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Correrán ciclistas de BCS el selectivo de ruta en Chihuahua

FOTO: Cortesía

La Paz, Baja California Sur (BCS). Del 13 al 15 de marzo la ciudad de Chihuahua será sede del Campeonato Nacional de Ruta, al que la Federación Mexicana de Ciclismo (FEMECI) le ha dado carácter de clasificatorio para los Nacionales CONADE 2020, motivo por el que un grupo de seleccionados de Baja California Sur (BCS) se trasladarán allá con la misión de asegurar posiciones para asistir al evento donde estarán en juego las medallas, informó el Instituto Sudcaliforniano del Deporte (Insude).

Para esto, la Asociación Estatal de Ciclismo en Baja California Sur, ha iniciado con los trámites para asegurar el traslado de los deportistas y entrenadores en la fecha señalada, debido a la importancia que tiene esta competencia, que es un requisito para tener derecho a correr en la fase nacional que dentro de un mes se verificará en el estado de Nuevo León.

Lo mismo sucederá la siguiente semana con los especialistas en pista, los que se moverán a la ciudad de Toluca, Estado de México, que albergará el selectivo en esta modalidad, contando el estado con velocistas que garantizan una buena cosecha de medallas, y, precisamente, superar las medallas es el objetivo por cumplir en esta edición de los Nacionales CONADE para la selección estatal.

El grupo que viajará a Chihuahua lo integran Ricardo Peña Salas, Alejandro Madueño Amador, Jorge Adrián Peyrot Balvanera, José Zárate Ánima, Kevin Eduardo Velarde Navarro, Javier Eduardo Aguilar Avilés, Jossio Ian Márquez, Andrea Villegas Carballo, Alexa López Ramírez, Daniela Gutiérrez Berton, Lidia Domínguez Alvarado, Valeria Santiago Lizárraga, Eduardo Bonilla Robles, Matías Sánchez Jiménez.

Said Sánchez Muñoz, Andrea Loza Fiol, Luna García Bareño Domínguez, Ingrid Mariel López, Kiara Sánchez Moreno, Michel Zárate Ánima, Eduardo Robles Félix, Andrés Castro Díaz, Luis Raúl González Aguirre, Carlos Francisco Butterfield Ramírez, Lian Alain Marty Ruiz, Helder Abraham Díaz Mendoza y Axel Alejandro Ceseña Arenas.

En este marco, la FEMECI va a realizar el Campeonato Nacional Juvenil A, viajando también los atletas Carla Dosamante Sánchez, Fernanda Elena Rieke García, Valentina Santiago Lizárraga, Gael Santiago González Aguirre, José Leonardo León Parra, Alberto Peyrot Balvanera y Arat Sánchez Beltrán.

Los entrenadores responsables son Carlos Dosamante Castiello, Maximiliano Vizcaíno Araiza, Mijaíl Santos Jiménez, el mecánico Cristian Medina Bastida, el fisioterapeuta Eduardo Peña Salas y como delegado el presidente de la asociación de ciclismo, Christiam Valenzuela Zamudio.




Violencia sexual en BCS

FOTOS: Internet.

Ius et ratio

Por Arturo Rubio Ruiz

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). La Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, define a la violencia sexual como: “Cualquier acto que degrada o daña el cuerpo y/o la sexualidad de la víctima y que por tanto atenta contra su libertad, dignidad e integridad física. Es una expresión de abuso de poder que implica la supremacía masculina sobre la mujer, al denigrarla y concebirla como objeto

Más allá de las interpretaciones simplistas que vinculan este tipo de violencia con un impulso sexual masculino, las connotaciones sociales y culturales que rodean este fenómeno recurrente, nos permiten establecer como sus principales elementos la discriminación y el abuso de poder, que se cultivan mediante estereotipos que asignan una supuesta superioridad masculina en los roles interpersonales de convivencia.

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Siendo la violencia sexual una de las modalidades que más lastima al sector femenino, y que se da en todos los ámbitos de desarrollo personal: familiar, conyugal, comunitaria, escolar, laboral, e incluso político, el Estado se encuentra obligado a prevenirla y sancionarla en todas sus modalidades.

Actualmente, la legislación penal sudcaliforniana previene y sanciona como delito:

◉ Peligro de contagio (Art. 168)

◉ Corrupción de menores (Art. 169)

◉ Pornografía infantil (Art. 173)

◉ Lenocinio (Art. 175)

Violación (Art. 177)

Abuso sexual (Art. 179)

◉ Hostigamiento sexual, (Art 182)

◉ Acoso sexual (Art. 183)

Ciberacoso sexual (Art. 183 bis)

◉ Violación a la intimidad sexual (Art. 183 quáter)

◉ Estupro (Art. 184)

◉ Incesto (185) y

◉ Exhibicionismo corporal (Art. 187).

Estimamos que nuestro Código Penal contempla todas las modalidades de violencia sexual reconocidas en los tratados internacionales suscritos por México, cuya previsión y sanción competen a la esfera competencial del fuero común.

No obstante, tener un marco legal apropiado, resulta irrelevante, cuando se carece de las políticas públicas adecuadas para aplicarlo. La legislación se convierte en letra muerta cuando el ejecutivo encargado de aplicarla, no dota al órgano procurador de justicia, de los insumos materiales y humanos adecuados, mínimos e indispensables para ello.

 

En esta entidad, los delitos de naturaleza sexual son  los que más engrosan la cifra negra, (delitos que no se denuncian) y el personal encargado de atender los que sí se denuncian, no cuenta con los recursos necesarios para ello. En muchos casos, el personal de actuaciones ni siquiera reúne el perfil profesional adecuado para llevar a cabo la delicada labor de atender a las víctimas de violencia sexual.

Pese a existir protocolos muy estrictos respecto al personal de actuaciones encargado de atender a las víctimas de este tipo de agresiones, debido a las enormes carencias materiales y humanas, y a la falta de voluntad política para mejorar los presupuestos sobre el tema, todavía encontramos carpetas de investigación donde las víctimas femeninas son atendidas por médicos y agentes de investigación de sexo masculino, lo que dificulta el que se genere el espacio de empatía y flujo eficaz de comunicación entre la víctima y el personal actuante.

Se programa el presupuesto anual de la procuración de justicia tomando como base los requerimientos de atención preferente a los delitos de mayor impacto, y en ese rubro, la atención a víctimas de violencia sexual no son prioridad, frente a otros delitos, como los de tipo patrimonial, lo cual consideramos un grave error de estrategia y programación.

Una víctima de robo puede olvidar y superar un robo, pero una agresión sexual, de no ser  oportuna y eficazmente atendida, puede lacerar a la víctima a lo largo de toda su existencia.

Necesitamos en el área de atención a víctimas de violencia sexual, suficientes profesionales en la materia, bien capacitados, bien remunerados y dotados de los implementos tecnológicos adecuados y necesarios para llevar a cabo eficientemente su labor.

La selección del personal debe ser estricta, cuidando que cada elemento humano reúna el perfil que el encargo requiere, para evitar con ello la re-victimización de quienes acuden a formular su denuncia o a darle seguimiento al procedimiento relativo a su caso.

Las instalaciones también deben adecuarse. Actualmente en Cabo San Lucas, la región del estado con mayor incidencia en este tipo de delitos, carece de instalaciones propias. Sus oficinas improvisadas se ubican en un local que ni siquiera cuenta con señalética externa que lo identifique; el área de espera es abierta y coincide con el área de actuación. Pese a tratarse de delitos que por su naturaleza el sigilo es de obvia exigencia, cualquier persona puede sentarse y escuchar lo que acontece, violentando con ello la secrecía que el procedimiento exige en estos casos.

Lo más grave que hemos encontrado, es la falta de capacitación de algunos integrantes del personal a cargo de la integración de las carpetas de investigación. No solo ocurre que errores técnicos dan al traste con el éxito de los procedimientos de persecución, -lo que genera una elevada tasa de impunidad-, también es frecuente detectar falta de tacto o sensibilidad del personal al tratar a las víctimas.

Un ejemplo de las carencias enunciadas, que en seguida comparto, nos deja en claro la urgencia que existe de dotar a la Procuraduría de Justicia de los recursos mínimos e indispensables para evitar que en lo sucesivo, se siga revictimizando a quien acude a denunciar actos de violencia sexual.

La víctima de una violación, acudió a formular su denuncia. En el desarrollo de la investigación se descubrió que tiene el himen elástico, peculiaridad que impidió que el mismo se rompiera durante la agresión sexual de la que fue víctima. El tiempo pasó y la víctima notó que su caso no  avanzaba. Al cuestionar sobre el tema a la funcionaria a cargo de su carpeta, obtuvo la siguiente respuesta: Ya deberías superarlo. No te pasó nada. Muchas mujeres envidiarían tu caso.

Es inadmisible que en un área tan sensible de la procuración de justicia, se den este tipo de actuaciones que se constituyen en re-victimización por discriminación e insensibilidad prejuiciosa, que generan culpabilización y el silenciamiento de la víctima y construyen patrones de impunidad y permisividad de la violencia que se supone debemos combatir.

Podemos concluir que el marco legal estatal es adecuado, pero inoperante, a menos que se geste un programa ambicioso de reestructuración operativa en la Procuraduría de Justicia, que contando con el presupuesto adecuado para ello, permita contar con personal e instalaciones adecuadas para atender al sector que consideramos más vulnerable en el combate a la embestida delictiva en la entidad.

Proponemos al Congreso Local, que antes de aprobar el presupuesto de egresos, en Comisiones se escuche a los encargados de procurar justicia en los casos de violencia sexual, y se asignen suficientes recursos para que la atención a las víctimas sea integral y efectiva.

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AVISO: CULCO BCS no se hace responsable de las opiniones de los colaboradores, esto es responsabilidad de cada autor; confiamos en sus argumentos y el tratamiento de la información, sin embargo, no necesariamente coinciden con los puntos de vista de esta revista digital.




¿Cómo debería llamarse Baja California Sur? Propuestas para un cambio de nombre

Casa del Estudiante en la Ciudad de México. FOTO: Modesto Peralta Delgado.

El Beso de la Mujer Araña

Por Modesto Peralta Delgado

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). Hasta el momento, no se ha presentado una propuesta para cambiar de nombre al Estado de Baja California Sur, declaró para este medio el diputado Esteban Ojeda Ramírez; sin embargo, él mismo sabe de crecientes rumores sobre esta inquietud. CULCO BCS investigó la postura sobre el tema con diferentes expertos, y logró dar con quien podría ser la primera persona en solicitarlo ante el Congreso del Estado. De aprobarse, este hecho sería de una enorme trascendencia para la media península, y aunque no fuera así —al menos en un corto plazo—, el sólo hecho de analizar la posibilidad podría movilizar a una amplia discusión ciudadana.

¿Sabes cuáles son las propuestas para cambiar de nombre a BCS? Históricamente, por derecho o por costumbre ¿cuál le correspondería? ¿Qué significa California y qué tiene de particular? ¿Qué voces han surgido para analizar nuestra historia y el nombre de la Entidad? ¿Qué procedimiento se ocuparía? Para responder todas estas preguntas, CULCO BCS publica este reportaje y te invita a llegar hasta el final.

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Fácil pero complicado

En exclusiva para este medio, el diputado Ojeda Ramírez, presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales del Congreso del Estado, dijo que hasta la fecha —entrevistado el 19 de diciembre de 2018— “no ha habido propuesta (…) No, aunque sí he escuchado un fuerte rumor”. A finales del año pasado, un grupo de historiadores regionales lo invitaron a una serie de conferencias, y aunque no pudo asistir, se enteró que se trataba de una propuesta académica sobre el origen del nombre California y la posibilidad de presentar una propuesta de cambio de nombre.

Se refería a la III Semana de Historia California en la identidad de los sudcalifornianos, que se llevó a cabo en el Museo Regional de Antropología e Historia en La Paz a principios de noviembre, por la Asociación de Californios Amigos de la Historia y los Estudios Locales (CAHEL, A.C.), en donde participaron los maestros Gilberto Ibarra Rivera, Eligio Moisés Coronado y Carlos Lazcano Sahagún, entre otros. Ellos, entrevistados para este reportaje, negaron que hasta el momento hayan solicitado el cambio de nombre de la Entidad a los diputados, aunque sí son simpatizantes de la idea.

¿Qué se ocuparía para cambiarle el nombre a Baja California Sur?, se le cuestionó al legislador —quien posee una Maestría en Historia por la UABCS—, y explicó que con las recientes modificaciones a la Ley, cuando antes se requería presentar alrededor de mil firmas, ahora sería relativamente fácil, pues bastaría que una sola persona reúna ciertos requisitos en su propuesta —antecedentes, fundamentos históricos, etcétera— y presente la iniciativa de ley ante del Congreso del Estado. “Todas la iniciativas se reúnen; la Comisión hace las revisiones y le notifica al ciudadano si pasa o no; la iniciativa va al Congreso, a la Oficialía Mayor; se presenta el dictamen al proceso, consulta y demás (…) Toda la instrumentación la operaría el Congreso”.

De haber una propuesta, el Diputado sería de los primeros en enterarse por presidir la Comisión mencionada, pero se trataría de un tema muy complejo que requeriría varias consultas: “es un tema muy delicado, seguramente tiene que haber una amplia consulta y no saldría en una primera etapa; tendría que hacerse una serie de indagaciones, propuestas, foros, una serie de actividades que involucraría a toda la sociedad: intelectuales, políticos, académicos, universitarios, políticos… Muy grande la consulta”.

Esteban Ojeda comentó que, si bien no es nada nuevo, sí se trata de “un rumor que corre” y del que ya le han preguntado personas de la sociedad civil. “Yo he escuchado en el transcurso de los años —tengo 42 años viviendo aquí, llegue a los 20 años—, he escuchado de hasta la fecha, dos nombres: el nombre de Sudcalifornia y recientemente he escuchado el de California“. ¿Usted en lo particular tiene alguna preferencia? Se le preguntó y dijo que no: “personalmente no tengo ningún interés de que se cambie, pero desde el punto de vista histórico, apoyaría que fuera California“. Y éste último nombre, ¿no presentaría alguna controversia internacional al tenerlo ya un Estado de Estados Unidos? “No se que implicaciones tendría a nivel internacional —dijo—, pero hay otras ciudades de igual nombre en diferentes países y lugares. Tendría que haber una argumentación con especialistas en la materia, mas allá de los historiadores, un asunto de políticos internacionalistas”.

El cambio de nombre de la Entidad, debe aprobarse o no, en el Congreso del Estado. FOTO: Archivo.

Que se llame Sudcalifornia

En 1967 se empezó a realizar la popular carrera off road Baja Mil. Fue a partir de su uso publicitario que a la fecha —y luego de más de 50 años—, a la Entidad se le empezó a llamar simple y llanamente Baja. Así lo explicó el maestro Gilberto Ibarra Rivera —autor de varios libros de historia, entre ellos Diccionario Sudcaliforniano—, preocupado por la pérdida de identidad sudcaliforniana con esta ya enraizada denominación. “Eso le gusta a los americanos —dijo—, pero el pueblo protesta”, y fue así que el entonces gobernador Alberto Alvarado Arámburo estableció el Decreto 374 que prohibía —y sancionaría— el uso de Baja para nombrar al Estado. Sin embargo, “no se hace nada en lo absoluto (…) fue un decreto muerto” del gobierno del PRI, que tampoco aplicaron los gobiernos del PRD y del PAN. Hasta la fecha —criticó— las áreas de Turismo y hoteleros siguen popularizando el acortado nombre: “les es más fácil hacer eso, como no hay sanciones, ellos siguen, ha podido más el poder económico que el poder legislativo”. El Decreto 374 fue publicado en 1982, sigue vigente y puede descargarse en línea, donde se lee que hay una multa de hasta 25 mil pesos para quienes “continúen utilizando solamente el calificativo “BAJA” para designar a nuestra Entidad”.

Gilberto Ibarra Rivera. FOTO: Modesto Peralta Delgado.

En un enorme esfuerzo de síntesis, Ibarra Rivera nos ayudó a esbozar la historia del nombre de esta tierra que ha tenido unos diez a lo largo del tiempo, y unas cinco propuestas para cambiarlo. A pesar de la bruma de datos, el maestro posee una memoria asombrosa. De entrada, comentó que el nuestro “es el único Estado de la República Mexicana que tiene su origen en la Literatura universal“. California proviene de Califerne, un lugar de fantasía mencionado en la novela Las Sergas de Esplandián de Garci Rodríguez de Montalvo. Publicado en 1510, las aventuras narran las aventuras de la guerra entre cristianos y musulmanes en la Edad Media, y allí se menciona a Califerne, donde reinaba Calafia. Fue así como los navegantes españoles que llegaron en el siglo XVI a lo que hoy es Baja California Sur, creyeron haber llegado a una isla llena de tesoros y habitada sólo por mujeres exóticas. Pronto les llegó el desencanto, pero la creencia de que estábamos en una isla perduró hasta entrado el siglo XVII.

El 3 de mayo de 1535 llegó Hernán Cortés a lo que hoy es La Paz —continuó el maestro—, y durante la expedición “se dice que los soldados vieron El Arco (de Los Cabos) y les hizo referencia la Califerne. ¡Aquí tienes tu California!, le dijeron, y de ahí surge el nombre de California“. El uso más antiguo del nombre está en un mapa que bautizó como Cabo California a lo que hoy es Cabo San Lucas, y pronto, se le llamó así todo el amplio territorio que abarcaba hasta el Sur de Estados Unidos. A partir de 1562, esta denominación tuvo un registro oficial por parte de la Corona Española, y así —o bien, Californias, en plural—, se le llamó a todo el conjunto de tierra con sus pequeñas islas. Incluso, luego de 1663, en honor al rey Carlos, un tiempo se le nombró Carolinas, lo que no duró mucho, si no, en vez de californios o sudcalifornios nos hubiésemos llamado carolinos.

Hasta el siglo XVII, el padre Eusebio Kino vino a descubrir que no se trataba de una isla sino de una península, pese a lo cual, los cartógrafos todavía la dibujaban de ambos modos; desde esta época misional, el nombre de California perduró para esta vasta región. Después se denominó Alta California —actualmente, EEUU— y Baja California a toda la península —algún tiempo a estas zonas también se les nombró Nueva y Antigua California, respectivamente. De manera que a inicios del siglo XVIII, empieza a utilizarse Baja California, pero luego de la Independencia de México, también se le nombró Territorio, Provincia o Departamento de Baja California. Viene después el gobierno de Antonio López de Santa Anna, quien pierde la guerra contra EEUU (1848): “nos ganan esa guerra y nos despojan de los territorios, y nos despojan también del nombre original de esta tierra, y la California se quedó Estados Unidos y a nosotros nos dejaron como Baja California“.

Así, la península duró muchos años como una sola entidad divida en Distritos y luego como Territorios. Para 1951, Baja California se convierte en Estado, pero aquí se le siguió llamando Territorio de Baja California Sur. En 1974, el Congreso tuvo la oportunidad para cambiar definitivamente el nombre al estado, “pero no hicieron ese cambio, ¡se les fue!”; sí dejaron el gentilicio como sudcaliforniano, pero a partir de ese año, formalmente, nuestra entidad se llamó y se sigue llamando Baja California Sur.

Luego de medio siglo en que se ha popularizado más llamarle Baja al Estado, “por economía de esfuerzo”, el tema de su denominación vuelve a surgir. Ibarra Rivera señaló que oficialmente no sabe qué organismo o ciudadano presente una propuesta, pero le gustaría que las autoridades por fin atiendan esta inquietud. ¿Qué otros nombres ha sabido, que se han dado, como propuestas para la Entidad?, se le preguntó, y respondió que han sido: Sudcalifornia, California, California del Sur y California Mexicana. ¿Con cuál simpatiza Usted? “A mi me parece bien Sudcalifornia —declaró—, por antigüedad y derecho. La simpatía parece que va mas por California, México. En lo personal, me gusta más Sudcalifornia porque estamos más identificados, pero históricamente le corresponde California“. Sería a principios de los años 70’s —comentó—, que el conocido historiador Miguel León Portilla, “perfiló que Baja California Sur iba al desarrollo (…) ¡Con qué anticipación lo dijo! Que se perfilaba un desarrollo enorme para que fueran pensando los sudcalifornianos, que la llamaran Sudcalifornia. Pero nadie hizo caso”.

Que se llame California

Por su parte, el maestro Eligio Moisés Coronado —quien fue cronista de La Paz, y hoy también miembro de la CAHEL, A.C., además de autor de varios artículos y libros—, facilitó a este medio algunos materiales sobre el tema. Lo que se muestra a continuación, es la propuesta publicada en 1970 en Excélsior por Miguel León Portilla, para designar Sudcalifornia a esta Entidad, y que se publicó también en el Estado como una posibilidad de cambio de nombre —4 años después se le da el nombre de Baja California Sur. Y en seguida, una resolución de la Comisión de las Californias, firmada por el propio Coronado en 1973, donde expresan su oposición en denominar a la Entidad sencillamente como Baja, por un uso “denigrante, dando la impresión de que la península es una sección menor de la California norteamericana“.

FOTOS: Cortesía.

Moisés Coronado dijo “considero justo que se niegue el registro de cualquier empresa que pretenda tener como razón social los solos calificativos de Baja o Baja Sur; que se establezca en cantidad alta de salarios mínimos la sanción a quien insista en usar alguno de estos títulos; y que a los reincidentes además se les cancele el permiso respectivo”.  Y sobre el respeto al Decreto 374, señaló que “lamentablemente sólo en parte, pero se han obtenido algunos logros: en La Paz, el nombre oficial del hotel Baja fue cambiado por el de hotel Baja California Sur; la agencia Volkswagen cambió de Automotriz Baja Sur a Automotriz Mar de Cortés, y algunos negocios en el estado han hecho el cambio correspondiente. Por fortuna son ya varios los empresarios que han optado por el nombre de California para aplicarlo a sus negocios, lo cual es absolutamente legítimo porque históricamente nos pertenece”. En conversación vía telefónica a este medio, el maestro Coronado indicó que simpatiza con la idea de que el Estado vuelva a tener su nombre original: California.

Que se llame California… ¡Y California Norte!

Carlos Lazcano Sahagún, director del Museo de Historia de Ensenada, recientemente publicó Sobre el nombre California, donde explica el origen de este nombre y la evolución de su cartografía. Como se dijo anteriormente, proviene de Las Sergas de Esplandián, donde se menciona el reino de California, aunque asegura que “no se sabe el nombre de dónde viene, ni de qué lengua es, ni qué significa”; estudiosos han creído que tiene raíces árabes, o que el autor de la novela lo tomó de Califerne, de Canción del Roldán que se publicaron tres siglos atrás. Todo esto es especulativo, comentó.

El también geólogo indicó que el primer registro de este nombre se hizo en un mapa de 1562, trazado por el cartógrafo real Diego Gutiérrez, donde coloca el nombre de Cabo California a lo que hoy es Cabo San Lucas, y de ahí, brincó al resto de la península. Según el mismo historiador, la confusión de que esta zona era una isla empezó a principios del siglo XVII, sin embargo, hubo un mapa de 1541 que ya la definía como península.

Lazcano Sahagún, propone que Baja California Sur sea llamada California, y su Estado, Baja California, sea denominado California del Norte. Sin embargo, “en Baja California hay sectores amplios que asumen el término Baja; esta propuesta que yo hago no es bien recibida, muchos piensan que no es válida (…) La actitud es más bien de rechazo, pero sin ninguna base firme. El término Baja es como un término comercial es como una marca”, asegurando que el fondo del asunto es que allí hay mucha migración y no existe el arraigo que hay entre los sudcalifornianos. Además, en su opinión, a pesar de que ya existe el mismo nombre en EEUU, “no tenemos porque tomar en cuenta  a los gringos, históricamente (el nombre) es de los mexicanos”.

Resistencia civil responsable

Quien presentará la iniciativa ante el Congreso del Estado es el periodista Cuauhtémoc Morgan Hernández, director general de Colectivo Pericú, pionero de los medios digitales en la media península —que este año cumple una década. En entrevista para este medio declaró que “absolutamente nadie ha manifestado públicamente su interés por meter una iniciativa a fin de cambiarle el nombre al Estado, ni siquiera a nivel de diputados o de alguna fracción; el único que ha externado llevar esto al Congreso, con algunos compañeros, es su servidor y sí lo voy a llevar al Congreso (…) Ojalá que sea en enero. Yo personalmente acudiré a presentar una iniciativa para presentar el aspecto legal para que se cambie el nombre del Estado Libre y Soberano de Baja California Sur a únicamente a California (…) Estamos a tiempo todavía de cambiarle el nombre”.

Cuauhtémoc Morgan Hernández. FOTO: Cortesía.

Desde hace 3 años, aproximadamente, ha sido un impulsor de este tema. Señaló que EEUU —y últimamente con más fuerza, Donald Trump—, se han encargado de hacer llamar Baja a esta Entidad, habiéndose apropiado del nombre que le pertenecía a los sudcalifornianos, calificando ésto como “el despojo más grande que se ha hecho a esta patria, el de su nombre original”. Conocedor de la historia regional, recordó que “como siempre, desde el centro de la República, a esta tierra olvidada la llamaron de diferentes nombres. Cuando se estuvo en la verdadera posición, cuando se constituyó como Estado Libre y Soberano, allí debió haberse colocado el nombre como California (…) Era la gran oportunidad de recuperar el nombre original”. Para él, llamarla sólo Baja “es una pérdida de identidad (…) Están tomando esto como algo insignificante que no tiene sentido, porque no tienen un claro sentido de pertenencia a esta tierra, y cuando le mencionan Baja lo ven como algo muy común, cuando nos esta despojando de algo original”.

Como un “acto de responsabilidad civil nativa, oriunda de BCS” y como “una resistencia civil responsable”, desde hace 2 años lanzaron un video donde anunciaban que cada que se publicara una nota en Colectivo Pericú, antepondrían el nombre de California, como “La Paz, California“, etcétera. Así, “estamos impulsando que a esta tierra se le devuelva su nombre original, ni Baja, ni Baja Sur, única, seca y llanamente, California. Y así vamos a seguir, como una protesta permanente, a fin de ir propagando la idea”. Esta posición que calificó de “atrevida” —contó—, le ha acarreado críticas y recriminaciones; le cuestionan que Si ya existe un California, Estados Unidos, ¿cómo vas a pretender que aquí se le llame igual?; él responde que, históricamente, le pertenece ese nombre, que hay otros lugares con nombres iguales en el mundo sin que signifique un problema, y que una “reafirmación del nombre de California está en el mismo golfo que es Golfo de California: ahí viene una reafirmación de nuestro nombre, que con millones de olas nos bautiza”.

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Ayuntamiento de La Paz reitera: minera Los Cardones perdió amparo

FOTO: Ayuntamiento de La Paz.

La Paz, Baja California Sur (BCS). Este lunes, Santiago Leal Amador, director de Asuntos Jurídicos del Ayuntamiento de La Paz, declaró a través de un comunicado de prensa oficial que “se logró que este Ayuntamiento revirtiera la sentencia de amparo en contra de la empresa desarrolladora Zapal, quien pretende operar y establecer la minera en Los Cardones”.

Ésto luego de responder a los señalamientos de dicha empresa, donde manifiestan que son ellos los que ganaron el amparo que habían interpuesto en contra del gobierno que encabeza el alcalde Armando Martínez Vega.

Leal Amador repuso que desde el inicio de la administración se ha desconocido el cambio de uso de suelo que el Cabildo del XIV Ayuntamiento, en sesión privada, había otorgado a favor de la minera, ya que dicha sesión carece de legalidad al no cumplir los procedimientos establecidos para llevarla a cabo; por lo tanto el supuesto cambio de uso de suelo es también ilegal. Por ello, recalca que después de una lucha de tres años, se logró esta resolución irreversible a favor del XV Ayuntamiento de La Paz.

Recordó que en la pasada sesión de Cabildo, el aún Alcalde dio a conocer que se ganó la batalla jurídica en contra de Desarrollos Zapal. “El Segundo Tribunal Colegiado en materia administrativa, ordenó que las cosas quedarán hasta la Sesión de Cabildo del XV Ayuntamiento en la que se determinó la inexistencia de la Sesión Secreta del XIV Ayuntamiento”, dijo.

El Director de Asuntos Jurídicos subraya que esta administración nunca ha ocultado el proceso de esta demanda, ni han sido partícipes de proyectos que afecten los intereses de los ciudadanos en los temas del medio ambiente.




Cuestionemos al Procurador de Justicia de BCS

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Ius et ratio

Por Arturo Rubio Ruiz

La Paz, Baja California Sur (BCS). Debido a la presión social generada a partir el incremento en la incidencia delictiva en BCS, y a las confusiones y decepciones que la implementación del Nuevo Sistema de Justicia Penal ha generado en el ánimo de la ciudadanía, resulta urgente llamar a cuentas al Procurador de Justicia de BCS. Es imperativo que nos explique las causas que han ocasionado los pésimos resultados de su gestión, y sobre todo, es impostergable la decisión a cargo del Congreso local, respecto a la reiterada solicitud ciudadana de remover del encargo al actual titular de la procuración de justicia en el Estado.

La fecha de la comparecencia llegó y finalmente el Procurador habrá de comparecer ante nuestros diputados y tendrá que explicar el porqué de lo que él mismo denomina como “magros” resultados.

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La asistencia del citado funcionario ante los representantes populares, puede ser una farsa protocolaria, una simulación, un simple formulismo para cumplir un requisito procedimental, o bien puede ser una invaluable oportunidad para cuestionar al funcionario y exigirle una explicación precisa y sin cifras alegres, de la realidad que atraviesa la procuración de justicia en nuestro Estado.

Habría que solicitar entonces a nuestros diputados, que asuman con seriedad su responsabilidad de representación popular, y a nombre de la ciudadanía, cuestionen al compareciente, evitando las vaguedades y los términos generales, y se atiende en sus cuestionamientos a puntos específicos, precisando y acotando en sus interrogantes, tanto las causas como los efectos de cada uno de los planteamientos que se formulen.

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Inseguridad, impunidad, aumento de la criminalidad, abusos de autoridad, serían tópicos a priorizar. Bajo tales presupuestos, habrá que plantear entre otras, las siguientes cuestiones:

—Los largos periodos de espera en las unidades de atención inmediata, y la negativa sistemática a dar acceso a la carpeta de investigación tanto a defensores como víctimas. Se requiere cita previa, y sólo se permite consultar la carpeta si es en presencia del Agente del Ministerio Público. Eso se traduce en pérdida de tiempo para todos los involucrados, y para el Agente del MP que tiene que descuidar sus labores, cuando no es requisito legal que esté presente cuando los interesados consulten la carpeta de investigación.

—La falta de atención oportuna a las víctimas de delito, pues por regla general no se brinda atención adecuada, ni médica ni psicológica, lo que se traduce en re victimización y malestar para quienes sufren las incidencias delictivas.

—La falta de preparación y capacitación de los agentes de policía investigadora.

—La falta de un protocolo de entrevistas, que permitan a los policías de investigación realizar su labor con mayor eficacia y precisión.

—El reducido número de peritos en materias que resultan recurrentes en las investigaciones.

—La evidente falta de preparación y profesionalismo de los fiscales a su cargo.

—La reiterada práctica de delegar al poder judicial la toma de decisiones en asuntos de alto impacto.

—La falta de actos de investigación en la integración de las carpetas de investigación.

—La solicitud y obtención sistemática de ampliación de los plazos de investigación complementarios, con el único objeto de prolongar la prisión preventiva de los imputados en casos de encarcelamiento oficioso.

—La carencia de protocolos de investigación aplicables a los diversos tipos de delito.

—La falta de preparación de testigos, previo a su comparecencia a la audiencia de juicio.

—La falta de control y seguimiento de la agenda de citación de los testigos de cargo.

—La falta de preparación de las audiencias, lo que provoca una recurrente improvisación en el desarrollo de las mismas, con resultados negativos para los intereses de la sociedad.

—La falta de lineamientos generales necesarios para lograr la aplicación de los criterios de oportunidad. Esta carencia se traduce en un incremento de la carga de trabajo, en detrimento de la eficiencia en el servicio.

—La falta de unificación de criterios para determinar la libertad de los presentados en la etapa de investigación.

—La inadecuada aplicación de criterios de equidad en los procedimientos abreviados.

—Los cambios constantes de personal de investigaciones, que provoca enormes molestias y retrasos a los denunciantes, que cada vez que le cambian de fiscal en su caso, tiene que repetir prácticamente todo su planteamiento.

—Las quejas recurrentes del personal de la Procuraduría, respecto a los bajos sueldos, la falta de estímulos, los horarios y cambios de adscripción constantes e indiscriminados.

Estos temas, a groso modo, dan pie a una serie de cuestionamientos dirigidos a precisar las causas por las cuales no está funcionando el Nuevo Sistema de Justicia Penal, y sobre todo, llevar a los diputados a un ejercicio de responsabilidad en su representatividad, que les permita ratificar o remover al actual titular de la procuración de justicia en el Estado.

Si sólo van a oír cifras fantasiosas y alegres, seguidas de excusas y pretextos, entonces la comparecencia será una burla y una farsa. Si cuestionan al funcionario y le exigen explicaciones y sobre todo, soluciones, entonces valdrá la pena el ejercicio.