internacionales, donde en este verano del 2022, se anunció el primer vuelo a Europa, al Aeropuerto Internacional de Londres en el Reino Unido.

Según cifras obtenidas en internet, el Aeropuerto Internacional de Los Cabos, ocupó el sexto lugar en visitantes en el año 2020, con una afluencia de cerca de 3 millones de personas anuales y también en el año de 2017 contaba con una infraestructura de 15 mil 684 cuartos disponibles en hoteles, con una ocupación hotelera del 70%, solamente detrás de otro CPIs y que es la joya de la corona, Cancún, Quintana Roo. Hasta la fecha, los CPIs, pudieran ser un ejemplo a seguir de cómo desarrollar una región turísticamente, pero según sus retractores, también trae sus consecuencias, por lo que de eso hablaremos en la próxima entrega, al igual que el pequeño hermano CPI sudcaliforniano que se niega a crecer: Loreto.

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