1

“La llegada”: ficción que hace ciencia

pelicula-la-llegada-1

Louise Banks es interpretada magistralmente por Amy Adams. Imágenes: Internet.

Kinestoscopio

Por Marco A. Hernández Maciel

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). Un día, cualquier día, mañana mismo, aparece en las noticias que han llegado 12 discos de más de 400 metros de diámetro en diversos lugares del planeta. Un acto innegable de que no estamos solos en el universo, que hay visitantes que vienen de otro planeta y no sabemos que quieren, ni sabemos como comunicarnos con ellos. Y mientras los gobernantes del mundo intentan decidir qué hacer, es en la calle afuera de nuestra casa donde el miedo va inundando el ambiente ante algo que nos imaginábamos, pero que no queríamos que fuera cierto.

Es ahí donde entra la especialista en lenguaje Louise Banks interpretada magistralmente por Amy Adams, quien haciendo equipo con el astrofísico Ian Donnelly, llevado a la pantalla por Jeremy Renner, son reclutados por el ejército estadounidense para intentar comunicarse con los visitantes y saber en principio porqué están aquí.

Con esta premisa, el director Denis Villeneuve (Sicario, 2014) intenta poner cordura ante una situación de caos y miedo. Se pone de lado de la inteligencia y experimenta con los límites de la razón y la paciencia humana ante un evento que puede significar el fin de nuestra era. Y entre recuerdos, pérdidas, emociones, ciencia y filosofía, nos invita de manera sutil y persistente a enfrentarnos con lucidez a un nuevo tiempo y una nueva historia.

pelicula-la-llegada-2

Y en ese sentido, pone al espectador a sentarse a su lado, a dirigir la película junto a él, a encaminar a los personajes al enfrentamiento decisivo ante seres que no entendemos, porque unos no hablan nuestro idioma, otros no entienden nuestro lenguaje y otros sólo captan lo que quieren atender. Y la lucha se pelea en varios frentes, en tierra y fuera de ella, así como habrá espectadores que estén ansiosos a observar cómo los aliens lancen su horda de xenomorfos o bichos súper poderosos para que los marines puedan llegar a poner en alto el nombre de los Estados Unidos y surja un héroe anónimo que nos salve de la catástrofe; o el otro espectador, que ansía un concierto de luces y colores que por fin pueda resolver el misterio de la llegada y nos deje todo como una peculiar pero intrascendente visita desde la galaxia vecina.

Pero Villeneuve se toma las cosas con mucha profundidad y una aparente serenidad. Aquí el espectáculo está diseñado para que cada uno de nosotros construya su propio aglomerado de experiencias. La cámara que nos acompaña nos lleva cadenciosamente a cada escena de la mano, con movimientos lentos, casi imperceptibles, prometiéndonos la gran respuesta a este embrollo lingüístico-extraterrestre  que eventualmente llega, pero no de la forma que hubiéramos esperado.

En resumidas cuentas, estamos ante un acercamiento científico, ideológico y filosófico a uno de los mayores preguntas que nos hemos hecho y que al parecer, aún no tenemos una respuesta de qué hacer cuando suceda. Un filme que más que explosiones y efectos especiales –que los hay, pero que son superados ampliamente por la trama– nos ofrece un viaje interior a nuestros propios deseos y temores. Reflexiones acerca de vida, muerte, tiempo, espacio y propósito. Los extraterrestres han llegado, ¿saldrás a la calle a robarte una pantalla del Costco, irás por fin a la misa del domingo, te lanzarás ahora si al bungee o le dirás a tu jefe todo lo que realmente piensas de él?

pelicula-la-llegada-3

Denis Villeneuve se erige como un maestro de narración cinematográfica en un tiempo donde la ciencia ficción se está anidando en los blockbusters y en las fórmulas exitosas y probadas. Se toma grandes riesgos creativos para diferenciarse y distanciarse de los abrumadores espectáculos de superhéroes, magia, explosiones e imaginación desbordada pero mercadológicamente calculada.

Villeneuve nos trae un resquicio de arte cinematográfico de ciencia ficción pura, que peligrosamente se estaba difuminando ante la maquinaria industrial de ideas que domina hoy por hoy las pantallas. Con una edición cautelosa y una fotografía sin muchos matices pero poderosamente diseñada, permite que los dos protagonistas sean los pilares de este viaje espacial introspectivo que no ofrece muchas respuestas, pero nos regala algo más importante y trascedente: preguntas; nuevas, frescas y trascendentes. Pero también eternas y viejas. Las mismas pero diferentes. Aquellas que se nos olvidan, pero aún así siempre estamos en busca de sus respuestas. Respuestas que seguimos buscando a pesar de haberlas conseguido, o a pesar de saber que no las obtendremos.




Rogue One: la Fuerza no se extingue; Star Wars de nuevo al cine

rogue-one-portada

La nueva de Star Wars ya está en los cines de La Paz. Fotos: Internet.

Kinetoscopio

Por: Marco A. Hernández Maciel

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). ¿Qué se puede decir de una película de la saga de Star Wars que no pueda ser un spoiler? Poco, sin caer pronto en la redundancia, y es por eso que aquí viene una seria, muy seria advertencia: ESTA RESEÑA TIENE UNOS CUANTOS SPOILERS, QUE AUNQUE CONSIDERO QUE NO SON FUNDAMENTALES PARA EL DISFRUTE DE LA PELÍCULA, PUEDE GENERAR ALGUNA CONTROVERSIA. Y si ya la vieron, no duden en comentar al final de este texto.

La función estaba programada para las 12:01 horas del 15 de diciembre de 2016. A diferencia de otras funciones de estreno de media noche, en esta ocasión no había muchos sables de luz rondando en la audiencia, ni Yodas, ni Chewbaccas, ni Darth Vaders. Por ahí alguien se aventuró a llevar una capa simulando el atuendo del villano Orson Krennic interpretado por Ben Mendelsohn, pero reinaba una calma expectante, con la emoción bien guardada para evitar alguna decepción galáctica.

La sala se encontraba casi llena, y a pesar de un retraso de media hora en el inicio de la función, parecía que el público no tenía mucha prisa por presenciar el estreno. Casi no hubo silbidos y el grito de cácaro se escuchó una o dos veces. O los smartphones nos siguen succionando con mayor eficacia la atención en momentos ásperos, o la desvelada afectó a la mayoría del público, o es tanto el temor a una cinta que falle en su cometido que como condenados a muerte, tratamos de estirar el tiempo hacia lo inevitable lo más que se pueda.

Y por fin llegó. El fondo negro con las letras azules que nos dicen que hace mucho tiempo en una galaxia muy lejana, ocurrieron los eventos que estamos a punto de presenciar. Algunos aplausos. Y en un chispazo, estamos en el espacio ante un planeta azul que tímidamente asoma sus continentes ante nuestros ojos. Empiezan las cejas levantadas y los pensamientos en voz alta. ¿Y la música de Star Wars? ¿¡Y las letras amarillas que nos cuentan los antecedentes de la historia!? Desde un inicio, el director Gareth Edwards se desprende la saga original y se posiciona como un spinoff que busca su propio estilo y personalidad. Un estilo más crudo, violento, sarcástico, dinámico y realista. Una fotografía de muchos más colores y contrastes que las trilogías originales, y una música que sigue el canon, pero que se eleva con personalidad propia.

Tenemos también a un grupo de rebeldes comandados por la mercenaria Jyn Erso, interpretada por la carismática Felicity Jones y el Capitán Cassian Andor, rol de un  sobresaliente Diego Luna, que llevan el peso de la trama en sus hombros. Una mercenaria que ha tenido que sobrevivir en un mundo violento por su cuenta, y un miembro del ejército que está condenado a cumplir órdenes por una causa y un ideal que se difumina poco a poco. Junto a ellos, Forest Whitaker como Saw Gerrera nos trae a un líder y mentor radical –algunos le llamarán extremista–, Donnie Yen a un ciego creyente de la Fuerza que nos regala las mejores secuencias de pelea del filme; Wen Jiang como el aguerrido Baze Malbus; Riz Ahmed como el piloto Bodhi Rook; Mads Mikelsen como el padre de Jyn, Galen Erso; y Alan Tudyk como el androide K-2SO.

rogue-one-2

Y todos ellos habitan el universo creado por George Lucas a su manera. Aquí la inocencia e ingenuidad que Anakin, Luke o Rey nos mostraron en sus inicios como protagonistas de sus respectivas trilogías no existe. Desde su niñez, Jyn Erso estaba preparada para pelear y subsistir de la manera que fuera necesaria. Del mismo modo, los rebeldes al Imperio Galáctico no son un aura de bondad y buenas intenciones, así como los oficiales del imperio pueden tener amigos y criar a su familia en la mismísima Estrella de la Muerte. Y aunque no se profundiza más en la historia para no perder de vista quienes son los buenos en este relato, se deja plantada una semilla que de florecer, nos puede evidenciar que rebeldes e imperiales luchan por lo mismo: poder, sólo que en diferentes trincheras.

Pero a pesar de estos cambios, todo el universo de Star Wars se mantiene firme y convincente en la pantalla. El filme aprovecha todo lo que ya sabemos y no se detiene a explicar mucho quienes son los malos y los buenos y porqué, eso ya lo conocemos de sobra. Y nos muestra a los X-wings en batallas épicas contra los ATT, destructores y cazas imperiales. Algunos cameos entrañables y otros sumamente sorpresivos. Es una nueva historia, con un nuevo punto de vista, con los elementos que han hecho histórica toda la saga de Star Wars.

Y lo que fue una expectativa moderada y emoción contenida, se desborda en los minutos finales. Alaridos, risas, aplausos y resoplidos por haber presenciado un espectáculo fílmico a la altura quizás, del Episodio V (El Imperio Contraataca), y nos hace confiar en esta idea de los spin offs que a muchos tenía nerviosos. Ya una vez George Lucas por un pelito echaba todo a la basura con sus precuelas y sus Jar Jar Binks, pero parece que la mitología está en buenas manos –las manos de Mickey Mouse-, que la fuerza lo acompañe.

rogue-one-3




“Fiesta de Navidad en la oficina”; a RH le gusta esto

navidad-oficina-portada

“Fiesta de Navidad en la oficina” ya está en las salas de cine de La Paz. Fotos: Internet.

Kinetoscopio

Por: Marco A. Hernández Maciel

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). Beben y beben y vuelven a beber. Pero no son los peces en el río –y no es lugar aquí para esa eterna discusión sobre qué demonios significa esa canción–, son los oficinistas, burócratas, godínez, workaholics que se pasan todo el año encerrados en su pequeño cubículo esperando el bono de fin de año y la posada para liberar el estrés acumulado. Aquí todo eso sucede y se sale de control.

Fiesta de navidad en la oficina es un film que da exactamente lo que propone y además, dentro de toda su irreverencia deja al descubierto algunos de los vicios, valores y antivalores que nos gobiernan actualmente. Las culturas corporativas llevadas al ridículo, pero expresando terribles verdades que en una u otra medida todos los que hemos encontrado nuestro modus vivendi en un ambiente corporativo hemos enfrentado. Si, esas medidas ridículas que la gerencia te ha impuesto –desde aquellas como no permitirte poner una foto de tu familia a un lado de tu teclado para mostrar uniformidad y productividad en el área de trabajo, hasta establecer lineamientos discriminatorios en promociones y ascensos– se van acumulando y detonan en baja productividad, nulo compromiso y ganas de desatarse salvajemente en una posadita que se supone, celebra los mejores valores que la humanidad pregona.

De esta forma, los directores Josh Gordon y Will Speck (Deslizando a la Gloria, 2007) logran una película dinámica afianzada en el talento de improvisación de sus protagonistas. Cuando el guión se sale de control y no puede sostener por sí solo el peso de la historia, salen al rescate un Jason Bateman que sigue siendo el mismo atolondrado personaje de la genial serie Arrested Development, y que le sigue funcionando a la perfección; un T.J. Miller que ha logrado la internacionalización gracias a su papel en el serial de HBO Silicon Valley como el genio flojo que busca salirse con la suya con su verbo y ocurrencias; y Kate McKinnon quien utiliza sus dotes perfeccionados en los últimos años en Saturday Night Live. Ellos tres se hacen responsables de la conducción de la historia y logran cubrir las enormes deficiencias del guión con gags espontáneos y que a la vez ya hemos visto en numerosas ocasiones. Lo que atrae no es el qué, sino el cómo.

navidad-oficina-2

Mención aparte merece Jennifer Aniston, que nos trae una mezcla de la añorada Rachel de Friends y la dentista desequilibrada de Cómo matar a tu jefe 1 y 2; a un paso de encasillarse en ese género y donde se nota que sin un buen guión no tiene los argumentos para poder sacar adelante su papel por cuenta propia.

En resumen, Fiesta de navidad en la oficina es una atractiva propuesta que en el tercer acto se sostiene gracias a la calidad de improvisación de sus protagonistas. Es un filme que sin duda te hará reír, pero como cualquier posada, muy probablemente al día siguiente no te acuerdes de qué trato, ni porqué los peces –guiño– bebían y bebían y volvían a beber.

navidad-oficina-tres




“Los 7 Magníficos”: de pistolas, polvo, razas, dinamita y un cabrón

siete-magnificos

“La nueva versión de Los Siete Magníficos es una aventura violenta y entretenida”. Fotos: Internet.

Kinestoscopio

Por Marco A. Hernández Maciel

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). Un cacique sin escrúpulos asedia a los habitantes de un pueblo para arrebatarles sus tierras y asesina y amedrenta a quien sea que se le enfrente. Los ciudadanos, gente que se dedica a trabajar, no tienen la capacidad ni el armamento para luchar ante matones profesionales que tienen comprada a la autoridad y esparcen la violencia en lo que antes era un lugar pacífico. Les quieren arrebatar su ciudad porque la zona es estratégica para su negocio, por lo que tienen que pedir ayuda de fuera para salvar su patrimonio y recuperar su tranquilidad. ¿Les suena familiar? A mí sí, ya que estamos hablando del remake del western estrenado en 1960 y a que a su vez fue un remake del clásico de Akira Kurosawa, Los Siete Samuráis.

Protagonizada por Denzel Washington, Chris Pratt, Ethan Hawke, Vincent D’Onofrio, Hayley Bennet y el mexicano Manuel García-Rulfo, la película muestra una química instantánea entre los protagonistas y el público que le permite proyectarse de manera ágil en la pantalla, y del mismo modo minimizar algunos cortes abruptos de una edición que en momentos se siente descuidada. La revelación es sin duda el actor nacido en Jalisco, que nunca se ve opacado por el elenco consagrado que lo acompaña, y se pone en muchas ocasiones al tú por t+u con el popularísimo Pratt, logrando algunas de las secuencias más divertidas –cabronas– de la película.

Sin duda que el mayor responsable de haber reunido un equipo y hacerlo lucir en pantalla de buena forma es el director, Antoine Fuqua, quien sorprendió en el año 2001 estrenando Día de Entrenamiento –aquella película en la que nos rehusábamos a admitir que Denzel era el policía corrupto y malo– y que después ha entregado productos muy irregulares, como la olvidable Rey Arturo o la palomera Tirador. Aquí decide no caer en pretensiones y aprovecha al máximo las habilidades de su casting, dándole el espacio adecuado a cada uno de ellos, logrando un equilibrio entre la acción y el diálogo que permite avanzar a la historia, aunque con uno que otro bache narrativo que se siente como una piedrita en el zapato.

siete-magnificos-tres

Del mismo modo, las escenas de batalla respetan los planos y movimientos de cámara que ha inmortalizado el género, pero dotándolo de mayor agilidad y vértigo, lo que provoca un auténtico espectáculo visual que se disfruta enormemente en pantalla. Y aunque el filme muestra una fotografía extraordinaria y se regodea en paisajes y locaciones perfectas, algo pasó en el proceso de corrección de color que no funcionó bien. La película semeja como si la hubieran deslavado con un filtro de Instagram, esos filtros que en un inicio fueron el hit y hoy son molestos en exceso; ahora imagínense toda una película con ese tinte y se darán una idea. Quitando ese efecto digital, se agradece que la película no haya utilizado el CGI –o al menos no se nota– por lo que todo es hecho con ingenio manual, con trucos de cámara y efectos prácticos, o sea pues, utilizando la verdadera magia del cine.

Ahora bien, regresando a la narrativa, el guión corrió a cargo de Nic Pizzolatto y Richard Wenk. Wenk fue el escritor de la última película rescatable que protagonizó Bruce Willis 16 Blocks– y Nic Pizzolatto es la mente maestra detrás de esa serie de HBO que rompió muchos paradigmas y ha renovado el género negro al menos en televisión –True Detective–, que su primer temporada lanzada en 2014 se convirtió en un clásico de culto instantáneo gracias sus diálogos intrincados e inteligentes, sus personajes interesantísimos y corroídos y su trama perversa, angustiante y adictiva. Pero en este filme eso no existe. El guión es simple y efectivo. No hay subtramas de autodescubrimiento o excesiva búsqueda de identidad, ni se entrometen con ideas filosóficas profundas. Y eso se nota en algunos cortes bruscos y cambios de escena en los que se siente que falta algo. Además de ello, se ha documentado que gran parte del guión de Pizzolatto fue reescrito aunque se dejó su nombre en los créditos finales. Mi impresión general es que la idea inicial era reinventar por completo la épica aventura con una escritura más profunda, intentando dejar una huella similar al filme original de Kurosawa, pero los productores tuvieron miedo de un fracaso y decidieron irse por el camino que ya conocen. Un camino seguro, violento, visual y ágil que concluyeron exitosamente.

La nueva versión de Los Siete Magníficos es una aventura violenta y entretenida que retoma los principios clásicos del western y los actualiza para darnos la espectacularidad y el dinamismo al que estamos acostumbrados hoy día. Una historia efectiva, que no se complica a sí misma y funciona gracias a una atinada dirección y un desempeño actoral que cumple y divierte. Una historia que quizás haga pensar a más de uno, ¿Dónde consigo a otros siete de ese calado? Es para una pequeña ciudad pegada al mar, que era un lugar tranquilo y pacífico y quien no tiene quien los defienda, o quien debería no lo hace.

siete-magnificos-portada




“Animales Fantásticos y dónde encontrarlos”, el nuevo filme de J. K. Rowling

animales_portada

“Animales fantásticos y dónde encontrarlos”. Fotos: Internet.

Kinetoscopio

Por Marco A. Hernández Maciel

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). Han pasado cinco años desde que se estrenó la última película de la saga de Harry Potter. Durante ese tiempo, se especuló mucho sobre si habría una continuación, si saldrían más libros y cuál sería el futuro del mundo mágico en el cine. Pues hoy sabemos que el futuro de ese mundo mágico está en la década de los veintes de la mano de Newt Scamander, el magizoólogo más famoso de la historia. Se trata de “Animales fantásticos y dónde encontrarlos”.

J. K. Rowling es una imparable máquina creadora que aprovechó su “golpe de suerte” al publicar el primer número de Harry Potter por allá en 1996, para seguir escribiendo continuamente sumando éxito tras éxito. El primer libro que publicó después de la saga del niño mago se llamó Una vacante imprevista y ya es una miniserie en HBO. También se dio el tiempo de inventarse un nuevo nombre, Robert Galbraith, con el que lleva publicadas tres novelas policíacas con buena aceptación de la crítica –incluso antes de que se supiera que Galbraith era un seudónimo–. Supervisó la producción teatral de un nuevo capítulo de la ahora familia Potter que ha dicho no será llevada al cine –algo difícil de creer–, y por si fuera poco, escribió el guión y fungió como productora de este regreso al mundo mágico. Y el regreso no pudo haber sido mejor.

Manteniendo la esencia, pero renovando la atmósfera y los personajes, la magia ahora está en todas partes. Si en la saga potteriana vivíamos casi siempre en la escuela de magia y sólo teníamos opción de ir de paseo a Hogsmeade después del tercer año, aquí llegamos de inmediato al mundo real a la década de los veintes para aparecernos entre la Quinta Avenida, Macy´s o Central Park. Interactuamos constantemente con muggles –perdón, nomags–, y tenemos a un grupo de magos adultos dispuestos a mostrar su poder a la mínima provocación. El director, David Yates, quien fue el encargado de dar vida a las últimas cuatro películas de la saga mágica, regresa a la silla y tiene el talento suficiente para renovar la franquicia sin olvidar sus raíces. De igual forma los fans amarán los guiños a la serie original y se emocionarán con las revelaciones de lo que posiblemente vendrá. Porque sí, ya está confirmada la segunda, tercera, cuarta y quinta parte.

animales_editadas_1

La música compuesta por James Newton Howard nos regala unos segundos de la partitura original,  y aunque no logra posicionar una “tonadita” en nuestra cabeza, despega con brillo propio y se convierte en una adición importante a la producción. Los efectos especiales logran una buena sinergia con la historia y se reproducen naturalmente ante nuestros ojos. Asimismo la edición logra un ritmo perfecto que se mantiene durante los 133 minutos de duración del film. Otro caso a resaltar es la construcción de los sets de las calles de Nueva York y la atinada ambientación desde automóviles, marquesinas y el diseño de vestuario que encajan de manera magistral en todo el concepto.

Los protagonistas, Eddie Redmayne (Newt Scamander), Katherine Waterston (Tina), Alison Sudol (Queenie) y Dan Fogler (Kowalski) logran buena química y las apariciones de Colin Farrel (Graves), Ezra Miller (Credence), Samantha Morton (Mary Lou) y Jon Voight (Shaw) refuerzan el grupo actoral dando solidez a la historia. Un guión que aprovecha todo lo creado anteriormente y explota para hacer la mitología aún más grande, tomando el riesgo de no reproducir los mismos personajes ya vistos y desarrollar otros con perspectivas, intereses y habilidades diferentes.

Para los fans –que en un acto de “honestidad valiente”, confieso que yo soy uno de ellos– quedé muy complacido con lo que vi. Y como fan no me queda otra más que preguntarme y emocionarme, ¿no les gustaría que Newt Scamander fuera a buscar la sabiduría milenaria de una serpiente emplumada a las pirámides de Teotihuacán? ¿O a rescatar a un extraño ser con cabellos hasta el infinito que vive en las profundidades del Mar de Cortés? Porque soñar no cuesta nada, y los sueños pueden ser más reales de lo que pensamos.

animales_editada_3