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“DeSazón” se presentó en La Paz; primeras actrices cocinaron sus recuerdos

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Foto promocional de la obra de teatro “DeSazón”, en Internet. Fotos interiores de Modesto Peralta Delgado.

La Paz, Baja California Sur (BCS). “DeSazón” se presentó la noche de este martes 15 de noviembre en el Teatro de la Ciudad. No es la primera narraturgia que se muestra en La Paz. Recordamos al menos tres puestas en escena, en los últimos meses en esta ciudad, donde la narrativa y la dramaturgia se unen en un foro, a través de largos parlamentos que conllevan a un punto en común entre los personajes. Así, esta obra de Víctor Hugo Rascón Banda (1948-2008) mostró a través de tres monólogos la vida de mujeres que simbolizan la multiculturalidad del estado de Chihuahua.

Julieta Egurrola dio vida a María Müller, menonita; Angelina Peláez a la maestra rural Consuelo Armenta; y Luisa Huertas a Amanda Campos, la tarahumara. Las tres primeras actrices de televisión encarnan la historia original —de 2003— de José Caballero y Alejandro Luna, bajo la dirección de Luis de Tavira, de la Compañía Nacional de Teatro.

A las 20:10 horas comenzó la obra. Julieta Egurrola salió de entre el público y un hombre le colocó un micrófono en un escenario desnudo, vestido sólo con unas cuantas sillas. La mujer menonita, de origen —y acento— europeo cuenta el despojo sufrido a las propiedades de su familia por parte de los bancos, y el virtual abandono cuando su esposo sale a trabajar a Estados Unidos. Angelina Peláez siguió, con un divertido relato de amores en medio de una violenta comunidad asediada por el narco. Finalmente, Luisa Huertas cuenta cómo llegó a convertirse en la mujer tarahumara huyendo de los militares y rescatada por un integrantes de esa etnia.

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A su manera, cada una de las mujeres nos informaba de ciertas estampas del estado de Chihuahua. Las tres, tocadas por la violencia o la marginación, contaban sus relatos a manera de talk show, mientras daban recetas de cocina, quedando sus historias en un punto de suspenso del que no se prevé, precisamente, un final feliz. Al contrario de sus comidas, sus vidas no parecían terminar de cuajar.

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Al transcurrir los casi 90 minutos de la puesta en escena, entre los asistentes que llenaron la parte de abajo del recinto y buena parte de arriba, empezó a haber gestos de aburimiento e impaciencia. La obra llegó a sentirse un poco lenta. El sonido no ayudó nunca —acaso ¿no se hacen pruebas de audio?  ¿Por qué contando con el beneficio del micrófono apenas se oían las actrices?— y tampoco vi justificación de que no se terminaran de apagar las luces de arriba del público.

Y no es que las actrices hayan fallado. Al contrario: hicieron gala de una memoria maratónica, una perfecta dicción —incluso, un acento muy asertivo a sus interpretaciones— y una estupenda corporalidad, muy adentradas en sus personajes. Sin embargo, de pronto se escuchaba más el aire acondicionado —o las toses o estornudos— que sus voces; y no faltó la imprudencia del público: una asistente abandonó la sala desde la primera fila, y Luisa Huertas —casi al final de su interpretación, no sabemos si aún dentro de su personaje o no— “agradeció” que se hubiera ido porque “nomás estuvo picándole al celular”, cosa por la cual, ya en camerinos, fue apoyada por quienes convivimos un breve momento con las actrices.

Esta vez no hubo una ovación de pie unánime, incluso, algunos parecieron salir a toda prisa. Con todo, no deja de ser una interesante historia y muy bien interpretada. Más allá de lo escénico, DeSazón contiene un relato fuerte, crítico, y señala la vulnerabilidad de mujeres maduras que fueron alcanzadas por algunos de los principales problemas que siguen  acosando al México actual. Una última anotación: Angelina Peláez fue espléndida en su interpretación, su personaje, creo, fue el más carismático para el público paceño que asistió anoche al Teatro de la Ciudad.

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La Fiesta (¿o sermón?) de las Salchichas

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“La Fiesta de las Salchichas”. Imágenes: Internet.

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Por: Marco A. Hernández Maciel

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). Sexo explícito entre alimentos. Salchichas, pan para jates, tomates, elotes, mayonesa, mostaza, catsup, se preparan para mostrarnos una de las más locas orgías en la historia del cine animado. Además, tenemos a Seth Rogen, Kristen Wiig, Edward Norton, Jonah Hill, James Franco, Michael Cera, Paul Rudd y Salma Hayek prestando sus voces a los personajes principales, y ¡subtitulada! ¿Que más quieres? El cine es diversión y esta apuesta animada sólo para adultos promete un hit seguro, ¿no?

No. Esta producción resulta en un aberrante intento de afanes evangelizadores y filosofía más barata que la producida por Paulo Coehlo. Porque realmente, ¿alguien en este mundo necesita que una salchicha caliente que sólo busca introducirse en un pan nos venga a derrumbar los mitos de la religión? ¿En serio un baguel y una pita son el canal más efectivo para solucionar el problema entre Israel y Palestina? O los mexicanos, ¿no somos más que tequilas embriagados y tacos dorados?

Si bien, la intención en algún punto de la cinta es criticar los estereotipos y los clichés alrededor de cada grupo étnico, y reduce a los gringos a una raza controlada por el sexo y la mariguana, su afán didáctico la convierte en una especie de capítulo de Plaza Sésamo mal escrito, mal planeado, y lleno de maldiciones y leperadas. Porque en algún punto esta idea pudo ser buena, “un Toy Story en el Soriana”, pero los guionistas (Seth Rogen, Evan Goldberg y Jonah Hill) se desviaron demasiado y se convirtió en un tormento de tonterías que además, buscan aleccionar a una reflexión de la vida eterna y los supuestos dioses que nos gobiernan.

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Y es válida la intención, pero cuando prometes un film que te garantizará hora y media de carcajadas, y te encuentras a una salchicha dando consejos de superación personal a su amiga que salió defectuosa, tratas de explicar la alegoría de La Caverna de Platón con un bote de mostaza en crisis y terminas con una parodia de La rebelión en la granja de Orwell mezclado con una versión extrema de Sodoma y Gomorra, hay muchas cosas que simplemente no funcionan.

Y si bien dentro de todo hay momentos hilarantes y muy bien logrados, el guión nos regresa a ese laberinto filosófico-evangelizador que quiere que nos detengamos a reflexionar un poco sobre el sentido de la vida. Y es en ese momento donde te imaginas a los directores Greg Tiernan y Conrad Vernon como el cura gruñón, el vendedor de telemarketing, el prefecto de la secundaria, tu amigo el cerebrito o tu tío que viene del D.F. sermoneando y exponiendo toda su inmensa sabiduría,  que sólo logra irte irritando más y más hasta que abandonas la sala, o miras al piso y te desconectas del mundo para no sufrir un ataque de ansiedad.

¿Quieren disfrutar una verdadera fiesta de salchichas? Salgan a la esquina de su cuadra, lo disfrutarán muchísimo más que perder 89 minutos de su vida. Y por ese tiempo que les estoy ahorrando, al menos invítenme uno con todo y cebolla asada.




Julieta Egurrola se presentará en La Paz, con “Desazón”

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Luisa Huertas, Angelina Páez y Julieta Egurrola. Fotos: Internet y Facebook.

La Paz, Baja California Sur (BCS). El próximo martes 15 de noviembre, a las 20:00 horas, las primeras actrices Julieta Egurrola, Angelina Páez y Luisa Huertas se presentarán en el Teatro de la Ciudad con la puesta en escena Desazón, escrita por Víctor Hugo Rascón Banda.

A través de un comunicado de prensa del Instituto Sudcaliforniano de Cultura, se informa que la obra de teatro se presentará en La Paz a través del programa Telón Abierto; según el ISC, “es catalogada como una de las mejores en nuestro país por la Compañía Nacional de Teatro“.

En Desazón, “tres mujeres hablan y cocinan recuerdos. María Müller, menonita; Consuelo Armenta, mujer de la sierra de Chihuahua; y Amanda Campos, vestida con ropa tarahumara, comparten lo que ha sido su vida en una tierra donde las fronteras de la religión, el idioma, el narcotráfico y la guerrilla, se levantan como muros de granito, mientras ellas encuentran la manera de seguir adelante”.

El boleto de la función cuesta 100 pesos y pueden pedirse más informes a los teléfonos 1225011 y 1250251. El Teatro de la Ciudad está ubicado en Navarro, entre Altamirano y Héroes de Independencia en la zona centro de esta capital.

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Monólogos

Por otra parte, también en teatro en Baja California Sur, se anunció la presentación de tres monólogos en La Paz y Los Cabos.

Se trata de Divino Pastor Góngora de Jaime Chabaud, la que se presentará en el Pabellón de la República en Cabo San Lucas el viernes 18 de noviembre a las 20:00 horas, y en el Teatro Juárez, en La Paz, el domingo a las 20:00 horas; Foto matón de Miguel Ángel Norzagaray, en el mismo recinto de Cabo San Lucas el sábado 19, a las 19:00 horas; y Monólogo de Isabel viendo llover en Macondo, basada en un cuento de Gabriel García Márquez, que se presentará también en el Pabellón de la República el domingo 20 de noviembre a las 19:00 horas.

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En México se desconocen las ejecuciones en BCS: Emiliano Ruiz Parra

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El periodista Emiliano Ruiz Parra, en el taller de crónica que dio recientemente en La Paz. Fotos: Modesto Peralta Delgado.

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). “El no hablar de una realidad no significa que no exista”, opinó el periodista Emiliano Ruiz Parra en su reciente visita a La Paz —en donde dio un taller de crónica periodística—, al preguntarle si en la Ciudad de México se sabía de la ola de violencia y ejecuciones que se viven en esta ciudad. “No se sabe. Yo diría que en el mapa de la violencia mexicana, en los medios, en la percepción pública desde la Ciudad de México no está todavía Baja California Sur. ¿Por qué? Porque evidentemente hay un trabajo de contención, hay un esfuerzo de contención mediática de las autoridades estatales para que eso no se diga”.

El autor de los libros Ovejas negras. Rebeldes de la iglesia mexicana del siglo XXI y Los hijos de la ira, ofreció dicho taller la semana pasada, a través del Instituto Sudcaliforniano de Cultura, en la flamante Casa del Libro Sudcaliforniano —en El Ágora—; en entrevista exclusiva para CULCO BCS, Ruiz Parra comentó sus impresiones sobre el periodismo impreso que se hace en Baja California Sur y el poder de las redes sociales.

El elefante en la sala

En la semana que estuvo en esta ciudad, Ruiz Parra indicó que todos los días leyó los periódicos El Sudcaliforniano, El Independiente y Diario La Paz. Su opinión sobre este oficio a nivel local es que “no es muy distinto el periodismo de medios impresos de La Paz al que se hace en muchas ciudades de este país, incluida la Ciudad de México. No voy a decir que los chilangos somos la neta, porque no es verdad, más bien somos, básicamente, uno más de una costumbre de mirar hacia la gente que tiene cargos públicos como las únicas fuentes creíbles o posibles, lo cual es, por supuesto, un error sistemático, sistémico e histórico del periodismo mexicano, porque los funcionarios públicos, a menos de que estén contra la pared, nunca a decir nada y nunca van a hacer nada que valga la pena, salvo excepciones, claro (…) Me he encontrado un periodismo, en los periódicos impresos, que reproduce básicamente las declaraciones del Gobernador y de ahí para abajo”.

Además —en su opinión—, los medios impresos de BCS toman la violencia en el estado en sus versiones oficiales. “Es muy curioso ver como hay ‘un elefante en la sala’ que es la violencia y las ejecuciones que están ocurriendo en esta ciudad, de las que nadie habla, pero todo mundo habla de lo que el Gobernador dice al respecto. Entonces, no se habla del fenómeno sino de las reacciones oficiales al fenómeno. El hecho es que está claro que hay una intención de no hablar de un tema delicado, peligrosos, difícil, que no ha sido fácil de abordar en ninguna parte del país”.

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¿”Poder” de las redes sociales?

Al preguntarle sobre la ‘lectura impresionista’ que actualmente se hace en los medios digitales —donde en un mar de información, a veces se viene leyendo poco y no precisamente lo más importante—, dijo que “creo que los que estamos fallando y los que estamos en deuda somos los que estamos generando contenidos, que en su gran mayoría son aburridos y le dicen muy poco a la gente (…) Tenemos que ofrecerles a los lectores historias mucho más cercanas a su contexto, a su realidad, que puedan verse reflejados en lo que están leyendo, y también investigación más profunda; estamos inundados de información chatarra, de información de mala calidad, inclusive hecha en los lugares profesionales de la noticia; entonces, lo que tenemos que hacer es menos información pero de más calidad. Y por supuesto que los medios digitales son la alternativa y la esperanza para hacer eso”.

Además, cree que ahora la gente sigue más a los periodistas que a los medios por sí mismos. “Cada vez sigue menos a los periódicos, y tiene más credibilidad en ciertos periodistas (…) Estaremos más apoyados en el prestigio personal y en la credibilidad”.

Por último, se le preguntó a Ruiz Parra su opinión sobre las redes sociales y su relación con el periodismo, así como si realmente éstas poseen un poder para realizar cambios en la sociedad. “Para mí es muy positivo que haya un espacio en donde la gente pueda mentarle la madre al gobierno (…) Que el descontento social se pueda expresar. Eso está bien, y se necesita sensibilidad para sentirlo, recogerlo (…) Hay mucha emoción, mucho sentimiento, pero hay mucha chatarra (…) Hay que tomarlas con más escepticismo, esta idea del poder de las redes sociales, no me queda claro todavía que puedan llegar a las calles”.

 

 

 




El Contador: declaración de bienes …y males

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Ben Afflck es “El contador”. Fotos: Internet.

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Por: Marco A. Hernández Maciel

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). Ben Affleck se quita la capa y se baja del batimóvil, pero con los mismos músculos y entrenamiento que le ha tomado ser El Caballero Oscuro, se arma con sharpies, plumas punto medio y punto fino, libros contables, facturas, cheques, un tupper, un termo y balas antiaéreas para enfrentar esta aventura que bien podría catalogarse como el sueño húmedo de cualquier oficinista que quiere poner su propio despacho y que odia a su jefe.

El Contador, dirigida por Gavin O’Connor –director de bajo perfil que en 2011 filmó su trabajo más sobresaliente a la fecha La última pelea y escrita por Bill Dubuque –su segundo guión en las grandes ligas después de El juez, en 2014–, es una producción que engancha de manera efectiva en el primer acto, sembrando la suficiente cantidad de misterio y acción de los thrillers clásicos hollywoodenses, dándole motivos suficientes al espectador para enfrentar con valentía los dos últimos actos de la misma, que es donde paulatinamente, el film va perdiendo mucha fuerza y termina por desembocar en un drama familiar pasando por momentos cómicos que funcionan en el momento, pero terminan por corroer los cimientos de esta estructura cinematográfica.

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Ben Affleck se ha ganado la fama de involucrarse tanto en sus proyectos al grado de meter de manera quisquillosa su cuchara en los guiones de las películas que filma, y no se diga en las que dirige, donde sus historias son sólidas con personajes bien definidos —sin olvidar que ganó el Oscar a mejor guión en 1997 por Mente indomable—; sin embargo, aquí se nota un desinterés desde su interpretación hasta el desarrollo de la historia, quizás su trabajo como Batman en La liga de la justicia y en El Batman (o The Batman) –la que está escribiendo y también dirigirá– lo mantiene demasiado ocupado, por lo que tuvo que hacer esta película para cumplir algún añejo contrato y apeló a su carisma y a su intenso entrenamiento como superhéroe para cumplir el compromiso, checar su tarjeta de salida y salir corriendo en la batimoto a trabajar en la baticueva. Lo acepto: ya son demasiadas referencias al hombre murciélago, pero es imposible dejar de verlo en cada escena de acción que Affleck desempeña en el film, y en la cara adusta que se carga en casi todas las secuencias donde tiene el primer plano. Sí, advertencia de encasillamiento –el “encasillanómetro”– está en un 62%.

Pero bien, Batsy no es el único actor del filme, también tenemos a Punisher, el comisionado Gordon, Squirrel Girl, perdón, Jon Bernthal, J.K. Simmons, Anna Kendrick –quien se rumora podría interpretar a la Chica Ardilla o incluso a Robin–, a John Lithgow y Jeffrey Tambor. Un cast sobresaliente en el que recae el peso de la cinta y es su carta más fuerte. Aquí, son ellos los que previenen de hacer este film totalmente mediocre, es por ellos que las 2 horas y 10 minutos de duración se disfrutan, y es por este grupo de intérpretes que los tremendos hoyos argumentales e incoherencias que pasan ante nuestros ojos las aceptemos de manera unánime y mantenga a una sala de cine casi llena en completo idilio con la pantalla. Y eso que se nota que no se esforzaron demasiado en conseguirlo.

Finalmente, la película cumple con su cometido de entretener en una época donde los superhéroes mandan en Hollywood, queda menos espacio para las historias de intriga y suspenso que antes reinaban en las salas de cine y tal parece que las productoras también están demasiado ocupadas con los géneros dominantes, que descuidan uno de los que más satisfacciones le ha dado a la industria. Quizás sea porque el thriller es su as bajo la manga y en algún momento resurgirá con fuerza en la gran pantalla, mientras que el crossover de Los vengadores vs. La liga de la justicia se irá directo al streaming y al Blu-Ray o cualquier formato que esté vigente en unos 10 años a partir de hoy.

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