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Ajedrez de BCS tendrá un cierre de año muy activo: INSUDE

FOTO: Archivo / Interior: INSUDE.

La Paz, Baja California Sur (BCS). “El ajedrez sudcaliforniano tendrá un cierre de año muy activo con tres torneos, uno de ellos nacional, nos da gusto que se esté reactivando positivamente la participación de este deporte en el estado con presencia en eventos locales, nacionales e internacionales ya que la pandemia pausó muchas cosas”, así lo manifestó Daniel Ojeda Vergara, presidente de la Asociación Estatal de Ajedrez en Baja California Sur, informa el Instituto Sudcaliforniano del Deporte (INSUDE).

Tras culminar el evento Panamericano de Ajedrez en Los Pinos, Ojeda Vergara dio a conocer que Baja California Sur tuvo una buena participación al colocarse Alejandro Núñez Hirales en la posición 13 y Algol Jorajuria Mendoza en la posición 17 de un total de 60 jugadores provenientes de El Salvador, Colombia, Cuba, Venezuela, Puerto Rico y el país anfitrión, México.

Asimismo, dio a conocer que Algol Jorajuria Mendoza participará en los XI Juegos Nacionales de Ajedrez Infantiles y Juveniles 2021 del 19 al 21 de noviembre en Cancún, Quintana Roo, acompañado por Zuben Algenubi Jorajuria Mendoza y su entrenador Rubén Jorajuria Lara, será su última participación en esta categoría teniendo la oportunidad de clasificar al Festival Panamericano de la Juventud 2022.

Del mismo modo, el dirigente del ajedrez de BCS comentó que para los últimos días de noviembre se realizará el Tercer Encuentro de Ajedrez en Los Cabos, evento en coordinación con el INSUDE, la Asociación de Cultura Física, Educación, Deporte y Salud Sudcaliforniana, además de que el 4 de diciembre habrá un torneo en las instalaciones del Instituto Mexicano del Seguro Social en la ciudad capital.

“Con esto, el ajedrez sudcaliforniano cierra este 2021 fuerte después de permanecer un tiempo apagado debido a la pandemia generada por el COVID-19, los ajedrecistas se encuentran motivados y con ánimo de participar, además se viene un inicio de año con actividad y eventos importantes”, culminó Daniel Ojeda.




Ayleen Ramírez y Algol Jorajuria, campeones de torneo estatal de ajedrez

FOTOS: INSUDE.

La Paz, Baja California Sur (BCS). La Asociación de Ajedrez del Estado de Baja California Sur, en coordinación con el Instituto Sudcaliforniano del Deporte (INSUDE) y el Club de Ajedrez “Lince’s” realizaron el Campeonato Estatal Absoluto 2021 “Rigoberto Loya Flores” reuniendo 18 ajedrecistas en busca de la victoria, da a conocer el Instituto a través de un comunicado de prensa.

El INSUDE alojó durante tres días el campeonato —mismo que fue inaugurado por el director general, Gilberto Garciglia Higuera— y después de 5 rondas, los ajedrecistas ganadores absolutos de este campeonato fueron en la rama femenil Ayleen Maribel Ramírez Toledo, y en la rama varonil Algol Jorajuria Mendoza, ambos deportistas destacados con resultados nacionales e internacionales.

En el marco de esta competencia, el Director del INSUDE también entregó un reconocimiento al entrenador comundeño Rigoberto Loya Flores por sus más de 20 años de trayectoria, formando ajedrecistas en BCS; además, directivos de la asociación de ajedrez del Estado dieron a conocer la organización que mantienen en el Torneo Estatal de Rápidos y Blitz, así como el tradicional Torneo del Pavo para finales del año con fecha pendiente por definir.

Finalmente, el maestro Garciglia Higuera ratificó el compromiso que tiene la actual administración con el deporte y enfatizando que todas las disciplinas deportivas recibirán el apoyo necesario para que, en conjunto entrenadores, deportistas y Gobierno del Estado, enaltezcan el nivel y la participación de niños, jóvenes y adultos.




Tablas

FOTOS: Internet.

La demencia de Atenea

Por Mario Jaime

Carl Schlechter, 1874-1918

Quiero pasear con Carl Schlechter

en el novecientos, bajar por una calle de piedra.

El sol se acaramela. Desde alguna ventana

un piano suena suave, y los ojos tristes de Carl

se encienden un poco. Le pregunto por su ajedrez,

por qué siempre ofrece tablas,

y él se encoge de hombros. Las palomas blancas se amontonan

en los alféizares. “Odio esa mirada en los ojos de los hombres

cuando pierden”. Lo amo. Compramos cerezas

en un puesto, guindas, oscuras, medio amargas,

y las comemos juntos. Lo beso,

probándolas en su boca. Quiero contarle

“Carl, te estás muriendo de hambre, a los cuarenta y cuatro,

y podrías ser campeón del mundo. Juega a ganar.”

Pero entonces él no sería quien es,

Y yo no habría hecho todo este viaje

desde el siglo siguiente para tomarle las manos

al maestro entablador, observarlo,

con leve inclinación, escuchando la quietud de las palomas,

uno a uno, en un sueño. Gentilhombre; gentil.

Sheenagh Pugh

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). El poema de Sheenagh es un homenaje al hombre que pudo haber derrotado a Emanuel Lasker y se quedó a un empate para ser campeón del mundo. Karl, el hambriento, no era de triunfos —por lo menos, no a la manera del depredador ajedrecístico que busca laureles.

Tres días jugó su partida contra Lasker en 1910. Tenía ventaja, incluso podía forzar un jaque perpetuo. Perdió. ¿Regaló la partida? ¿Quiso ganar de una forma espectacular para inmortalizarse en los anales? ¿Le dio miedo la victoria?  El match quedó empatado. Lasker retuvo, Schlechter se retiró desnutrido y ocho años después murió anémico.

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Era un caballero y un poeta de los escaques. Durante una partida en 1894, sacrificó la Dama y logró el jaque mate contra un Rey atónito que murió en el centro del tablero.

Lo vislumbro ofreciendo tablas a sus rivales más débiles. Para quedar amigos, para ser iguales en un universo desigual. Una mano tendida en un mundo despiadado. ¿Cuántas tablas habrá ofrecido Karl por gentileza? Lo irónico es que le faltó sólo una para inscribir su nombre en la lista selecta de los campeones.

Entrenaba a sus rivales; si ellos eran impuntuales, Karl retrasaba el reloj para ser justo, ofrecía tablas aún en posiciones ventajosas. Empatar en ajedrez es hacer un pacto, abrazarse después de las acciones. Un proverbio francés reza: No puedes jugar al ajedrez si eres de corazón noble. Karl contradijo ese pequeño evangelio con su andanza inútil, sus ojos de herbívoro. No es que no haya ganado. Barrió torneos en Ostende, Estocolmo, Viena, Praga… Pero lo decisivo…

Caminar después de su partida con Lasker por las calles de una frenética Europa, cuyo odio no podía impregnar los pasos de aquel hombre, debió ser un cuadro desolador. Al paso de los carros, acalambrada la tripa, sin patrocinadores, va Karl que ni sabe ganarse el dinero, ni sabe ser lobo en una selva industrial. Lo único que lamenta de su derrota no es la gloria, sino el reloj como premio que pensaba regalarle a su hermana. Vivía de lo exiguo en los torneos. Poco a poco el ambiente lo atrapó.

Los hombres se odiaron bajo estúpidos nacionalismos (pleonasmo), cavaron trincheras, se fusilaron, asfixiaron, empalaron, torturaron durante cuatro años. Karl ofrecía tablas. Inútil para “servir” a su patria, porque su patria era el club, el café, la charla, las posiciones bellas en un tablero que nada sabía de malevolencia. Y jugó en busca de otra oportunidad contra Lasker, continuó en los torneos, que cada vez pagaban menos, que cada vez eran menos importantes que el horror cernido sobre hermanos devorados.

Ganó tres veces el Trebitsch memorial. Volvió a enfrentarse a Lasker y a Rubinstein. Bebía en los cafés pero no tenía para comer.

Juega para ganar —le aconseja en un estrato temporal distinto la poetisa de Gales. Pero no, el juego está allí, por la belleza, lo inútil es lo más hermoso. Como la Luna, como el amor, como rondar en busca de posiciones en tableros mientras los hombres se destrozan por ignorancia.

Y los héroes de los periódicos luchan con bravura, y los enemigos son cobardes y torturan, y los países y las naciones se lanzan en busca de un mundo democrático que cuesta millones de almas, y los pacifistas son encarcelados, y los anarquistas son condenados al garrote por ser considerados satánicos, y los negros son linchados, y los soviéticos masacran a los capitalistas, y los blancos disparan a los rojos. Las mentiras giran sobre los cadáveres y justifican la ira. Karl tiene hambre pero ofrece tablas porque sabe sonreír y desdeña las medallas.

Murió. Ningún hombre puede soportar el mundo sin hombres, un mundo de simios ciegos y carniceros. Quizá ofreció tablas a la muerte y ella lo abrazó en aquellos días atareados.

Tablas eternas. Un pacto. Un sabio que desdeñó laureles para enseñar nobleza.

Como las traducciones son traiciones, más las que intentan traducir poemas, aquí copio el original del inglés.

 

Karl Schlechter, 1874-1918

I want to stroll with Karl Schlechter

in nineteen-hundred, down a street of stone

the sun’s turned to honey. From some window

a piano’s playing slow, and Karl’s sad eyes

kindle a little. I ask about his chess,

why he always offers a draw,

and he shrugs. White pigeons gurr

on the sills. “I hate that look in men’s eyes

when they lose.” I love him. We buy cherries

from a stall, morellos, dark, half-bitter,

and feed them to each other. I kiss him,

tasting them in his mouth. I want to tell him

“Karl, you die starving, at forty-four,

and you could be world champion. Play to win.”

But then he wouldn’t be who he is,

and I wouldn’t come all the way

from the next century to hold hands

with the drawing master, watching

the light slant, hearing pigeons hush,

one by one, into sleep. Gentleman; gentle man.

Sheenagh Pugh

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AVISO: CULCO BCS no se hace responsable de las opiniones de los colaboradores, ésto es responsabilidad de cada autor; confiamos en sus argumentos y el tratamiento de la información, sin embargo, no necesariamente coinciden con los puntos de vista de esta revista digital.




El hombre que perdió con El Diablo… Y lo venció

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La demencia de Atenea

Por Mario Jaime

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). Año 1570. El colérico papa Pío V ha condenado a Elizabeth I de Inglaterra por hereje, autorizando a cualquier católico para asesinarla, pero en Tropea, en la península de Calabria un amigo de El Papa, ajeno a la furia del pontífice, mira absorto los ojos flamígeros de una rubia bellísima que exhibe sus suculentas formas ante la iglesia.

Este hombre estupefacto es Paolo Boi, gran ajedrecista, el único que ha podido hacer tablas al genial Leonardo Il Putino, quien a su vez ha perdido con el inigualable Ruy López.

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Paolo y el diablo. V. Barthe 1936

Paolo era un cortesano del Duque de Urbino y trabajó para el poderoso Juan de Austria, ambos verdugos de turcos, corsarios y moriscos. Y a pesar de haber visitado medio mundo, haber jugado contra turcos en Hungría, capitanes piratas en el Mediterráneo y probar los favores de las meretrices venecianas, Paolo nunca se había enfrentado a una beldad sin igual.

Con su talante de soldado valiente y marinero sagaz, Boi se atreve a cortejar a la dama misteriosa. Pasan los días y entre ellos se ha formado una amistad que ilusiona a nuestro héroe.

A ella le gusta ese hombre elegante, de esbelta figura y cabello blanco, soltero, elocuente y de costumbres liberales, pero irreprochables.

El mundo parece detenerse cuando departen en la terraza del palacio de la dama, cuando sus criados sin lengua les llevan platillos aromáticos y miran los atardeceres zafiro del mar Tirreno, dulce color de la Magna Grecia.

El colmo de la maravilla es cuando Paolo descubre que ella es una jugadora aficionada de ajedrez. Ante un tablero de amaranto y piezas de marfil pasan las noches embebidos en una batalla matemática.

La dama juega fuerte, conoce los secretos de las aperturas, gana una y otra vez. Paolo no sabe si el embeleso radica en sus cabellos de oro, su talle fino, sus senos de alabastro, sus ojos de lava o su perfume arrebatador.

—El tablero fue tallado por el mejor artesano de Vibo Valentia —canta con argentina voz—, la madera viene de las selvas imbricadas en las Indias Occidentales.

Juegan noches y noches, en el encanto y la fantasía, Boi no se da cuenta de que nunca ha visto un crucifijo en los aposentos de la dama y que no sabe su nombre.

—¿Cómo es que sabe jugar tan bien?— le pregunta una mañana cuando cree en la felicidad arropado por sus brazos, abrazado a sus piernas perfectas en una alcoba de muselina y oro.

—Los persas musulmanes conocen los secretos más ocultos del ajedrez, querido— contesta ella dándole un mordisco fresco en los labios. —Tú conoces bien a los moros, has luchado contra ellos en las galeras, entiendes que su ciencia ha sido conservada desde los djinns hasta los indios y ellos reinventaron el juego que resume el conflicto entre la luz y las tinieblas—.

—¿Ellos le enseñaron?—.

La mujer se enreda en el cuerpo de Paolo, es una serpiente voraz.

—Yo vencí a al- Adli y al-Suli. Fui discípula de Alí al-Suyantri quien me enseñó los trece grados de ventaja, las normas de la táctica y la defensa de la espada. A su lado, nuestro juego es ridículo, yo vi a los grandes hacer sus aperturas sin esperar su turno para jugar en tableros con escaques de un solo color. Movían sus piezas con velocidad frenética sin cuidarse para nada de lo que movía el adversario. No era sino hasta que terminaban su formación que empezaban a pensar y jugaban la partida—.

Algunas veces, mientras sus manos se entrelazaban sobre un alfil, ella recitaba los versos de Ragib.

—¡Cuántas veces he visto dos escuadrones enfrentados ofreciéndose mutualmente la copa de la muerte!—

A veces ella colocaba las piezas para formar un problema y retaba a Paolo a resolverlo.

—Juega el negro con la torre y gana—.

El Siracusano exprimía sus sesos valorando las respuestas. Cuando fallaba, ella, displicente le mostraba la solución.

—Toma la alfereza con la torre, querido y da jaque. Captura la torre con su alfil. Toma entonces el peón con la torre y da jaque y la come con la suya. Da luego jaque el caballo, capturando el peón de banda y tiene que ir al centro. Recibe allí jaque del peón y se aparta un escaque. Jaque entonces el caballo amenazando también la torre y se dirige con movimiento diagonal hacia la alfereza. Recibe un jaque del caballo y retrocede en diagonal; recibe jaque del alfil y pasa a otra casilla. Jaquea entonces la alfereza, y al descender le da mate el peón—.

Sorprendido ante esta mujer que cita infieles y usa sus términos, Paolo solo atina a decir:

—¡Qué hermosa eres!—

Una noche se escucha el ulular de las lechuzas desde el Monasterio de Santa María dell’Isola. La brisa trae aromas de naufragios desde alta mar.

La bella se ha descubierto con una seda roja y su cabellera cae sobre sus hombros desnudos. Paolo Boi intenta reducir su taquicardia. La bella juega con blancas, Paolo con negras. Ella le dice:

—He oído que has jugado con Catalina de Medici y con el mismo rey Sebastián—.

Paolo sabe que ella lo intenta distraer. Como siempre su juego es preciso, exacto y seductor.

—Yo jugué una vez contra Alexander, lord de Urquhart, primer conde de Buchan, taimado y valiente, que dejó a su esposa para escapar con su amante. Murió justo cuando le di jaque mate. Era una noche muy distinta a la de hoy, en páramos helados donde las caoineags devoran a los hombres que siguen a los fuegos fatuos—.

Paolo escucha, pero no entiende. Las palabras de la mujer son oscuras y da un respingo cuando se da cuenta de la posición en que se encuentra.

Con su hermosa mano la mujer captura el caballo negro con su torre haciendo jaque.

  1. Txg7+ Rf6

Entonces la bella sonriendo sacrifica su dama capturando la torre y deja que el caballero caiga en la trampa.

  1. DxC6

Paolo se da cuenta de la maravillosa jugada. No tiene otra salida que retardar el mate.

  1. TxC6+ Dd6 4. Txd6 4. Txd6+

Paolo levanta la vista, de pronto intuye lo que siempre supo. Esos ojos magenta, la sonrisa retorcida y lúbrica, el ángel más bello que por siete días cayó y el infierno se cerró está ante él. Paolo no recula, traga saliva pero firme ya se ha enfrentado a las tentaciones, a las bombardas turcas y las cuchilladas francesas. Hombre de fe y tenacidad entiende que la partida está perdida, pero tal vez su alma dependa de su ingenio. Piensa y piensa concentrándose. El diablo danza alrededor.

Paolo mueve su peón.

4. Cxd6

Ofuscada por su soberbia, ella muerde el anzuelo.

  1. Cc7

Un alarido de odio sale de la boca grana del demonio. Su belleza se desvanece bajo una horrida metamorfosis. Alcanza a maldecir a su amante: “¡Morirás envenenado por tus enemigos!” y se desvanece dejando al ajedrecista entre una humareda, en medio de ruinas donde las ratas devoran cadáveres. El sueño se ha esfumado. ¿Qué sucedió?

El diablo se ha dado cuenta que d5 era el único movimiento posible y tras él vendría:

  1. Cxd5+ Re6 7.Te7++

Ese mate dibujaría el signo de la cruz y antes de soportarlo, el demonio prefirió escapar.

Pasan cinco años. Paolo Boi se enfrenta a Ruy López, al granadino Cerón y a Leonardo Il Putino en el Escorial bajo la venia de Felipe II. Los cortesanos y los grandes de España ponderan lo que es el primer campeonato imperial en la era moderna. Leonardo gana, pero Paolo en su fuero interno sabe que solo él escapó del diablo mediante una estrategia en la derrota.

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Anna Muzychuk, la ajedrecista que perdió sus campeonatos en defensa de los derechos de la mujer

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Hilo de media

Por Elisa Morales Viscaya

 

La Paz, Baja California Sur (BCS).  A pesar de que las mujeres hemos avanzado un buen trecho en el camino de los derechos de participación en la vida deportiva y académica, lo cierto es que continuamos enfrentándonos a situaciones de injusticia y opresión en algunos espacios, donde se pretende acallar voces y conciencias, y el ajedrez no está exento de este paradigma; por ejemplo, es un debate muy recurrente si debe haber separación entre sexos en un deporte ciencia como el ajedrez. Hay que anotar que existiendo esta distinción, todavía el premio para ellas en los campeonatos sigue siendo mucho menor que el de los hombres.

En este sentido hace algunos años sonó la ucraniana Anna Muzychuk, gran maestra de ajedrez y triple campeona del mundo, como símbolo y portavoz de las mujeres que se niegan a ser invisibilizadas o comprometer sus ideales sobre la igualdad de género en el deporte.

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En diciembre de 2017, Muzychuk renunció a revalidar su posición como doble campeona mundial y a un gran premio económico al no acudir al Campeonato del Mundo de Ajedrez Femenino de Arabia Saudí, ya que las autoridades exigían a las jugadoras vestir de velo e ir acompañadas de algún hombre para salir a la calle.

La ucraniana, hija de padres ajedrecistas profesionales, comenzó su carrera deportiva desde los cuatro años, cuando obtuvo su primer diploma como tercer finalista en un torneo donde todos los demás competidores eran mayores que ella. A los 6 años, ganó el primer Campeonato de Europa Femenino Sub-7 y continuó cosechando victorias en los Campeonatos Juveniles de Europa y del Mundo.

De acuerdo a sus propias palabras En el ajedrez, lo primero y más importante es el esfuerzo y el trabajo, por lo que no es de extrañar que haya invertido muchísimo tiempo en entrenarse para el juego: al irse descubriendo como una virtuosa, sus padres decidieron que Anna tomara su enseñanza escolar desde casa, sin la distracción de asistir a clases en un colegio, para dedicar más tiempo al ajedrez. Esta dedicación le ha valido para convertirse en Campeona del Mundo de Ajedrez Relámpago en dos ocasiones (en 2014 y 2016), Campeona del Mundo de Ajedrez Rápido en 2016 y subcampeona en el Campeonato del Mundo Femenino de Ajedrez Clásico en 2017.

Aun así, Muzychuk tomó la dura decisión de perder sus dos títulos por decisión propia en una fuerte postura en defensa de los derechos de las mujeres. En sus redes sociales manifestó: En unos días voy a perder dos títulos de Campeón Mundial – uno a uno. Sólo porque decidí no ir a Arabia Saudita. No jugar con las reglas de alguien, no usar abaya, no estar acompañado saliendo, y por completo no sentirme una criatura secundaria. Hace exactamente un año gané estos dos títulos y fui sobre la persona más feliz del mundo de ajedrez pero esta vez me siento muy mal. Estoy lista para defender mis principios y saltarme el evento, donde en cinco días esperaba ganar más de lo que hago en una docena de eventos combinados. Todo eso es molesto, pero lo más molesto es que a casi nadie realmente le importa. Ese es un sentimiento realmente amargado, aunque no es el que cambie mi opinión y mis principios. Lo mismo ocurre con mi hermana Mariya – y estoy muy feliz de que compartamos este punto de vista. Y sí, para los pocos que se preocupan, volveremos!

La postura de Anna hizo eco mundial. Este mensaje que publicó en Facebook obtuvo más de 165 mil reacciones y ha sido compartido más de 74 mil veces. Tiene más de 25 mil comentarios apoyándola, los cuales no dejan de aumentar y constantemente se suman más, aun a casi 3 años de su publicación.

También resonó entre el gremio ajedrecístico: muchas más jugadoras tomaron la misma decisión. Por ejemplo, Sabrina Vega Gutiérrez, la principal ajedrecista española. Y también casi un 40% de los principales ajedrecistas masculinos, como el campeón estadounidense Hikaru Nakamura, decidieron no jugar en ese campeonato, oficialmente denominado “Campeonato del Rey Salmán”, el cual, paradójicamente, fue parte de los intentos de las autoridades de Arabia Saudí de modernizar su imagen, permitiendo a las jugadoras jugar con la cabeza descubierta. Pero definitivamente esto no es suficiente para ocultar las violaciones a los derechos humanos que sufren las mujeres en este país.

Arabia Saudí destaca por ser uno de los países del mundo con mayor brecha de género. Persiste el sistema de tutela masculina, que cede a sus padres, hermanos, maridos o hijos la autoridad: las mujeres necesitan el permiso de un pariente masculino para poder realizar un gran número de actividades o procedimientos. Se discrimina a la mujer por su condición, basándose en leyes tradiciones y costumbres sociales. La mujer que es encontrada a solas con un varón que no sea su esposo o un familiar allegado se arriesga a ir a prisión asumiendo prostitución. También pueden ser detenidas por infringir las normas sobre la indumentaria. Aunque por apertura turística se permite que las extranjeras lleven un vestuario “modesto”, para las mujeres sauditas es obligatorio ir de negro riguroso de la cabeza a los pies, cubiertas totalmente por las abayas (especies de capa) y velos.

Presentarse a una competición en un país que trata de esta forma a las mujeres le resultó inadmisible a la ajedrecista, quien manifestó en una entrevista para BBC Mundo: Empecé a informarme sobre la situación y en todas partes encontré que allí los derechos de las mujeres se violan a diario. Llegué a la conclusión de que era inaceptable participar en esas condiciones… Fue una decisión muy dura. Sabía que si no acudía perdería mucho dinero y mis títulos, pero decidí mantener mi postura en defensa de los derechos de las mujeres.

Tras esta decisión, el grupo Iberdrola le otorgó el premio ‘Mujeres que brillan’ a Anna Muzychuk, por su reivindicación de la igualdad de género en el deporte. Desde entonces, esta joven de 30 años da charlas en pro de la igualdad y se ha convertido en imagen de la lucha contra la discriminación, y de acuerdo a sus redes sociales, planea su regreso al tablero en la primavera de este año.

Fue campeona del mundo tres veces antes y está convencida de que puede volver a lograrlo.

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