1

Lightyear: una dosis divertida de ciencia ficción

FOTO: Internet

Kinetoscopio

Marco A. Hernández Maciel

Pais: USA

Director: Angus MacLane

Duración: 105 minutos

La Paz, Baja California Sur (BCS). Durante toda la pandemia, el estudio de animación Pixar no había estrenado ninguna producción en las salas de cine. Desde Soul, pasando por Luca y más recientemente Red, todas fueron enviadas para alimentar al recién estrenado servicio de streaming Disney+ con resultados mayormente favorables en la crítica, dejándonos a varios con las ganas de haber podido disfrutar dichas producciones en la gran pantalla.

Tras dos años de ayuno, Pixar regresa y nos trae la aventura del Buzz Lightyear real, en el que se inspiraron los juguetes de la saga Toy Story. Si, esto suena un poco confuso y me permito aclararlo en la medida de lo posible. La historia contada en Lightyear no tiene absolutamente nada que ver con Toy Story, salvo el diseño del juguete. Creo que quedará más claro con un ejemplo: imaginen que en vez de Buzz Lightyear, el protagonista de Toy Story hubiera sido una figura de juguete de He-Man. La historia que conocimos de los juguetes de Andy no tiene nada que ver con la historia de la caricatura de He-Man, y aquí sería el mismo caso.

También te podría interesar: Jurassic World: Dominion. La creatividad en vías de extinción

Lo anterior me parece importante porque desde el estreno, he sido receptor de varias quejas muy amargas que ansiaban ver a los marcianos, a Woody o alguna interacción importante con Pizza Planeta. Nada de esto sucede y eso es algo bueno, ya que eso da pie a nuevos personajes y nuevas aventuras. Así que lo mejor es quitarnos esa expectativa y peso de encima para saborear un film de ciencia ficción que juega con conceptos como la relatividad y los viajes en el tiempo y disfruta la influencia de clásicos como Alien, Depredador, Star Wars, Star Trek y por supuesto, Wall-E.

Si, Lightyear apunta alto y busca ponerse al tú por tú con esos clásicos de la ciencia ficción. Apoyados con la siempre soberbia animación de Pixar, que película a película se supera y sorprende con los sets y decorados digitales, este film es una aventura intergaláctica divertida y emocionante que tiene su punto más fuerte en el desarrollo de sus personajes, porque si bien la capacidad técnica de Pixar es incuestionable, lo que ha hecho que este estudio sea ya un referente histórico del cine son los personajes tan entrañables que son capaces de crear, destacando la introducción de Sox, el gato cibernético que acompaña a Buzz en sus aventuras y que se convierte en el roba pantallas de la misma.

Desafortunadamente no todo es perfecto, ya que el guion del film sufre un poco al intentar develar el misterio principal, que si bien permite que la historia avance y se vuelva más emotiva, su resolución no está del todo bien ejecutada y puede provocar distracciones en el público que sigue buscando respuestas que no están de todo claras en en la trama.

​De igual forma, es notorio el peso de crear una película sobre un personaje ya conocido y muy querido, lo que presumiblemente limitó el potencial de experimentación y atrevimiento al que Pixar se ha destacado en otras producciones, como por ejemplo lo que pudimos vivir hace ya tiempo en Wall-E. En resumen, Lightyear es una memorable y emocionante aventura intergaláctica que desafortunadamente tenía un universo finito.

Quizás, sin el peso del apellido Lightyear, los realizadores de Pixar, ya liberados de esa carga, hubieran creado la aventura espacial que nos llevara al infinito… y mas allá.

__

AVISO: CULCO BCS no se hace responsable de las opiniones de los colaboradores, esto es responsabilidad de cada autor; confiamos en sus argumentos y el tratamiento de la información, sin embargo, no necesariamente coinciden con los puntos de vista de esta revista digital.




Pa´, me dijeron que te escribiera una carta

FOTO: Cortesía

 

Especial Día del Padre

 

Carta ganadora del Tercer Lugar del concurso “Carta al Padre” 2022

Por Ana Silva Yuen Fiol

 

Pa´, me dijeron que te escribiera una carta, pero no me sale. Aun así, lo intentaré con todas mis fuerzas, expresar en unas cuantas líneas todo el sentido que le ha dado a mi vida, el que Dios me haya elegido tu hija. Pero, a veces las líneas se quedan cortas, no me alcanzan los dedos, ni me alcanza el tiempo.

Si pudiera conocer ese poder superior que manifiesta el amor inefable que surge desde mis entrañas, por el simple hecho de ser tu hija, no me alcanzaría mi existencia para agradecerle.

Y es que puedo encontrar a través de cada día, una expresión de vida, y es ahí donde nace mi sentido de pertenencia al mundo que me trajiste, pa´.

Cuando mi edad avanza, me percato que el lugar donde me diste la vida fue elegido con un objetivo. Porque al visitar cada rincón incierto, te siento. Siento que pertenezco al sonido de cada ola del mar, como si estuviera aún en el vientre de mi ma´, siento que al escalar cerros y montañas puedo llegar a volar como las torcacitas que me gustaba corretear, y es ahí donde ahora encuentro mi libertad; y cuando el sol se funde en su más grande radiación, es donde el calor me hace sentir viva, y te recuerdo a ti, pa´, como un cálido día de verano en cualquier extensión de playa del mar Bermejo, donde íbamos y veníamos, recordando alguna vez, mi infancia llena de intrepidez.

Tu peculiaridad que te caracteriza, esa carga de energía que transmites con ímpetu y que vas derramando por tu paso en esta tierra, no te basta hacer tan poco dentro de lo complicado que la vida te va presentando, no te basta enfrentarlo, no te basta caerte y levantarte, si no compartes la lección aprendida con los seres que te rodeamos, es como si no vivieras la caída. Tus ásperas manos, con las que enfrentaste la escuela de la vida y te enseñó infinidad de trabajos, tu piel tostada y llena de cicatrices que me inspira aventurarme por el universo, ese eres tú, mi pa´, con un cúmulo de historias que contar, y una que otra vez, de exagerar, para presumirle a tus amigos lo bien que te ha tratado la vida. Tu voz firme y crítica, que en algún momento me impusieron y llenaron mis ojos de lágrimas, pero con una expresión siempre llena de afecto.

Hoy que soy una mujer adulta, me cuestiono todo y reflexiono, en este mundo tan maravilloso e injusto, tan incierto y versátil, ¿Cómo es que saliste adelante, con tan grandes retos? He de confesarte que alguna vez, fui tu propio juez. Te llegué a juzgar sin saber, ni comprender, pero reconocí que tuviste tu propia historia y hoy admiro las decisiones que tomaste, aun siendo tan joven, eternamente pusiste a tu familia en primer lugar. Y es que eso es un padre, una prueba de las acciones que conllevan muchos errores, pero que van acompañadas del amor más leal y puro que existe.

Pa´, me duele escuchar que, al nacer una niña, se espera más sufrimiento por su vida, que su felicidad. Y quizá, si me he enfrentado a un mundo desalentador por vestir de rosa y portar moños, tanto que, me llegué a sentir indefensa y abatida por la incertidumbre e injusticia de mi género, pero constantemente estuviste tu ahí, velando mis temores y alentando mis capacidades. Creo firmemente que la seguridad que me diste, al cubrir mi espalda y fomentar mi valor con firmeza, me impulsan a seguir de pie en la lucha por un sociedad más justa y libre.

Estamos en épocas de reconocer el camino recorrido, sanar heridas pasadas, y desaciertos cometidos, que nos han valido nuestra salud mental. Por lo tanto, reconozco que un padre hace todo lo que está en sus manos con las herramientas y recursos que tuvo a su alcance, dejando su vida de lado, y viviendo a través de su hijo, aceptando el reto de cambiar patrones pasados para no repetir historias, educar con el constante cambio que demanda la sociedad, admiro y aplaudo a cada uno de esos padres.

¿Quién soy yo? Tu hija, la vida que creaste con paciencia y ahínco, junto a lado de mi ma´ y hermanos, formaste ese árbol de raíces fuertes, con la firme convicción de que tu legado será el fruto de la afortunada educación que nos dedicaste, la cual se muestra con el significado de como tus hijos percibimos y enfrentamos la vida, con esa avidez de perseguir nuestros sueños.

Eres mi centro de carga y sótano de confesiones, donde mis miedos salen, pero me cobijas y proteges al instante. Me guías como un buen marinero a su tripulación, me señalas el cielo, recordándome que es el límite de mis talentos y habilidades, y si tenemos que luchar juntos, lo haces con seguridad y valentía.

Cada año te veré más cansado y viejo, más canoso y caprichoso, pero estoy muy segura que tu espíritu libre perdurará permanentemente, solo pido que me alcance la vida para regresarte ese amor incondicional que me brindaste, y si no nos alcanza el tiempo, no me preocupo, porque estoy muy segura que nos veremos en alguna parte del inmenso mar, ahí estarás tú, guiando las mareas y protegiendo la fauna marina, por fin veremos ese misterio que siempre quisiste ver en los océanos, y en algún momento nuestras almas se fundirán en un solo abrazo, con collares de perlas brillando, corales hermosos y una revolución de peces de colores revoloteando sin cesar.

Pa´, siempre si pude escribir la carta, me di cuenta de que no hay tiempo que perder, hay mucho que expresar acerca de mi sentir y amor hacia el ser que me obsequió la vida.

Hoy más que nunca, celebro y reafirmo, desde mi gratitud, por la vida simple, afortunada y grandiosa que hoy me ha tocado vivir, y todo es gracias a ti, pa´.

 




Fusióname, amor, fusiónate

FOTOS: Internet

La demencia de Atenea

Por Mario Jaime

 

“Criaturas del cielo, oíd mis votos.
Que no pueda separarse este joven de mi ni yo de él”.
Entonces los dioses, apiadándose de ella
los volvieron un mismo cuerpo.
Publio Ovidio Nasón
(Poeta Romano)

La Paz, Baja California Sur (BCS). Salmacis, náyade del monte Ida, emergió en un estanque prístino cuando vio a un joven desnudo bellísimo y se encendió por él. Aquel muchacho era Hermafrodito, hijo de la misma diosa del amor y del mensajero de Zeus. Salmacis, loca de amor (pleonasmo) les suplicó a los dioses que jamás pudiera separarse de ella. Los dioses, que castigan de formas terribles, fusionaron los cuerpos de Hermafrodito y Salmacis.

Eso cuenta Ovidio en Las metamorfosis. Este mito puede tener una correspondencia menos estética y más horrorosa en lo fondos oceánicos.

En la noche cerrada del abismo, a 3000 metros de profundidad, la oscuridad es pátina tenebrosa, imposibilidad de luz. Reino de ceguera, látigo de angustia, agujero negro limitado e inundado de agua helada. Parece el anfiteatro de la nada. Parece el sepulcro del mutismo. Parece la negación del abrazo. Nada más falso. En esta bóveda se da el fenómeno de amor más tajante jamás soñado por un obsesivo sexual.

También te podría interesar: Los hongos y el horror

De pronto una luz, linterna de Diógenes, sereno trémulo que destaca aún más la horrenda negrura circundante. ¿Es un crustáceo? Parece, tiene cientos de pelillos ajados, artejos brillantes. ¿Es un alga rodeando una medusa? Titila. Es una trampa. Cebo luminoso sobre dos mandíbulas erizadas por cuchillas asimétricas. Cuelga de un apéndice letal, esperando al iluso que, en medio de su hambre, quiera devorar y termine siendo embuchado. La dueña de la caña pegada a su cabeza y su boca erizada de muerte es una Rape abisal. Estos peces voraces son parte del monstruoso y bello festín del infierno.

De pronto expande su boca y su cuerpo se enciende en chispazos. Fuego artificial, su luz irradia y pone en evidencia un cuerpo perfecto, con ojillos eléctricos, cuernos esparcidos por el dorso, una barba ramificada pétrea y móvil. Nada en silencio, se apaga de nuevo. Sólo el cebo luminoso parece errar en lo eterno. A veces se enciende la barba y a veces las aletas en una serie de foquitos a velocidad de semicírculo. Luego oscuridad la engulle, se pierde, pero no desaparece allí sigue, sin luz, protegida por la clámide intensa de la sombra.

Este es el rape abisal Melanocetus es un lofiforme, pez de aguas profundas (> 1000 m); con bocas enormes, aletas sin espinas, zonas sin escamas y aletas pectorales sostenidas por un bracito. Se distinguen por ojos minúsculos y una caña bioluminiscente que le crece en la cabeza a modo de cebo. Lo interesante es que todos estos rapes abisales que se han capturado han sido hembras.

¿Dónde están los machos? Dentro de ellas.

Los machos son diminutos ávidos de deseo con un solo objetivo, encontrar a su novia, pegarse a ella, perforarla y meterse en ella. Al carecer de aparato digestivo, el macho se fusiona con la hembra que lo inerva con sus vasos sanguíneos. Lo posee como un órgano dependiente y el machos e reduce a un órgano testicular que vive ya dentro de ella, disuelto, fundido con su amada.

He aquí una pequeña descripción poética:

Perfuma.

Como toda hembra huele y su fascinación es imposible de vencer. Sigue la huella de su olor un macho de su especie. Pero no tiene caña, no tiene la mandíbula imponente ni los músculos de luz. Es apenas una tirita alargada y minúscula, mide la décima parte de la hembra que caza. Está embriagado de deseo, imagina ya el placer del cuerpo luminoso de la giganta contra su enclenque magnitud.

En ese desierto inmenso podría ser una presa fácil pero nadie lo puede encontrar, es un chicuelo, apenas y madura ya sexualmente. Toda su fisiología se concentra en olfatear, descarta hedores de llovizna carroñera, barajea fragancias, escoge entre pistas y al fin se excita con la hembra. A sotavento impele su natación frenética. Su imaginación se confunde con deseo, ya ha visto encenderse a su gigantesca musa y la alcanza. En medio del sepulcro engañoso, el pez abre su boquita y se fija a un costado de la hembra. Su débil mandíbula sin dientes nunca ha probado alimento. Es incapaz de cazar desde que dejó de ser larva. Sólo vive para amar y su misión es fundirse cuerpo y alma con ella. Los amantes son dispares, la novia es titánica para el nimio novio, posee columnas filosas, órganos sensitivos para cruzar el piélago, músculos robustos que el pequeño añora.

Ella ni siquiera lo ve, sólo detecta un pequeño clic. Los ganchos bucales del novio han establecido una fijación.

Y el sentimiento de la magia arremolina de nuevo en la canción del rape enamorado:

Déjame entrar, ser tú, no me basta el abrazo externo de nuestros cuerpos, deseo escuchar con tu oído, husmear con tus líneas nerviosas, quiero tenderme entre tu viscosidad, conecta mis venas a las tuyas, que fluya la misma linfa en nosotros de tu corazón al mío impulsando plaquetas enamoradas y glóbulos eróticos, bajar hacia tu pelvis osificada, tocar allí una rapsodia, morder la médula musical, vibrar juntos, compartir la neurotransmisión, hacer interferencia con tu éxtasis, pegar nuestros cerebros como plastas voluptuosas, ojo bajo el ojo, cuatriplicando las retinas, quiero absorber tu estómago, nadar entre el ácido de tu intestino, sofocarme encerrado allí, entre miasmas pútridos y ser parte del catabolismo, meterme entre costillas, embadurnarme con tu sangre, masturbarme mojado en tus vesículas, que lo devorado por ti pase a mi garganta y luego a tu torrente, respirar la misma agua, fusióname, amor, fusiónate, déjame entrar, ser tú, volverme tú, enlazar nuestros ribosomas, compartir tejidos, eternamente nuestras gónadas pegadas, bucear en tus óvulos sabrosos, robarlos, deleitarme con la marea electrificada de tu espina, masajear tu celoma, dormir en la caverna de tu boca, con tu lengua dura como lecho, aferrado a tus colmillos, secretar poemas que se introduzcan a empujones por tu cráneo, explorar tu hígado, revisar el manto que arropa tu vejiga, embriagarme en la taberna de tu páncreas, vender los secretos musculares, convertirme en un parásito dulcísimo, en otro órgano, en otro corazón, en otra mente, dilúyeme, incorpórame a tu cuerpo, quiero besar el camino de tu laringe, conocer las explosiones y limar tumores, cobíjame, quiero pernoctar en una casa palpitante, fusiónate, amor, fusióname.

FOTOS: Internet

Después de esta plegaria, el macho queda fijado a la piel de la hembra esperando el momento. La piel de ambos se funde, de tal manera que, primero, el macho se alimenta de la sangre de la hembra y poco después los vasos sanguíneos de su amada lo inervan. La gónada del macho reacciona y se desarrolla, ahora es un apéndice sexual, un órgano más de ella.

​Se ha cumplido su deseo.

__

AVISO: CULCO BCS no se hace responsable de las opiniones de los colaboradores, esto es responsabilidad de cada autor; confiamos en sus argumentos y el tratamiento de la información, sin embargo, no necesariamente coinciden con los puntos de vista de esta revista digital.

 




Padre ausente

FOTO: Cortesía

Especial Día del Padre

 

Carta ganadora del Segundo Lugar del concurso “Carta al Padre” 2022

 

Por Gil Rodríguez

 

 

Me es imposible recordar el día en el que ya no tuve la oportunidad de ir corriendo por ti para que me acompañaras a la cama y que me ayudaras a buscar en ese cuarto obscuro a algún monstruo que pudiera aparecer en mis sueños, o bien, que me dieras ese beso durante cada noche que me permitiera dormir con la seguridad de que papá velaría mis sueños y despertar e ir nuevamente corriendo a buscarte para comenzar un día mágico y lleno de alegría.

Yo era muy pequeña para saber ¿Qué había pasado?, ¿Por qué ya no estabas ahí?, ¿Por qué tenía que despertar todos los días en casa de mis abuelos?, ¿Por qué mamá quería que le dijera papá a una persona que no eras tú?; esas y tantas preguntas poco a poco he ido tratando de contestarlas, de entenderlas y he tenido que crecer más rápido que todos mis compañeros, he tenido que vivir situaciones que mis amiguitos no tienen que pasar ellos tienen juntos a mamá y papá.

Mamá me ha dicho que tú no estás, que tú decidiste irte, que tú ya no me quieres en tu vida, que tú estás mejor así, y me repite muchas veces que tú eres un padre ausente y sabes, he podido corroborar muchas cosas.

Aún soy muy pequeña, pero no sabes como disfruto cada que me platicas todo lo que paso el día en que nací, me encanta ver la foto que tomaste cuando mi cabeza iba saliendo del cuerpo de mamá en ese cuarto lleno de doctores, y que me digas que tú fuiste el primero en verme llegar a este mundo, pero sabes, me gusta porque tus ojos se llenan de nostalgia y de entusiasmo cada vez que me lo dices. Estoy segura de los cuidados que le diste a mamá y a mí durante esas primeras horas de mi vida porque son los mismos cuidados que sigues teniendo conmigo y me siento orgullosa de que tú hayas sido mi papá, porque solo tú eras capaz de darnos esas atenciones que tanto necesitábamos en ese momento, sabes, mamá ya me llevo a conocer ese hospital donde nací y ¡woow!, solo puedo decir gracias.

A veces quisiera poder ir hacia el pasado, y nuevamente sentir tus brazos de consuelo cada vez que despertaba con hambre por las noches, te imagino con los ojos cerrados levantándote y cargándome para llevarme a la cama con mamá y poder comer, tenías que esperar a que yo pudiera terminar y volvías a cargarme para sacar ese aire que probablemente no me dejaría dormir, me brindabas ese arrullo para volver a caer en ese profundo sueño acurrucada en los brazos de papá y tú sin demostrar cansancio por el trabajo del día y aún sabiendo que tu día comenzaría muy temprano al día siguiente, y aun así no lo dejabas de hacer.

Hoy día, a mis 6 años me pregunto ¿Qué tanto son 1,508 Km?, y creo que no es mucho, no puedo entender muy bien donde está La Paz y donde está la Ciudad de México, sé que me lo has enseñado en un mapa y hasta mamá dice que tú te fuiste lejos, pero tú me haces sentir que no es así, te siento muy cerca con cada mensaje que me escribes en la mañana preguntando ¿Cómo dormí?, con esos mensajes a lo largo del día, en donde a lo mejor es una simple carita, pero es una carita que me puede decir que estás pensando en mí, y si creo cada vez que me dices que todo el tiempo estás pensando en mí; me entusiasma que llegue la tarde porque sé que me hablaras y me preguntarás ¿Cómo me fue en la escuela?, ¿Qué hice en el día?, ¿Qué comí?, ¿Qué si ya cené?, y todo aquello que me dices en esa llamada que todos los días me haces en la que puedo darme cuenta que es cierto cada que me dices que soy el amor de tu vida.

FOTO: Cortesía

También me haces sentir importante y sé que tú también lo eres, porque vienes a verme en avión, necesitas volar para que podamos estar juntos y cada mes lo haces, te veo una o dos veces por mes y esas veces volteo a ver el cielo para ver si en ese avión vienes tu y ya vendrás a recogerme, perdóname las veces que has venido y mamá no me deja verte, sé que llegas cansado y por el simple hecho de que vas a verme se te olvida, lo sé porque tienes la energía para que hagamos muchas cosas, para que juguemos y salgamos, te duermes después de mí y despiertas antes que yo y así me he dado cuenta de que tú eres incansable. Sé que son pocas horas las que llegamos a estar juntos, pero gracias por dedicarme cada segundo de esos días que estás aquí, conmigo.

Amo salir de paseo y de vacaciones contigo, que quieras nadar a mi lado protegiéndome, porque yo quiero estar sin mis flotadores, y a pesar de que el agua esté fría y de que el sol esté quemando todo lo que sus rayos tocan, tú estás conmigo, procurando ponerme ese bloqueador solar y todo aquello que necesite, a pesar de que tú olvides ponerte y acabes todo quemado. Me da risa cada que paramos en estas tiendas Oxxo, con tal de conseguir todos y cada uno de los perritos de juguete que forman la colección, me encanta que vayamos platicando, cantando y jugando a ver los colores de los carros cada vez que estamos paseando tú y yo solos. Gracias por llevarme a cenar a donde yo quiero, esos taquitos que tanto me gustan, gracias por ir corriendo tras de mí mientras yo voy en bici, en patín o patines recorriendo ese hermoso malecón y tú vuelves a demostrar que eres incansable y que siempre estarás ahí para mí, hemos vivido tantas aventuras que ya me es imposible acordarme de todas, aun cuando has llenado de hermosos y maravillosos recuerdos mi vida.

He visto como te preocupas cada que enfermo y compras las medicinas o le pagas a los doctores desde tu celular, ese teléfono azul que te ayuda también a mandarme la despensa, a comprarme ropa, tenis e inclusive poder pagarme todo lo que necesito de la escuela, ¿Qué seriamos tú y yo sin ese teléfono? Ese mismo teléfono que nos permite mandar esos mensajes, esas llamadas y lo mejor de todo las videollamadas para poder ver tu cara todos los días.

Pero sabes, sufro cada vez que voy a verte porque aun cuando la casa esta limpia y la mantienes con vida, veo que estás muy solo, enfrentas cada día tu solito con tal de que a mí no me falte nada a pesar de la distancia, lloro mucho cada vez que estamos juntos y dejo de verte, sé que mamá te ha dicho que me pongo así porque no me brindas estabilidad emocional, pero sabes papi, es todo lo contrario, en ti encuentro toda esa paz emocional que necesito para sentirme bien.

Es por eso que me he dado cuenta y he podido corroborar que a pesar de lo que diga tanta gente que esta a mi alrededor, me has demostrado con todo lo que haces, con todo lo que tienes que luchar, que vivir, con el tiempo que me dedicas cada día, que en verdad soy tu princesa, tu muñeca, tu guerrera, tu amor incondicional, tu vida entera; y quiero decirte papi, que tú vives en mis palabras, en mis pensamientos y en mis sentimientos, por lo que jamás podrás ser mi PADRE AUSENTE.




El cuidado de los viejos entre los antiguos californios

 

Tierra Incógnita

Sealtiel Enciso Pérez

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). Los antiguos californios, al igual que todos los demás grupos humanos, desarrollaron costumbres y tradiciones con el transcurrir del tiempo. En el caso del trato hacia los ancianos, estos relatos se deben de interpretar a la luz del proceso de desarrollo histórico en que se encontraban (paleolítico) y propiamente de lo que hacían los grupos cazadores-recolectores.

La información más abundante que nos ha llegado hasta nuestros días sobre la forma en que se trataba a los viejos entre los Californios, ha sido la consignada en informes y relatos elaborados por los misioneros jesuitas que a través de más de 70 años desempeñaron su vocación entre ellos. Es importante hacer la observación que muchos de estos sucesos son narrados desde la perspectiva Europea, y matizados constantemente con la visión de hombres dedicados a la evangelización, por lo que hay que realizar un ejercicio de interpretación sin caer en creer a pie juntillas en lo que se relata.

También te podría interesar: Apuntes históricos sobre el arte rupestre en Baja California Sur

Miguel del Barco, misionero que por más de 32 años vivió en la Misión de San Francisco Javier Vigge-Biaundó, menciona que cuando se elaboraba la famosa tatema de mezcales para ser consumido, los restos de estos mezcales, los cuales ya eran desechados por estar casi secos, eran reutilizados de la siguiente manera: Este bagazo no siempre se pierde; porque los viejos y viejas (que aunque les den de comer, siempre tienen hambre), suelen recoger estos tacos que están tirados en el suelo; y estando bien secos, los muelen entre dos piedras y, así, hechos polvo, los comen. También menciona lo siguiente Otros, especialmente los viejos, que son los más hambrientos, no perdonan a las correas muy secas y de muchos años, sacadas de cuero de toro; porque, tostadas y golpeadas con piedras, las hacen accesibles a sus dientes. Lo anterior nos lleva a pensar que en estos grupos nativos, los ancianos hasta una edad muy avanzada buscaban su propio sustento, el cual obtenían por su cuenta, de los desechos de la alimentación, y del vestuario, del resto de los integrantes del grupo.

El sacerdote Juan Jacobo Baegert, que misionó por espacio de 17 años entre los Guaycuras de la misión de San Luis Gonzaga Chiriyaqui, menciona lo que pudo observar sobre el cuidado de los ancianos moribundos, por parte de los Californios de su Misión: Es de temerse que entre los que caen enfermos en el campo y no son llevados a la misión, haya algunos que sean enterrados vivos, especialmente cuando se trata de ancianos o de personas que tienen pocos parientes, pues acostumbran cavar la fosa dos o tres días antes que se aproxime la agonía del enfermo; parece que les es molesto quedarse sentados al lado de un viejo, aguardando su fin, ya que desde hace tiempo ya no sirve para nada o sólo les es un estorbo y que, de todos modos ya no podrá seguir con vida. Conozco a una persona que resucito, con una buena dosis de chocolate, a una muchacha que según la usanza del país, ya estaba envuelta en un cuero de venado amarrada y lista para ser enterrada, y que después sigma viviendo por largos años. A una anciana ciega y enferma, los cargadores le retorcieron el pescuezo para no cargar con ella unas cuantas leguas más, hasta la misión. Otro individuo murió asfixiado, porque, para protegerlo de los mosquitos que nadie quiso ahuyentarle, le cubrieron de tal manera que le cortaron la respiración. A pesar de que este tipo de prácticas nos parecen horrendas, es importante mencionar que todos los grupos sociales del mundo las llevaron a cabo en la etapa paleolítica, incluso en la actualidad aún existen grupos humanos que viven en regiones apartadas, y que llevan a cabo estas prácticas.

Las bateas eran unas cestas y recipientes en los cuales, las mujeres tostaban las semillas. Aquí se menciona quién las elaboraba: Los hombres son los que hacen las bateas y principalmente se aplican a esto los viejos que aún tienen alguna robustez, mas no están ya hábiles para la casa de venados (Miguel del Barco). Aquí podemos darnos cuenta que los Californios sabían aprovechar la experiencia y paciencia adquirida por los ancianos para elaborar este tipo de enseres que eran de gran importancia en su vida diaria.

Finalmente, en los informes de los jesuitas se da cuenta que los ancianos, en los diferentes grupos que habitaron la California, fueron los más difíciles de convencer para acepar la evangelización, así como para abandonar sus antiguas costumbres. Los sacerdotes mencionan que no bien un nativo acababa de recibir el bautismo y de renegar de sus antiguas creencias, que ese mismo día o al día siguiente acudían a su hechicero para que los curara de enfermedades o los aconsejara sobre cómo actuar en determinados sucesos cotidianos. Incluso Miguel del Barco menciona que a pesar de que en las Misiones se construían pequeñas chozas para que habitaran las mujeres, niños y ancianos, estos últimos nunca aceptaron pernoctar en ellas, ya que su costumbre ancestral era dormir al aire libre, en el suelo.

Aún falta mucho por investigar en los Archivos que existen en México y el mundo, donde se encuentran documentos que narran las costumbres y sucesos que acontecieron en el tiempo que aún vivían la mayoría de los Californios, tarea es de los historiadores el acudir a estos sitios y darlas a conocer a todos los interesados.

Bibliografía:

Clavijero, Francisco Xavier. (1731-1787). Historia De La Antigua Ó Baja California. Alicante : Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, 2010. Original: Méjico, Imprenta de Juan R. Navarro, editor, 1852.

Barco, Miguel del, Historia natural y crónica de la antigua California. Adiciones y correcciones a la noticia de Miguel Venegas (formato PDF), 2a. ed. corregida, estudio preliminar, notas y apéndices por Miguel León-Portilla, México, Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Investigaciones Históricas, 1988, 482 p., dibujos y mapas (Serie Historiadores y Cronistas de las Indias 3)

Baegert, J. (1942). Noticias de la Península americana de California/por el Rev. Padre Juan Jacobo Baegert. Introducción P. Kirchhoff; traducción P. R. Hendrichs. México, Antigua Librería Robredo de José Porrúa e Hijos.

__

AVISO: CULCO BCS no se hace responsable de las opiniones de los colaboradores, esto es responsabilidad de cada autor; confiamos en sus argumentos y el tratamiento de la información, sin embargo, no necesariamente coinciden con los puntos de vista de esta revista digital.