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Abren convocatoria Fotosensible 2022

FOTO: ISC

La Paz, Baja California Sur (BCS). El Gobierno del Estado, a través del Instituto Sudcaliforniano de Cultura (ISC), da a conocer por medio de un boletín de prensa que, ya se encuentra abierta la convocatoria Fotosensible 2022, esto con la finalidad de promover y difundir el talento de los exponentes de las artes visuales que habitan en Baja California Sur.

Así lo mencionó el titular del ISC, Víctor Hugo Caballero Gutiérrez, al señalar que para la selección de trabajos se tomarán en cuenta la creatividad, originalidad, destreza técnica y propuesta conceptual de las imágenes, al tiempo que las fotografías ganadoras pasarán a formar parte del acervo cultural del instituto para la promoción de las artes.

Asimismo, explicó que el concurso se compondrá de dos categorías: “Ojo Creativo” para adultos y la infantil para niños de hasta 13 años de edad. En la primera, se premiará al ganador con 25 mil pesos y 7 mil pesos para dos menciones honoríficas, en tanto que para la segunda se gratificará el primer lugar con 6 mil, segundo con 4 mil y tercero con dos mil pesos.

Las fotografías deberán entregarse acompañadas en un sobre cerrado con identificación en el exterior y en el interior los datos completos del autor y la documentación correspondiente: copia de identificación (IFE) o documento que acredite su residencia en el estado con un mínimo de tres años, así como una ficha de registro llena que podrán descargar en el sitio web www.culturabcs.gob.mxv , donde también pueden consultar las bases y lineamientos.

Para concluir, Caballero Gutiérrez informó que el lugar de recepción para entrega personal y por paquetería será en la Galería de Arte Carlos Olachea, ubicada en calle Antonio Navarro en la Unidad Cultural Jesús Castro Agúndez o bien enviarlo al correo electrónico galeriacarlosolachea@gmail.com y angulo.anibal@gmail.com. Mayores informes al teléfono 612-122-9196, finalizó el comunciado.

 




Estudio de la UABCS revela importancia de preservar humedales en aviturismo

FOTO: UABCS

La Paz, Baja California Sur (BCS). Según el reporte “Aviturismo con aves acuáticas y marinas en México”, realizado por Defenders of Wildlife de México, la Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS), Escuela Nacional de Estudios Superiores de Morelia y Teyeliz A.C., durante el año 2019, 979 mil 835 personas salieron a observar aves acuáticas y marinas en los humedales de México.

A través de un boletín de prensa de la UABCS se informó que, lo anterior se tradujo en una derrama económica de $240,664,000 dólares, es decir, $4,452,294,000 pesos, dejando constancia de la trascendencia que ha venido adquiriendo esta actividad.

No obstante, el equipo de investigación hace énfasis en que los humedales sólo abarcan el 6.5% del territorio nacional y México ha perdido el 62% de ellos. Aunado al crecimiento exponencial de más de 1,500% en el número de avituristas, principalmente en este tipo de zonas, se está registrando una saturación que puede derivar en la afectación tanto de las poblaciones de aves, como de sus hábitats. Tal es el caso de lugares como las Islas Marietas, en Nayarit; Ría Lagartos y Ria Celestún en Yucatán, que podrían estar llegando a su límite de capacidad de visitas al año.

Desde la percepción de Juan Carlos Cantú director de programas de Defenders of Wildlife de México, el aviturismo es una industria que seguirá creciendo tanto en número de personas como en derrama económica, razón por la cual se debe buscar un equilibrio en la actividad para que beneficie a los sectores involucrados, sin que afecte a las aves y los humedales que habitan, ya que son muy frágiles y se deben proteger de un ecoturismo desordenado.

Otro aspecto a destacar, es que 55.3% de los avituristas que observaron aves acuáticas y marinas en México hace dos años fueron mexicanos y el 44.7% extranjeros; aunque estos últimos, en tres de las regiones más importantes para la observación (Quintana Roo, Bahía de Banderas, Península de Baja California), representaron hasta un 87%.

“Sitios como Guerrero Negro, Alto Golfo y delta del rio Colorado, y Marismas Nacionales son pioneros de la actividad debido a los espectáculos formados por las concentraciones de cientos de miles de especies de aves”, asegura el Maestro Émer García de la Puente Orozco profesor investigador de la UABCS.

El catedrático considera que el aviturismo es una industria de gran derrama económica que ha beneficiado a las comunidades pesqueras que se encontraban en situación vulnerable y poco a poco se integran como prestadores de servicios ecoturísticos, de allí también la importancia de la conservación de los humedales por medio del aprovechamiento aviturístico, pues es clave para el desarrollo sustentable de nuestro país.

Para el caso de México, actualmente se tienen registradas 252 especies de aves acuáticas y marinas consideradas para observación, de las cuales 135 son migratorias y anidan principalmente en los EUA y Canadá. De acuerdo con el estudio, muchas se congregan en parvadas de decenas, hasta cientos de miles durante la migración, y otras más son residentes y anidan de forma colonial poniendo cantidades similares de nidos. De éstas, las últimas se consideran muy vulnerables a la presencia del ser humano, al grado que 56 especies de aves acuáticas y marinas se encuentran clasificadas en alguna categoría de riesgo, y 2 de ellas ya se extinguieron.

Para el Maestro Gilberto M. González Kuk de la Escuela Nacional de Estudios Superiores de Morelia, lamentablemente, las aves acuáticas y marinas se enfrentan a mayores dificultades en aquellos sitios que se ubican en litorales, como son la pérdida de su hábitat ante la expansión urbana, contaminación, erosión de cuerpos de agua e inclusive el cambio climático.

La presidenta de Teyeliz, María Elena Sánchez, coincide en que el aviturismo es un aprovechamiento sustentable que deja una derrama económica de miles de millones de pesos al año, constituyéndose además como una actividad perfecta dese el punto de vista de la conservación y de beneficio económico para las comunidades rurales.

A juicio de ella, si en el país ya existen diversas normas oficiales mexicanas que regulan la observación de vida silvestre como la de ballenas, tiburón ballena, entre otras, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales y la propia Secretaría de Turismo podrían trabajar en una política para reglamentar la industria del aviturismo.

Con ello se protegerían las aves y sus hábitats, pero también se garantizaría que la derrama económica se distribuya equitativamente, especialmente en las zonas rurales donde habitan las especies, subrayó. De esta maneral, concluye el boletín de prensa de la UABCS.