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Camino al Ariel 2023: Huesera, una revelación visceral en el cine de terror mexicano.

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Colaboración especial

Alejandro Aguirre Riveros

La Paz, Baja California Sur (BCS). El pasado 20 de junio, la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas develó los nominados a Mejor Película para la 65ª edición de los Premios Ariel. En una refrescante sorpresa, la lista está dominada por directoras talentosas: Alejandra Márquez Abella con El norte sobre el vacío, Michelle Garza Cervera con Huesera, Lucía Puenzo con La caída, y Teodora Mihai con La civil. A estas se suma Alejandro González Iñárritu con su menos que convincente regreso al cine mexicano, Bardo, falsa crónica de unas cuantas verdades. La totalidad de estas cintas están disponibles en plataformas de streaming, así que esta reseña es una invitación a todos las lectoras y lectores para que se adentren en estas películas, o las revisiten, y celebren este importante hito en la historia del cine mexicano.

Huesera, una revelación visceral en el cine de terror mexicano: Michelle Garza Cervera llega pisando fuerte. En su desgarradora opera prima, nos encontramos con Valeria, una joven con un deseo implacable de convertirse en madre, en un peregrinaje al pie de una monumental Virgen de Guadalupe de 33 metros de altura en El Ahuehuete, Ocuilan, México. Este escenario inicial, tan mexicano en su simbolismo y espíritu, pone el listón de una ambición por ir más allá no solo del género, sino de traspasar el cliché de todo lo antes visto en el cine de terror mexicano.

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La película cuenta la historia de Valeria, una mujer que, después de varios intentos, finalmente queda embarazada. A través de los meses de embarazo, se ve atrapada en un torbellino de emociones, entre la expectativa de la maternidad, la felicidad conyugal y la creciente presencia sobrenatural que parece perseguirla desde las sombras. Este cóctel emocional y misterioso se desenvuelve con una fluidez orgánica que te arrastra hasta el final.

La apuesta de Cervera es clara: traspasar las fronteras del terror, entrelazando temas sociales como la maternidad y los roles de género. Con ayuda de elementos narrativos, visuales y sonoros, la directora construye una atmósfera escalofriante que, en última instancia, desafía nuestras concepciones de la maternidad. El reparto, encabezado por Natalia Solían y Alfonso Dosal, cumple con creces, destacando el papel secundario del sudcaliforniano Enoc Leaño como padre de la protagonista. Las interpretaciones resultan magnéticas, especialmente la de Solían, que encarna fielmente la ansiedad palpable de Valeria sobre su familia, su vida y su embarazo para aportar una profundidad emocional que es crucial para que la historia sea efectiva.

Pero Huesera es más que un simple cuento de terror. La cinta explora críticamente la maternidad idealizada, la insatisfacción, la conformidad y el precio de vivir una vida no deseada para satisfacer las expectativas ajenas, especialmente dentro de la cultura mexicana. De este modo, la película aporta al cine de terror un giro valioso y poco usual, humanizando los miedos y deseos a menudo no expresados de las mujeres en torno a la maternidad.

No obstante, Huesera no está exenta de defectos. La relación entre el título de la cinta y su trama resulta algo forzada. Los elementos de terror pueden sentirse básicos perdiendo su potencial al no lograr vincularse efectivamente con la trama central. Además, algunos podrían argumentar que el enfoque de la película hacia el feminismo es erróneo, asociando la feminidad con supersticiones y la maternidad con una falta de responsabilidad.

A pesar de su originalidad y de su lograda representación de la Ciudad de México, la mayor caída de la película radica en su transformación en un drama social con ropaje de terror. Lo que debiera ser aterrador se convierte en un elemento tan metafórico y visual, que en lugar de sembrar temor, teje un poema visual. Al final, la cinta tropieza con la paradoja de intentar ser precisamente lo que busca superar: una película de miedo que no da miedo.

Con toda y estas fallas, “Huesera” es un título que no debes pasar por alto. Su retrato audaz de la maternidad y su crítica a la representación de las mujeres en el cine, junto con su aportación al género de terror, la convierten en una obra única. Con toda su crudeza y autenticidad, “Huesera” se destaca en el cine mexicano, marcando la llegada de una nueva voz prometedora en la dirección: Michelle Garza Cervera.

Actualmente esta cinta puede ser vista en Prime Video.

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AVISO: CULCO BCS no se hace responsable de las opiniones de los colaboradores, esto es responsabilidad de cada autor; confiamos en sus argumentos y el tratamiento de la información, sin embargo, no necesariamente coinciden con los puntos de vista de esta revista digital.




El cine mexicano: mucho, muchísimo más allá de Derbez y Chaparro

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Kinetoscopio


Marco A. Hernández Maciel

La Paz, Baja California Sur (BCS). En días recientes la industria fílmica nacional se ha visto envuelta en polémicas en redes sociales que fueron desencadenadas por el comunicado de la Academia Mexicana de Cine en el cual informa que, debido a la falta de apoyo del Estado Mexicano, ha decidido posponer la entrega y convocatorias del Ariel, los máximos galardones a la industria cinematográfica nacional (Aquí la liga).

Después de ello, varios integrantes de la industria, entre productores, directores y actores, así como periodistas y público en general, expresaron en Twitter sus posiciones sobre la situación. Algunas muy críticas sobre el actuar del estado y otras menospreciando el trabajo de la academia cinematográfica nacional. Acorde a los tiempos que corren, la polarización de inmediato se hizo notar y hubo un argumento muy repetido por aquellos que defienden esta posición del austericidio cultural del Estado, en el que palabras más, palabras menos, cuestionan el apoyo a una industria que tiene a sus máximos exponentes, según ellos, en las figuras de Eugenio Derbez y Omar Chaparro.

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Y bueno, a veces uno se pregunta cómo es que personas que dicen saber de cultura simplifican tanto sus discursos y se encierran en una narrativa que más que velar por el quehacer cultural, busca proteger a toda costa la ideología del gobierno dominante que en repetidas ocasiones ha denostado otros puntos de vista que no convergen con su forma de ver las cosas, incluida la figura del reconocido director y productor Guillermo del Toro, que en cuanto expuso su posición contraria a la línea oficial actual, empezó a ser atacado en redes.

Porque más allá de Chaparro y Derbez, y usando las mismas palabras del Del Toro, quien amablemente les solicita a los bots oficialistas que se den una zambullida en todo el cine mexicano, el ganador del Oscar dice: Hay voces nuevas y fuertes en el cine mexicano. Esas voces están atrapadas y los Arieles, la academia y los festivales, las mantienen vivas y urgentes. Si les parece alto el costo de una identidad, no se imaginan el costo de no tenerla.

Por ello, en afán de estimular el conocimiento amplio de la cinematografía mexicana actual, comparto algunos nombres de directoras y directores, con sus respectivas producciones, que valen la pena ver, disfrutar y saborear, pues este cine es el que nos da identidad, fortalece nuestro papel cultural y nos da una voz que resuena en todo el mundo. Y es precisamente este cine el que está en riesgo, pues el cine de Derbez, de Chaparro, de Higareda seguirá existiendo y encontrará su camino en el ámbito comercial.

Pero, al contrario, estas otras voces, más poderosas, pero menos conocidas, si no son impulsadas desde una política inclusiva, será más difícil para nosotros, como público exigente, demandar que estas historias también lleguen a las salas de cine y no las condenemos a la voluble trascendencia del streaming, que, si bien les da un lugar, las excluye del grial que es la gran pantalla en la sala oscura. Aquí una probadita sólo para empezar, la mayoría las pueden encontrar en las plataformas como Netflix, Amazon Prime o Filmin Latino.

 

Lila Avilés: La Camarista

Tatiana Huezo: Tempestad, Noche de Fuego

Fernanda Valadez: Sin Señas Particulares

Alejandra Márquez Abella: El Norte sobre el Vacío, Las Niñas Bien

Fernando Frías: Ya no estoy aquí

Alonso Ruizpalacios: Güeros, Una Película de Policías

Lucía Puenzo: La Caída

Amat Escalante: Heli, La Región Salvaje

Issa López: Vuelven

Ernesto Contreras: Sueño en otro idioma, Cosas Imposibles

Kyzza Terrazas: Bayoneta

 

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