1

Presentarán “Sobre el nombre de California” de Carlos Lazcano Sahagún

FOTOS: Internet / Cortesía.

Tierra Incógnita

Por Sealtiel Enciso Pérez

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). Este próximo jueves 15 de noviembre se llevará a cabo la presentación del libro Sobre el nombre de California del historiador Carlos Lazcano Sahagún. Los encargados de comentar esta obra son la escritora Olgafreda Cota Gándara y el maestro Sealtiel Enciso Pérez. La mencionada presentación dará inicio en punto de las 18:00 hrs. en las instalaciones del Archivo Histórico “Pablo L. Martínez”, sito en  Altamirano entre  Navarro y M. de Legaspi, en esta ciudad de La Paz, por lo cual se les extiende una atenta invitación.

La presente obra es de singular importancia, puesto que aborda de manera objetiva y en base a una nutrida cantidad de datos históricos, cómo nuestra península llegó a bautizarse con el nombre de California. Este libro nos va llevando a través de su gran cantidad de mapas históricos a descubrir la forma en la cuál era concebida nuestra tierra en los mapas de los siglos del XVI al XX, y cómo fuimos pasando de ser una isla hasta la certeza que hoy se tiene de ser una península.

También te pudiera interesar: El FUS y Loreto 70. Los movimientos que forjaron a Baja California Sur 

El autor, Lazcano Sahagún, es geólogo, historiador, explorador y espeleólogo. Tiene una relación estrecha con la tierra, su interés por lo desconocido lo ha llevado a ser un erudito de la península. Es, además, uno de los pocos que caminaron de punta a punta la península, lo cual realizó en el año de 1989. Es fundador del Museo de Historia de Ensenada así como de la Sociedad de la Antigua California.

La trascendencia de la presentación de esta obra estriba en que llega en el momento justo en que se da una gran polémica en la exclusión deliberada de la palabra California dentro de la denominación de nuestra península, como si sólo existiera para los estadounidenses y una cada vez más creciente cantidad de bajacalifornianos (de ambos estados) la California de la Unión Americana, sin ponerse a reflexionar que el primer sitio que recibió este nombre tan hermoso como simbólico fue la parte austral de nuestra península. Lazcano Sahagún dedica una buena parte de su libro a hacernos reflexionar en torno a evitar que se nos despoje de este nombre y a defenderlo, pero de manera informada, ese es el propósito de este material que nos presenta.

Como siempre, el Archivo Histórico de nuestra entidad nos vuelve a llenar de asombro y bajo la acuciosa dirección de la maestra Elizabeth Acosta Mendía, pone a la disposición de todos los sudcalifornianos  una conferencia y presentación de libro digna de las mejores salas y galería de México y del mundo.




Archivo Histórico lanza plataforma digital. Miles de documentos a un clic

PORTADA: ISC / Interiores: Sealtiel Enciso Pérez.

Tierra Incógnita

Por Sealtiel Enciso Pérez

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). Este miércoles 31 de octubre se llevó a cabo la presentación oficial de la Plataforma Digital del Archivo Histórico  “Pablo L. Martínez”. Este hecho es de trascendental importancia debido a que coloca a esta institución a la vanguardia en cuanto a la utilización de las TICS (tecnologías de la información y la comunicación) para la difusión de los tesoros históricos con los que cuenta.

Son cada vez más las instituciones que adoptan estas tecnologías del Internet para facilitar la consulta de sus grandes acervos desde cualquier parte del mundo. Además nuestro Archivo Histórico no ha escatimado ni en ancho de banda ni en espacio para dar una accesibilidad rápida en la consulta de sus documentos. La tecnología web que se ha destinado para su Plataforma Digital es de primer nivel con un diseño minimalista, ecológico y funcional que facilita la consulta, incluso de usuarios poco familiarizados con las tecnologías computacionales.

También te podría interesar: La rebelión de los pericúes. Un grito de rebeldía en la California ancestral 

La Plataforma Digital de este importante repositorio cuenta con 14 mil 500 fotografías, 96 títulos de libros que se pueden descargar de manera gratuita; catálogos que dan cuenta de 148 años de historia de nuestra península; 458 imágenes de mapas, planos y diseños de construcciones en el territorio; tres fondos digitalizados, 20, 268 expedientes y 69, 006 páginas digitalizadas de documentos. Todo lo anterior al alcance de “un clic” de cualquier escuela, institución, investigador, dependencia, compañía en cualquier parte del mundo.

El gran esfuerzo desplegado por todo el personal del Archivo Histórico  “Pablo L. Martínez” ha sido mayúsculo y consideramos que llega en el mejor momento, por lo que su contribución será valorada y sobre todo utilizada para generar más cultura.

 

Ofrecemos una gran felicitación a su directora, la maestra Elizabeth Acosta Mendía, por su capacidad de gestión y de organización que ha podido hacer posible el nacimiento de esta plataforma, y reconocemos el gran esfuerzo de las instituciones de Cultura de Baja California Sur al apoyar estas obras.

Nuestro Archivo Histórico estatal está a punto de cumplir sus primeros 50 años de existencia y consideramos que esta presentación será el punto de partida de unos festejos que se antojan inolvidables y sobre todo que resaltan la importancia de la Historia y su conocimiento para el engrandecimiento de Sudcalifornia.

—–

AVISO: CULCO BCS no se hace responsable de las opiniones de los colaboradores, ésto es responsabilidad de cada autor; confiamos en sus argumentos y el tratamiento de la información, sin embargo, no necesariamente coinciden con los puntos de vista de esta revista digital.




‘El Fuerte’ de La Purísima. El hombre que trasladó un piano a sus espaldas

FOTOS: Modesto Peralta Delgado.

California Mítica

Por Gilberto Manuel Ortega Avilés

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). Siempre que se habla de gente que vas más allá del promedio, ya sea en fuerza, velocidad o inteligencia, puede ocasionar que alguien se vuelva famoso; en la actualidad hasta puedes salir en televisión, si realizas proezas más allá de la que realizaría una persona común. Pero esto no es nuevo y en Baja California Sur tenemos el caso de un señor que su fuerza extraordinaria lo convirtió en leyenda.

Don José Flores, conocido ampliamente en La Purísima y San Isidro se ha vuelto una leyenda. Apenas rebasaba el 1.65 de altura, de voz aguda, nativo del Estado de Jalisco a finales del siglo pasado y con piernas cortas extremadamente fuertes.

También podría interesarte: El Tranchete del Diablo

Según testigos como familiares aún vivos, llegaron a relatar que sus piernas eran descomunalmente gruesas llenas de venas que se hinchaban y parecían que iban a explotar, cuando levantaba objetos que sólo él podía levantar, mucho aseguraron que si hubiera sido llevado alguna Olimpíada seguro la ganaba, y nunca se ha vuelto a ver nadie similar por la región.

Era una persona sencilla y respetuosa, sólo utilizaba sus habilidades superiores para sobrevivir o para servir a los demás, como cuando la familia Osuna lo contrató para que llevara a una señora enferma desde San Miguel de Comondú a Mulegé sentada en una silla que ató a su espalda; gracias a ésto salvo su vida, pero fue un viaje muy difícil, ya que había que atravesar la sierra, y los caminos no eran tan amigables como ahora.

Existen pocos registros del que los pobladores llaman con cariño El fuerte, y todas sus hazañas han sido transmitidas por tradición oral, así que es difícil determinar dónde termina la realidad y empieza la fantasía.

Un piano a sus espaldas

Doña Rosario Osuna, dama de alta sociedad de la época, compró un piano en Mulegé, pero no encontró ninguna manera de trasladarlo a La Purísima, entonces se le ocurrió la idea de proponerle la tarea a El fuerte, quien aceptó. Todos vieron partir con su cuerpo corto, sus robustas piernas y su caminar lento, pero indetenible. Siempre uso huaraches y unos minúsculos pantalones arremangados hasta las rodillas.

Muchos dudaron o hasta apostaron sobre su regreso, quizás tardo unos 20 ó 30 días, pero un día por la mañana llegó con el piano en su espalda, atado a un mecapal que se sostenía en su frente y abrazaba la estructura musical. Llegó por San Isidro y lentamente recorrió los 3 kilómetros que lo separaban de La Purísima. Recibió su pago y se retiró a descansar tranquilamente. Después de eso nadie dudó de sus habilidades.

Su fuerza fue descubierta de manera casual ya que su aspecto físico no la aparentaba, sus patrones de corte de caña le dieron una mula para que fuera por leña al monte; cuando regresó traía una enorme carga sobre su espalda y a su lado la mula ociosa solo cabestreada.

Se cuentan muchas cosas como que una vez lo encontraron caminando con una caja de madera sobre su cabeza, y que dentro de la caja venían su esposa y dos de sus hijas.

Se casó con la señora Nestora Panchana, y tuvieron 10 hijos: cinco hombres y cinco mujeres. Sus hijos y familiares recuerdan muchas hazañas, así como la alegría que les daba a los habitantes del pueblo cuando El fuerte decidía acompañarlos a traer leña, ya que significaba que volvieran con mucha de regreso.

Quedan pocos recuerdos de estos hechos, quizás uno de los más significativos fue el que se utilizó para realizar este relato, la entrevista que se hizo a don Miguel Alvarado Panchana, sobrino del El fuerte quien platicó todas estas proezas para la publicación llamada Compas el 28 de marzo de 1992, el cual lo podemos consultar en el Archivo Histórico “Pablo L. Martínez”.




128 Años de la fundación del Hospital Salvatierra

El primer Hospital Juan María de Salvatierra; fotografía tomada entre los años de 1890 y 1900. FOTO: Fototeca Nacional.

 

Colaboración Especial

Por Sealtiel Enciso Pérez

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). A finales del siglo XIX, era de imperiosa necesidad la creación una unidad hospitalaria que diera atención profesional a la cada vez más creciente cantidad de habitantes de esta capital. Durante varias administraciones municipales y estatales se había acudido ante el Gobierno federal para que ofreciera los recursos para crear y proveer de lo necesario a un hospital, sin embargo, la respuesta nunca había sido favorable.

Es hasta 1889 que el Gobernador —del entonces Distrito Sur de la Baja California—, el general Bonifacio Topete, decide iniciar la construcción de lo que a la postre sería el Hospital del Distrito y que llevaría el nombre del insigne jesuita Juan María de Salvatierra, impulsor del primer asentamiento colonial fijo en la California primigenia. En documentos que se encuentran en el Archivo Histórico “Pablo L. Martínez” se pueden consultar los registros de las donaciones que hicieron ciudadanos pudientes y caritativos de esta ciudad para apoyar la construcción de ese nosocomio, así como carteles de funciones de circo, zarzuela, ópera y demás actividades con cuyos fondos recaudados se compró instrumental médico, muebles e incluso el pago de los sueldos del personal que ahí laboraría.

También te podría interesar: ‘Recordando a mi mascota fallecida’. Regresa concurso de fotos ¡PARTICIPA!

Finalmente, el 14 de julio de 1890, en una gran ceremonia se inauguró este inmueble. “Contaba con dos salas con capacidad para 10 enfermos atendidos por su director el Dr. Santiago O. Biruete y sus colaboradores: los doctores Manuel M. Hidalgo, Valeriano Estrada y Federico Cota”, se lee en la cédula Una ciudad en estampas, exposición en el Centro de Artes y Tradiciones Populares de Baja California Sur. El inmueble se ubicaba en las calles Francisco I. Madero entre Juan María de Salvatierra y Manuel Torre Iglesias, en la colonia El Esterito, edificio que aún se conserva en uso.

Con el paso del tiempo, y ante las carencias económicas que se han vivido desde siempre en nuestra tierra, el hospital tuvo que ser apoyado por un patronato que realizaba colectas y actividades entre la ciudadanía para dotarlo de los insumos necesarios, sin dejar de funcionar un solo día. 42 años después de su creación, durante el mandato del general Juan Domínguez Cota, se ampliaron sus instalaciones, se dotó de 50 camas así como aparatos médicos modernos que apoyaran de la mejor atención de los pacientes.

Dentro de los célebres médicos que laboraron por muchos años en esta institución se encuentran Enrique Von Borstel Labastida, Francisco Cardoza Carballo y Raúl Antonio Carrillo Silva, de los cuales aún se recuerda su trato cálido, humano y profesional con el que atendían a sus pacientes. Entre el personal de enfermería, trabajador y esforzado, destacan Susana Osuna, Gloria Mercado, Isabel Coronado, Ma. Luisa Meza López, Anita Ruibal, Ma. Antonieta Salgado, Manuela Tellechea, María Luisa Cabrera, Leonor Salgado y Socorro Angulo, entre otros.

A finales de los 50’s, el edificio que albergó por casi 60 años al Hospital Salvatierra en El Esterito dejó de funcionar como tal, y la institución se trasladó a un nuevo edificio ubicado en las calles Virginia Peralta y Calle del Álamo en la colonia Burocrática (edificio que hoy ocupa el Centro de Readaptación Social para Menores Infractores). Durante este lapso de tiempo las autoridades del Sector Salud abandonan el nombre de este nosocomio y simplemente lo designan como “Hospital General de la SSA”.

En los años 60’s, se amplían y modernizan las instalaciones del hospital antituberculosis “Roberto Koch” (ubicado en las calles Lic. Primo de Verdad y Nicolás Bravo) para que se trasladara de forma definitiva a laborar en este sitio el Benemérito Hospital General “Juan María de Salvatierra”. Con el paso de los años, este hospital llegó a funcionar como hospital escuela (a partir de 1963) egresando de él más de 800 médicos y 300 especialistas.

El 15 de junio de 2010, se inauguran las actuales instalaciones en donde labora desde esa fecha el Benemérito Hospital, en Avenida De los deportistas entre Luis Barajas M. y Misioneros Combonianos.

Este próximo 14 de julio se conmemora el Aniversario de fundación de esta institución médica y es nuestro mayor deseo que el Gobierno Estatal y Municipal reconozcan, con un homenaje, el trabajo y las múltiples aportaciones del Hospital a nuestra California del Sur.




La Niña Vidente de El Triunfo, una de las leyendas más famosas de BCS

FOTO: Twitter.

California Mítica

Por Gilberto Manuel Ortega Avilés

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). El relato de La Saurina del Zacatón o mejor conocida como la Niña Vidente de El Triunfo, es una leyenda ampliamente conocida en Baja California Sur. La primera vez que se le dio forma escrita a todos estos testimonios fue en 1979 por el reconocido escritor Carlos Domínguez Tapia, con el cual ganó el primer lugar en los Juegos Florales celebrados en Mulegé ese mismo año.

Primero empezaremos a definir que es una saurina. En el ámbito esotérico, es una persona que lloró en el vientre de su madre y que tiene un don energético de sanación. Es una palabra que proviene de la palabra árabe zuharí que significa ‘adivino’ y ‘persona que puede manipular la energía’. En principio eran personas que podían detectar donde había reservorios de agua, mediante el uso de una varita de madera en forma de Y invertida. Saurino es aquella persona que ve el presente pasado o futuro en cualquiera de las circunstancias, puede tomar cualquier objeto seña o gesto como mapa para saber con exactitud, qué decir, dónde tocar. Tienen el don de ver, oír, tocar, saber, curar, etcétera. En el Norte Mexicano se escucha todavía esta palabra, donde la entienden como ‘adivino’ o ‘clarividente’.

También te podría interesar: Las luces de San Telmo en tiempo de huracanes ¿realidad o mito?

Circunstancias de su nacimiento

La pequeña Irenea había nacido dos meses antes de lo previsto. Fue en 1934. Hija de un Licenciado en Armas y una mujer de avanzada edad, estas circunstancias habían sido causa de muchos comentarios negativos de la comunidad. Mientras Gregorio era un joven de unos 20 años, doña Ramona era una señora muy grande, con hijos ya mayores, y tenía varios años que había perdido a su segundo esposo en las batallas revolucionarias. Incluso este tipo de comentarios se dieron durante la misma boda en la iglesia de El Triunfo, donde se escuchaban los murmullos Se casó con ella sólo por su dinero y animales, Sólo agarre confianza, le quitara el dinero y se irá, entre otros.

Luego, Ramona dio a luz una niña muy blanca de ojos verdes y cabello rubio, lo cual alteró mucho a la comadrona o partera ya que eran características físicas muy diferentes a sus padres. Irenea siempre fue una niña muy avanzada e inteligente, quien a la edad de un año actuaba como si tuviera 5; además, sus ojos verdes y cabello rubio contrastaban mucho con el color de piel de sus padres y hermanos, ya que ellos eran de cabello negro y piel morena. La superstición no se hizo esperar, incluso al médico de la localidad le daba curiosidad tal caso, y debido a la falta de información de la época, los habitantes del pueblo llegaron a pensar que hasta podría ser hija del mismo demonio.

En el mismo templo de El Triunfo se dio el primer indicio de las habilidades de clarividencia de la pequeña niña, cuando un 12 de diciembre, mientras se celebraban las festividades del santo patrono de la localidad, Irenea tomó de las faldas a su madre y llena de terror le dice que todo se iba a caer. Gracias a esa advertencia, doña Ramona alcanzó a salir, pero desgraciadamente más de veinte personas murieron aplastadas por la caída de parte del techo de la iglesia. Al ser ellas las únicas en salir bien de esa desgracia, aumentó el temor por la condición de la niña. Al día siguiente en el cementerio, durante el entierro de las víctimas, Ramona reveló con gusto que ella y su familia se habían salvado por un milagro de la virgen, pero la muchedumbre furiosa y temerosa comenzó a culpar a la niña extraña del suceso,  afirmando que era el mismísimo diablo. Así, tuvieron que huir ante los insultos y agresiones de la gente, y al ver el peligro la familia decidió llevar a la pequeña Irenea con su abuela al rancho Arroyo Hondo donde estaría más segura.

A pesar que en pueblo el sacerdote llamó a la cordura y evitar especulaciones respecto a la desgracia, asegurando que él mismo había advertido del peligro del techo hace tiempo, y que fue una coincidencia que la niña se encontrara en el lugar del accidente ese día, el pueblo no dejaba de acusar a la pequeña, y planearon ir al rancho El Zacatón donde asesinaron y quemaron a los padres y hermanastras de la niña, logrando sobrevivir dos hermanos que huyeron. La turba, al quemar todo el rancho, dio por hecho que la niña estaba dentro durmiendo, y las autoridades no pudieron culpar a nadie de tan horrible masacre.

Pasaron unos meses, y la población pareció olvidar todo lo sucedido. Una mañana de abril, los hermanos de Irenea llevaron a la niña a El Triunfo a comprarle ropa (ellos ignoraban que la masacre había sido a causa de la pequeña), y frente al templo ésta soltó la mano de sus hermanos y corrió adentro, donde encontró al sacerdote, quien la reconoció pero no sintió temor. Irenea le dijo Hace ocho años (en ese momento la niña sólo tenía cuatro) unos soldados enterraron ahí con cuatro tibores llenos de dinero, barritas de oro y mucha joyas que recogieron de las familias más ricas del pueblo, ¿Por qué no excava para que con eso arregle el techo de la iglesia? Diciendo eso, señaló el lugar, luego fue llamada por sus hermanos y abandonó el pueblo. Siguiendo su instinto, el párrico con ayuda de más personas buscó el tesoro, que ciertamente encontró. El suceso se dio a conocer rápido, incluso en los periódicos de la época.

El 12 de diciembre, a un año de la tragedia, se celebró una misa donde el sacerdote emocionado dijo: Hijos míos hace un año culparon a una inocente niña del desplome del templo y manos criminales acudieron al rancho a incendiar a sus familiares con la seguridad de que la pequeña moriría con ellos, la creyeron una encarnación de Satanás y la difamaron. Hace algunos meses la pequeña niña estuvo aquí y fue la que me señaló el lugar del tesoro del cual todos ustedes conocen, fue extraído del subsuelo de este templo. Una niña demonio, hijos míos no entra a la casa de Dios ni descubre tesoros para ponerlos en manos de la iglesia. La he traído desde el Arroyo Hondo donde vive con sus abuelitos, para que juntos recemos por las infamias pasadas, por la sangre derramada injustamente, por sus padres y hermanos, y por los que murieron hace un año en esa terrible desgracia.

La vida de Irenea transcurrió con normalidad hasta que en el mes de septiembre la niña se volvió a hacer notar, cuando al ver cómo el suero de la leche para elaboración de queso de su abuela se tiraba y arrastraba unas hormigas, y le hizo una terrible advertencia: Me quede viendo las hormigas que se ahogaban, y siento que dentro de algunos días va a correr tanta agua en San Antonio y El Triunfo, que mucha gente va a morir. La abuela tomó a la pequeña y en su mula fue advertir al sacerdote del pueblo, a pesar de que el cielo se mostraba despejado y tranquilo.

Como está registrado históricamente, el 17 de septiembre de 1939 comenzó a soplar el fuerte viento, y para la mañana del 18 volaban techos de las casas, caían árboles y una terrible lluvia, la cual no sólo afecto a El Triunfo y San Antonio, sino que arrasó totalmente Cabo San Lucas y produjo graves consecuencias en La Paz. Tiempo después, la abuela visitó al doctor en compañía de su nieta; al terminar la consulta, la señora prometió volver al día siguiente para continuar el tratamiento, pero la niña dijo delante del médico No vas a poder volver nunca. La abuela no dio importancia al hecho, le dio las gracias al doctor y volvió a Arroyo Hondo, donde la señora se puso muy mala por la noche y falleció.

Circunstancias de su muerte

Pasaron varios meses, y un ranchero en estado de ebriedad volvía a la comunidad de El Salto, al Norte del Arroyo Hondo, quien dice que de un enorme árbol le saltó a la cara un enorme gato montés al cual dio muerte con su machete y luego huyó. A la mañana siguiente, al no encontrar en su cama a la niña salieron a buscarla, y la encontraron totalmente descuartizada, junto a un charco de sangre y un machete de cacha negra.

La pequeña fue enterrada y se levantó una capilla. A pesar de tener más de 100 años está bien cuidada, pero mucha gente asegura que todavía se puede ver el fantasma de la niña jugando por esos lugares.
Los ranchos de El Zacatón y Arroyo Hondo ya no existen, y los pueblos de El triunfo y San Antonio se han visto disminuidos por la salida de sus habitantes en busca de mejores oportunidades a La Paz o Los Cabos.

La leyenda de la Saurina del Zacatón o la Niña Vidente de El Triunfo, sin duda, es parte muy importante del folclor y cultura de Baja California Sur, con esa mezcla mágica de eventos reales y algunos increíbles que recorren la voz de los habitantes a veces tocando la fantasía. Ese pueblo, característico de nuestro Estado, aún recibe visitantes para disfrutar de algunas historias y comida tradicional.

Esta versión publicada, de la muchas veces contada leyenda, fue consultada en la publicación llamada “Nosotras” numero 13 noviembre de 1979, resguardada en el Archivo Histórico “Pablo L. Martínez”.