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Subdivisión de predios. Todo lo que necesitas saber

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Explicaciones Constructivas

Por Noé Peralta Delgado

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). Es algo común que cuando tenemos un terreno grande, nos interese vender una porción, ya sea por necesidad económica, para realizar una donación en partes o para construir un local comercial que tenga una tasa diferente a la habitacional.

Para que podamos realizar esta actividad, los propietarios deben de acudir con un ingeniero o arquitecto que esté registrado como perito catastral en la Dirección de Catastro del municipio donde se llevará a cabo el procedimiento de subdividir el predio. Este procedimiento suele realizarlo un valuador porque, aunque no es una facultad exclusiva de ellos, sí son los que tienen más conocimiento sobre el tema.

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De igual manera, para realizar la subdivisión se ocupa que tanto el terreno ¨origen¨ como el resultante cumplan con los requisitos que vienen en el Reglamento de Fraccionamientos del estado de Baja California Sur. Dicho reglamento regula principalmente el destino del terreno subdividido, y dependiendo de esto, los requisitos de dimensiones que deberán tener todos los predios involucrados.

Hay un detalle muy importante a tomarse en cuenta, sobre todo cuando el propietario legítimo vende una parte de su terreno a otra persona, y es que las personas piensan erróneamente que al momento de realizar el procedimiento de la subdivisión el terreno resultante ya sale a nombre del futuro comprador, siendo que todo el proceso es apenas el requisito para que se permita al propietario poder vender una parte de su predio, o lo que es lo mismo, en todo el trámite de subdivisión el único involucrado es el dueño del terreno, quien deberá de firmar todo lo solicitado.

El primer paso, es solicitar ante la Dirección de Planeación Urbana del municipio donde se encuentra el predio a subdividir, mediante un carta de explicación de los motivos, y donde deberán ir todos los datos del predio, así como del propietario legalmente autorizado para realizar el procedimiento con su firma o la de su apoderado legal con poder notarial debidamente registrado ante el Registro Público de la Propiedad. En algunos municipios pequeños este trámite se realiza directamente en la oficina del catastro. En esta etapa es muy importante, y por eso la necesidad de contratar los servicios de un ingeniero o arquitecto, realizar todos los croquis necesarios, donde se indique el estado actual del terreno con todo y sus colindancias, medidas y superficies y, del mismo modo, cómo quedará en el futuro el terreno origen y el resultante, cuando se haya realizado la subdivisión. En esta dependencia del ayuntamiento en mención, se verificará si el predio a subdividir cuenta con la superficie mínima, con el frente mínimo cuando se trate de un terreno en zona habitacional, coeficiente de uso de suelo (C.U.S.), coeficiente de ocupación de suelo (C.O.S.), coeficiente de absorción de suelo (C.A.S.); y cuando sean terrenos rústicos o comerciales el trato será diferente.

Una vez que el terreno a subdividir y el terreno resultante cumplan con todos los requisitos técnicos, se procede a asignarle su nueva clave catastral, la clave ¨origen¨ se le queda a la porción del predio donde quede la toma del agua, donde haya una construcción o donde el propietario decida.

Cuando se le asigna la clave catastral para el nuevo terreno, se deberán cubrir los impuestos correspondientes y se da de alta en el sistema de catastro municipal para que quede con una recaudación distinta al terreno origen. Cuando el trámite en catastro se da por concluido, se tiene que asistir al Registro Público de la Propiedad (dependencia estatal), para solicitar la revisión de la subdivisión proveniente de catastro y de ahí se calcula el presupuesto del costo para inscribirlo en esa dependencia. En caso que el comprador ya quiera escriturar la porción de terreno subdividida, se puede aprovechar para tramitar el certificado de Libertad de Gravamen.

Hasta aquí, se puede dar por terminado el proceso de subdivisión de un predio, donde exclusivamente el propietario legal del predio es el involucrado. Como se puede ver, el posible beneficiario sobre el terreno resultante no tiene ninguna participación. Es importante resaltar que, una vez que se haya hecho la subdivisión, nacen nuevos impuestos prediales sobre el terreno resultante, y que si resulta ser terreno baldío, según la ley de hacienda municipal de cada uno de los municipios de Baja California Sur, tiene una tasa de impuesto muy alta, comparada contra si fuera casa habitación.

Ya si se quiere trasladar el dominio pleno del terreno subdividido al nuevo propietario, se tiene que asistir a una Notaría Pública registrada para el estado de Baja California Sur, donde los requisitos son otros.

Como pasa con la mayoría de los trámites sobre la tenencia de la tierra, el procedimiento es muy burocrático y se lleva un aproximado de 15 días cuando no hay contratiempos; considerando además el tiempo de la escrituración ante una Notaría Pública, pues se va hasta los 30 días.

Hay otro trámite igual de importante y con los mismos requisitos, y es la fusión de 2 o más predios; donde el propietario o el apoderado legal debe estar al pendiente de cada uno de los pasos, así como sus respectivos costos.

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Ignacio Alejandro del Río Chávez. Un historiador de intachable honestidad intelectual

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Tierra Incógnita

Por Sealtiel Enciso Pérez

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). Realizar este tipo de trabajos donde se indaga en la vida de personalidades tan importantes como es este el caso, quienes fueran celosos defensores de su privacidad, es un trabajo un tanto arduo. Sin embargo, afortunadamente el Dr. Ignacio del Río vivió una gran parte de su vida en este puerto y durante todo este tiempo cultivó amistad con personas que aún recuerdan vivamente sus logros, tanto en su juventud como en los últimos años de su vida.

Nuestro personaje en comento nació en la Ciudad de México el 19 de agosto de 1937. Realizó sus estudios de primaria y los de secundaria en nuestro puerto de La Paz, Baja California Sur. A estas tierras sudcalifornianas llegó debido a que a su padre, el Ing. Ignacio del Río Arteaga, había sido llamado por el General Francisco J. Múgica para que supervisara algunas de las obras que realizaría durante su mandato. Una de las obras en mención fueron los  famosos “Portales” construidos en la calle 5 de mayo entre Francisco. I. Madero y Revolución de 1910, a un costado del Jardín “Máximo Velasco”, obra que aún perdura hasta nuestros días.

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Para realizar sus estudios de educación media superior se fue a la Ciudad de México e ingresó en la preparatoria No. 5 de Coapa (actualmente Escuela Nacional Preparatoria No. 5 “José Vasconcelos” dependiente de la Universidad Nacional Autónoma de México UNAM).

Algo que pocas personas conocen, incluso aquellos que han sido acuciosos lectores de las obras del Dr. Del Río fue su exitosa incursión a una edad muy joven en el teatro. El poeta Raúl Cota Álvarez, en su libro “Reseña gráfica del teatro en La Paz” nos comenta sobre esta etapa que vivió al lado del Dr. Ignacio del Río:

En 1954, el Profr. César Piñeda Chacón organizó el primer grupo de teatro experimental al contar con la asesoría de Humberto César García, quien también había recibido una sólida formación teatral en la Ciudad de México, en donde incluso participó en varias representaciones, tales como “El idiota” y “Seis personajes en busca de autor” (de Luigui Pirandello). En el grupo “Huaxoros” (un grupo del movimiento “Scout” que formó el maestro Piñeda Chacón años atrás) surgió la idea de formar una escuela de arte dramático. El curso “Inflexión de la voz” sería impartida por Piñeda Chacón, y Humberto César García coordinaría la disciplina de “arte dramático” (con la técnica de Elia Cazan, del Teatro Studio de Nueva York). Se incorporaron al proyecto Fernando Escopinichi O., José Hernández, Carlos D. Tapia, Juan Ramos Cepeda, Rosalva Castro, Ignacio del Río, Panchito González, etc. La primera representación, ya en esta atmósfera nueva, y que sirve de galardón fundador de la “Sala IBO”, nuevo espacio escénico en La Paz, fue con la obra “Sumergidos” (de L. Stuart y Le Vergue Show), en diciembre de 1956. En ese entonces Ignacio del Río contaba con 19 años.

La “Sala IBO”, espacio breve y denso de la representación escénica; por él desfilaron declamadores, actores que sólo actuaron unos y otros que luego dirigieron con tino una serie de obras: Ignacio del Río, Aníbal Angulo, Sixto Rodarte, Juan Melgar, Raúl Antonio Cota y Eligio Moisés Coronado. Multiplicadores del entusiasmo y amor por el teatro fueron: Ignacio del Río, Aníbal Angulo y Sixto Rodarte.

Ignacio del Río, desde sus estudios en la Ciudad de México, en 1957, se había dedicado a la puesta en escena del monólogo en tres actos “Muñeca muerta” (de Horacio Ruiz de la Fuente), bajo la dirección de Carlos Ancira. Lo trajo a La Paz y lo presentó en una temporada iniciada en la “Sala IBO”, el 11 de febrero de 1958. Fue recibido el monólogo con gran aclamación de la sociedad paceña. Posteriormente Ignacio del Río (1966 – 1967), desde sus clases de actuación en la Casa de la Juventud (hoy Instituto Sudcaliforniano del Deporte), se habría de constituir en espíritu unificador de un grupo de jóvenes de los que saldrían promotores, directores, actores de la talla de Rubén Salmerón, Sixto Rodarte (que ya había sido iniciado por Humberto César García), Nieves Cadena, Rubén Sandoval, Marcelo Pimentel, Jorge Arce, Salvador Covarrubias, etc. El grupo participó en representaciones teatrales en la Ciudad de México, de donde se recuerda aquel segundo lugar nacional, obtenido con mucho prestigio con la obra “Cargamento de sueños” (teatro del absurdo), excelentemente protagonizada por Rubén Salmerón y Nieves Cadena. Tanto el director como los actores merecieron críticas favorables de la prensa capitalina.

Ignacio del Río, continuó con varias puestas en escena: Sartre, Chéjov, etc… pero, desafortunadamente para el teatro en Baja California Sur, Nacho, como le decimos los paceños, decidió estudiar Historia y se fue a la UNAM.

Entre 1959 y 1960, inició sus estudios en la Universidad Nacional Autónoma de México en la licenciatura en historia. Posteriormente, la maestría en Historia de México y el doctorado en Historia, obteniendo menciones honoríficas en todos los exámenes de titulación. El Ing. Gilberto Enrique Amador Soto me comentó que recuerda que en el año de 1965, cuando cursaba el primer año en la secundaria “José Ma. Morelos y Pavón”, el entonces Lic. Ignacio del Río les dio clases durante ese ciclo escolar y posteriormente retornó a la Ciudad de México.

El Dr. Miguel León-Portilla, en un reportaje donde habló sobre su primer encuentro con Del Río Chávez, nos dice lo siguiente: Conocí a Ignacio del Río según recuerdo hacia principios de la década de los años setentas del siglo pasado, después de tratarlo y conocerlo un poco más, le dije que si quería venir como becario al Instituto de Investigaciones Históricas del cual yo era director, él me dijo que le encantaba la idea y se vino. Al venir aquí, me mantuve en contacto con él no solamente porque era becario sino porque le dirigí la tesis de licenciatura en historia. Su tesis versó sobre lo que llamó “El régimen jesuítico en Baja California”, es decir, la presencia de los misioneros jesuitas. Fue de veras notable, tan notable que cuando presentó su examen algunos de los sinodales decían “pero esta tesis sería buena para un doctorado”. A partir de entonces seguí de cerca sus trabajos, se incorporó ya de plano como investigador de tiempo completo a este Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM y aquí laboró siempre en torno al tema de Baja California.

Del Río fue jefe del Archivo Histórico de la Universidad Nacional Autónoma de México a partir del año de 1965, secretario ejecutivo de la Comisión de Historia del Instituto Panamericano de Geografía e Historia (1965-1967) y secretario académico del Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM (1975-1976). Como investigador en el Instituto de Investigaciones Bibliográficas de la Universidad Nacional Autónoma de México (IIB-UNAM) catalogó el Archivo Franciscano (1969-1971), en ese entonces contaba con 32 años, a partir de lo cual definió lo que sería su principal campo de interés como docente e investigador: la historia del noroeste mexicano. Fue investigador de la UNAM desde 1969, cuando empezó sus actividades en el Instituto de Investigaciones Bibliográficas al cual estuvo adscrito hasta 1971, para después incorporarse al Instituto de Investigaciones Históricas desde donde alcanzó la categoría de investigador titular C.

Ignacio del Río compartió el Instituto con otros investigadores con quienes disfrutó su pasión por el estudio de la historia del norte de México, de ese modo y como consecuencia natural, a los pocos años de su ingreso fundó junto con Sergio Ortega y Noriega el “Seminario de historia del Noroeste de México” en el año de 1979. Cuando ya este seminario estuvo consolidado cambió el nombre, por el de “Seminario de Historia del Norte de México”. Como bien se expresó en un cortometraje elaborado por la UNAM y cuyo título es “Ignacio del Río Chávez. Una trayectoria intelectual” que dice lo siguiente: Al abrigo de ese Seminario florecieron trabajos de investigación y se formaron historiadores que participarían en la renovación de los estudios del norte de México, estigmatizado hasta entonces por ser una historia de campanario como la ha calificado Luis González y González, para dar paso a la integración de una historiografía académica en esta reconfiguración.

Dentro de su vasta trayectoria académica se desempeñó como profesor de asignatura en la Facultad de Filosofía y Letras en la UNAM, donde impartió materias de licenciatura y posgrado (Nueva España: las provincias internas y Nueva España, historia socioeconómica), y en el posgrado, en donde ha tenido a su cargo materias como: Historia económica moderna de México y el Seminario de historia regional). Fue miembro del Sistema Nacional de Investigadores, en el que obtuvo el nivel de investigador nacional III. Impartió cursos tanto en la UNAM como en las universidades de los estados de Querétaro, Tamaulipas, Sinaloa, Sonora, Baja California y Baja California Sur. Así mismo, fue director de una gran cantidad de tesis de licenciatura y posgrado, así como creador de artículos y ponencias, seminarios, semanas de historia, congresos, etc. en instituciones de enseñanza superior y demás.

En una interesante biografía que elaboró el Mtro. Eligio Moisés Coronado, historiador, profesor emérito y miembro correspondiente de la Academia Mexicana de la Lengua, sobre Ignacio del Río Chávez nos dice que el mencionado historiador Afirmaba que la historia de México se examina muchas veces desde una perspectiva centralista, que ignora la diversidad de los procesos formativos regionales y que supone que todo lo sucedido fuera del núcleo central del país carece de entidad propia. Por ello, Del Río Chávez fue constante y entusiasta cultivador y promotor de la historia regional; insistió en que, sin considerar los procesos formativos regionales, es imposible la comprensión de la dinámica histórica del país entero.

Algunos de los libros, escritos en autoría o en coautoría por Ignacio del Río, son: “Breve historia de Baja California Sur”, “Crónicas jesuíticas de la antigua California”, “Guía del Archivo Franciscano de la Biblioteca Nacional de México, Volumen I”, “Historia general de Sonora”, “La fundación de la California jesuítica. Siete cartas de Juan María de Salvatierra, S. J. (1697-1699)”, “Vertientes regionales de México. Estudios históricos sobre Sonora y Sinaloa (siglos XVI – XVIII)”, “Conquista y aculturación de la California jesuítica”, “Tres siglos de historia sonorense”, “Nicolás Tamaral informa sobre las misiones del sur peninsular. Año de 1730”, “Todos Santos, una misión californiana”, “Velázquez de León, Joaquín, Descripción de la antigua California, 1768, presentación, transcripción paleográfica y notas”, “Vertientes regionales de México”, “A la diestra mano de las Indias”, “Descubrimiento y ocupación colonial de la Baja California”, “El régimen jesuítico de la Antigua California” y “La aplicación regional de las reformas borbónicas”.

Es autor, además, de varios libros de texto, preparados junto con otros investigadores universitarios entre los que destacan: “Culturas, sociedades y naciones”, libro de texto de ciencias sociales para segundo año de secundaria, “México: su evolución cultural”, libro de texto de ciencias sociales para tercer año de secundaria, “México y el mundo contemporáneo”, libro de texto de ciencias sociales para primer año de secundaria.

A lo largo de su vida recibió diversos reconocimientos, como el Premio Universidad Nacional en el área de investigación en humanidades en 2004. Asimismo, obtuvo el premio al mejor artículo del periodo novohispano del Comité Mexicano de Ciencias Históricas por su texto “Comercio, libranzas de Real Hacienda y circulación monetaria en el norte de la Nueva España (1773-1810)”, publicado en Estudios de Historia Novohispana, núm. 35, julio-diciembre 2006.

Es de sobremanera importante y un acto de justicia a su memoria y legado, el mencionar que fue el Dr. Ignacio del Río un incansable promotor para la creación de la Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS) al lado del destacado maestro Román Pozo Méndez, éste último, comisionado por el entonces gobernador Ángel César Mendoza Arámburo para la formación de nuestra máxima casa de estudios. Este anhelo se vio concretado el 26 de diciembre de 1975, cuando fue aprobada por el Congreso del estado la creación de esta importante institución. También se debe al firme impulso del Dr. Del Río, que junto a un equipo integrado por el Dr. Rubén Sandoval, Mtro. Jorge Amao Manríquez y la Dra. Martha Micheline Cariño Olvera, crearon la Licenciatura en Humanidades (1989) y, posteriormente, la Licenciatura en Historia (1993), la Maestría en Historia Regional (1994) y, finalmente, el Doctorado en Historia de México (2004), todos ellos ofrecidos por la UABCS.

En una ocasión Del Río Chávez dijo: …una investigación sólo puede ser en algún grado valedera si se realiza con plena honestidad intelectual. Se trata de no engañarnos a nosotros mismos por pura soberbia ni mucho menos incurrir en falsía tratando de engañar a los demás. El error o la insuficiencia no son moralmente reprobables; lo es, en cambio, la simulación, que, obviamente, jamás podrá ser una vía para enriquecer el conocimiento. La honestidad pide también ser congruentes con nuestras más altas responsabilidades sociales: ser profesionales de la investigación nos obliga a no quedarnos cortos en el esfuerzo, a emplear al máximo nuestras mejores capacidades…

La Dra. Edith González Cruz comenta lo siguiente sobre la obra de Ignacio del Río: Su carácter de promotor de proyectos académicos, proyectos editoriales y proyectos culturales en el caso concreto para Baja California Sur pues vamos a ver que el doctor Del Río tuvo que ver en la creación de la licenciatura en historia de nuestra Universidad que se abrió en 1989, también al doctor Del Río se debe el Posgrado en Historia, en la Maestría en Historia Regional que se abre en nuestra Universidad en 1994 y, a él se debe también el Doctorado en Historia. Quiero decirte que la Maestría de Historia Regional que surge en 1994 aún se mantiene, o sea tiene cumplidos 20 años este 2014 de estar funcionando. El doctorado se dijo desde un principio que era una promoción solamente y así fue, pero a él se debió la apertura del doctorado en historia, a él se debe también la creación del Seminario en Historia Regional que se abrió en la Universidad de 1990 y que en este Seminario participaron investigadores de las carreras de Ciencias Políticas y de Humanidades, un seminario que fue muy fructífero porque pues de él resultaron varias publicaciones y a él se debe también un proyecto que se llama “Fuentes para la historia de Baja California” y que vamos en el sexto volumen; entonces creo que en ese sentido el doctor Del Río pues nos dejó  una gran obra.

Por su parte, la Dra. Rosa Elba Rodríguez Tomp menciona, sobre la obra del Dr. Del Río: “Ignacio del Río es una figura muy importante para la historiografía de Baja California Sur, yo diría que para la instauración del norte de México, por supuesto, pero en términos de mi trabajo de investigación y yo creo que también en términos de la recuperación de toda una serie de elementos historiográficos que fueron fundamentales para empezar a trabajar de manera académica el tema de la historia de la historia regional y de la historia de Baja California Sur, pues las obras de Ignacio del Río han sido fundamentales”.

El Dr. Francisco Altable Fernández nos explica las características de una de las  obras que para él es de las más importantes del Dr. Del Río Chávez: Si tuviera que elegir una elegiría sin duda la de su libro “Conquista y aculturación en la California jesuítica”. En esta obra don Ignacio del Río aborda, entre otras cosas, pero de manera central, justamente el proceso de aculturación; es decir, este proceso de cambio cultural con el que la Compañía de Jesús pretendió integrar religiosa y socioeconómicamente a los indios californianos; la aportación en esto en particular sería la de que al entrar en contacto estas dos culturas: la española y la indígena; y ser una de ellas dominantes (la española)  eso hizo posible, eso hizo viable, justamente el cambio cultural, independientemente del grado de éxito de ese cambio cultural. Hubo un proceso de cambio cultural, es innegable, pero ese proceso no hubiese sido posible sin este factor de dominio, entonces está este concepto esta idea que es muy sencilla pero que don Ignacio del Río lo explica elegantemente, concienzudamente, en el libro y sirve evidentemente no solamente para explicar el proceso de aculturación en la California sino en general, por lo menos en las provincias norteñas de nueva España. Creo que esa sería la gran aportación historiográfica de don Ignacio del Río en esta obra en particular.

Finalmente el Mtro. Ignacio Rivas Hernández expresa sobre Ignacio del Río: De la obra de Ignacio del Río he retomado para mis trabajos de investigación el sentido que le da a lo regional, las perspectivas que él ve en el enfoque regional, el enfoque de historia regional para la investigación histórica de México y, sobre todo porque él nos advierte de que estas perspectivas se pueden ampliar en la medida en que nosotros nos distanciemos de las interpretaciones “esencialistas”, es decir aquellas que conciben a la región como algo, como comunidades históricas e integradas en sí mismas sin relación con su con su entorno, entonces él en esta interpretación ve que si bien reconocen que hay cambios también son interpretaciones que mantienen la idea que hay elementos que se sostienen de manera perdurable y que no cambian.

El Dr. Ignacio del Río falleció en esta ciudad de La Paz, B.C.S. el 10 de junio del año 2014.

Personalidades de la estatura de Ignacio Alejandro del Río Chávez, que tanto dio no sólo a la historia de las Californias sino en la formación de cuadros que ahora son investigadores e historiadores de primera línea en las instituciones superiores de todo México, deben estar siempre presentes en nuestra mente y ser recordados como personas que supieron ocupar el lugar que la historia les iba marcando, pero sin perder ese espíritu de fraternidad y compartir que debe caracterizarlos.

 

 

Bibliografía:

 

Archivo Histórico “Pablo L. Martínez” del gobierno de Baja California Sur

“Ignacio Alejandro del Río Chávez” – Mtro. Eligio Moisés Coronado

(biografía elaborada en base a información personal y algunos textos alusivos.)

http://www.sudcalifornios.com/item/personajes-celebres-sudcalifornios-13

Documental: “Vida y obra del Dr. Ignacio del Río”.

Video realizado por el Departamento de Extensión y Divulgación Científica del Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste, S.C bajo la dirección de la Lic. Cinthya Castro Iglesias, a solicitud expresa de la Dra. Edith González Cruz, investigadora-profesora de la UABCS.

Presentado durante el Simposio Internacional de Antropología, Historia y Estudios Culturales de las Tres Californias, que se llevó a cabo en La Paz B.C.S

VIDEO ENTREVISTA A IGNACIO DEL RÍO – ESTUDIOS HISTÓRICOS SOBRE LA FORMACIÓN DEL NORTE DE MÉXICO

http://www.historicas.unam.mx/publicaciones/autores/delrio.html

UNAM – INSTITUTO DE INVESTIGACIONES HISTÓRICAS

Ignacio del Río – Mercados en asedio. El comercio transfronterizo en el norte central de México (1821-1848)

http://www.historicas.unam.mx/publicaciones/autores/delrio_mercados.html

UNAM – INSTITUTO DE INVESTIGACIONES HISTÓRICAS

Dirección General de Asuntos del Personal Académico – UNAM

https://dgapa.unam.mx/index.php/semblanzas-anio-pun-2015/semblanzas-2004-pun-2015/236-2004a09-del-rio-chavez-ignacio-alejandro

Dr. Ignacio Alejandro del Río Chávez – Investigación en humanidades

https://dgapa.unam.mx/index.php/semblanzas-anio-pun-2015/semblanzas-2004-pun-2015/236-2004a09-del-rio-chavez-ignacio-alejandro

Mtro. Raúl Cota Álvarez – “Reseña gráfica del teatro en La Paz”

Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora – Comité Internacional de Ciencias Históricas.

VIDEO “Vida y obra del Dr. Ignacio del Río”

Idea original de la Dra. Edith González Cruz

Dirección Cinthya Castro Iglesias

Extensión y divulgación científica – Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste.

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La evolución de la lengua no se da por decretos grupales

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El librero

Por Ramón Cuéllar Márquez

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). Cada que leo en las redes esos memes que sentencian “no se dice así sino asá”, me da risa en principio, pero luego pienso que es una intención válida por preservar la lengua española. A veces somos tan puristas que entramos en francas disputas por lo que debe ser y lo que no. El uso de la lengua no es estático, sino que se va transformando con los hablantes y nunca las palabras serán las mismas cuando son tocadas por la influencia de otras lenguas, además de las formas dialectales de cada región.

Un dialecto no es una lengua, sino la variación de esta, asociada a las costumbres y tradiciones de un lugar o lugares particulares. Dentro del dialecto de pronto surgen propuestas lingüísticas vinculadas a ideologías, religiones, formas propias de hablar: son los idiolectos, o el modo particular que tiene un individuo de expresarse, llegando a crear neologismos que tienen que ver con la manera en que mira el mundo y su realidad. Una lengua, pues, no se detiene nunca, siempre está evolucionando espiralmente, y aunque puede haber el regreso de arcaísmos, estos se adaptarán a la época donde se pongan de moda.

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Cuando nos corrigen se dice o se escribe así, en realidad no sólo se está exigiendo que seamos correctos en el uso de la lengua, sino también demostrando una parte de nuestro carácter estricto y la poca tolerancia que tenemos con los demás. Asimismo, esa corrección puede resultar muy provechosa. El latín no tenía una gramática como las modernas, lo cual explica su desaparición y el nacimiento de sus lenguas hijas como el español. Algunos latinos intentaban preservar su idioma creando manuales de corrección tipo se escribe así y no así sin mucho éxito, como ya sabemos. No obstante, esos manuales hoy en día son verdaderas joyas porque los lingüistas pueden observar la evolución del latín fijándose en “cómo no se dice” y no tanto en la norma prevaleciente o la culta. Ese “como no se dice” es lo que nos permite ver el salto evolutivo de una palabra.

Las palabras no son sólo criaturas literarias inermes colocadas inteligentemente en libros. La escritura sólo es parte del proceso de adquisición del lenguaje y la desaparición de las tradiciones orales, las que se pasaban de boca en boca. El surgimiento de la escritura permitió que no se perdiera mucho del conocimiento humano y la gramática permitió que las lenguas no murieran. Y, aun así, con todo y gramáticas, las lenguas siguen su paso sin detenerse.

En el camino se van enriqueciendo de otras culturas, de tal modo que nunca son las mismas con el paso de los años. Por eso, cuando surgen voces que reclaman que digamos de este modo y no del otro, ya sea por cuestiones raciales, genéricas o de clase, la lengua es un organismo que no respeta las reglas efímeras de los deseos, sino que tiene sus propios cauces y nunca asumirá como definitiva una idea gramatical o un vocablo. Exigir que escribamos y digamos “todes” —una forma idioléctica— para designar un neutro que abarque a hombres y mujeres porque el todos de la evolución histórica de la lengua es machista, no garantiza que dentro de cien años seguiremos diciendo “todes”; es muy probable que se transforme en otra cosa precisamente porque la lengua no se estanca.

La lengua es independiente de nosotros y al mismo tiempo somos su reflejo. Se entienden los intentos de las sociedades que quieren usar palabras para cambiar sus pensamientos anquilosados en los prejuicios de clase, grupos, géneros y orientaciones sexuales, pero nada puede ser fijado en un para siempre cuando se refiere a la evolución de las lenguas. No digas OK, mejor di está bien; No digas accesar, mejor di acceder, son de las muchas formas en que corregimos, pero pocas veces nos detenemos a observar que tarde o temprano lo que decimos de forma dialectal pronto se convertirá en norma y nos olvidaremos de lo que era correcto. La lengua vulgar es la que lleva la batuta siempre y no la culta, aunque la culta sea la que alimenta a los pueblos de ideas y pensamientos y nos haga grandes como seres humanos.

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Unión de Padres por la Alergia Alimentaria en Baja California Sur (I)

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Mamá Científica

Por Marián Camacho

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). UPAL significa Unión de Padres por la Alergia Alimentaria. Esta organización, sin fines de lucro, está constituida por un grupo de madres y padres con el objetivo de brindar apoyo e información acerca de las alergias a los alimentos de sus hijos. Estas afecciones son potencialmente mortales, afectan a millones de personas alrededor del mundo, y su prevalencia se encuentra en aumento. UPAL se concentra en la misión de difundir la existencia de las alergias alimentarias para fomentar la conciencia pública, y en proveer de información y recursos para el mejor manejo de las alergias alimentarias dentro y fuera de los hogares de las familias afectadas, promoviendo ambientes seguros y de respeto para las personas que padecen alguna alergia alimentaria.

Como madre de una bebé de ocho meses con alergia a la proteína de la leche de vaca desde su nacimiento y diagnosticada antes de cumplir un mes de vida, tuve la gran fortuna de encontrarme oportunamente con la fundadora de UPAL en Baja California Sur, la lic. Martha Erika Salvatierra Hirales. Esta valiente mujer ha logrado crear un grupo que brinda información, fortaleza y útiles herramientas cotidianas para las madres y padres que nos enfrentamos con alguna alergia alimentaria en nuestras familias. Es así que, en el marco del Día Mundial de la Alergia, establecido el 8 de julio por la Organización Mundial de la Alergia, le pedí a Erika me concediera una entrevista para platicarme sobre la fundación de UPAL BCS.

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Antes de iniciar con UPAL BCS, quisiera hablar sobre UPAL México –comienza Erika. Esta organización nació en octubre de 2010, en la Ciudad de México, a partir del diagnóstico del hijo de la Dra. Paola Contreras y de una gran necesidad de información y capacitación sobre el tema de las alergias alimentarias por parte de esta familia. Paola inició una página en Facebook con el objetivo de encontrar a otra mamá como ella, con las mismas necesidades, pero, sobre todo, para no sentirse sola. Es ahí cuando nace la unión de padres en una página que se llama <Alergia Alimentaria México>. El grupo creció rápidamente gracias a la confianza de las familias que también estaban en la búsqueda de respuestas, ya que no había grupos o páginas de este tema en México –recuerda la entrevistada.

La historia de Óscar

Ahora bien, para conocer la historia de UPAL BCS es necesario conocer un poco de la historia de Martha Erika y su hijito Óscar. Cuando Óscar nació, en 2007, desde el primer día de vida comenzó a presentar algunos de los signos comunes de las alergias. El primero de ellos fue la dermatitis atópica, nació con su piel como escamadita, como pescadito –platica la madre. Éramos unos papás que no sabíamos qué pasaba. El primer acercamiento médico que tuve fue, como todos los padres que reciben a un hijo, con el pediatra, quien nos dijo que no nos preocupáramos, que todo estaba normal. Sin embargo, desde que nació, Óscar estuvo recayendo muy seguido y, desde el principio, nada fue normal. Mi bebé no dormía, era un niño que siempre tuvo problemas en la piel y cabello y llegaba a sangrar mucho. Era un niño muy diferente.

Fue hasta los dos años y medio que supe que todo lo que Óscar sufrió eran síntomas de una alergia alimentaria. Visitamos todos los pediatras de la ciudad. No te podría dejar de mencionar alguno porque, en serio, que los visitamos a todos. Óscar llegó al grado de estar casi todo el tiempo internado, porque salíamos del hospital y, al pasar dos o tres noches, teníamos que regresar a urgencias. Era un niño muy diferente, no se movía, siempre tenía el abdomen muy inflamado y comenzaba con las dificultades respiratorias. Sin embargo, me quedaría corta describiéndote su estado, porque él se miraba realmente mal. Empezó a bajar mucho de peso, llegaba a vomitar de 30 a 40 veces al día y a evacuar entre 60 y 70 ocasiones. Llegó al grado de que su piel se caía a pedacitos, sobre todo de sus pompis. Siempre estaba rozado. Su rostro siempre presentaba dermatitis. Lloraba mucho en las noches.

Ningún pediatra nos decía algún posible diagnóstico. Siempre lo internaban por cuadros de deshidratación. Yo siempre he sido una persona que me pongo a investigar. En este caso me ponía a leer sobre el tema y a buscar semejanzas con otros casos, buscando algo que pudiera ayudar a diagnosticar a Óscar. En ocasiones encontraba ciertas similitudes con alguna enfermedad, pero no del todo. Hasta que Óscar llegó a estar muy delicado y a estar permanentemente internado. Ahí fue cuando pudimos acercarnos, por primera vez, con un gastroenterólogo. Sin embargo, aunque el Dr. Robledo era un médico de adultos le agradezco mucho su confianza y sinceridad. Él me dijo que realmente estaba viendo a Óscar por su estado de gravedad, pero no podía hacerse cargo de su caso porque era un niño, en ese momento ya casi de un año y medio. Aún con ello, el Dr. Robledo fue el primero que me acercó un poco al tema de las alergias alimentarias porque me comentó que veía cierto tipo de signos similares a pacientes con enfermedad celiaca. Me explicó un poco sobre la intolerancia y el rechazo a las proteínas de ciertos alimentos y, derivado de esta información, me entró la duda y me puse a investigar.

Al ahondar en el tema, me di cuenta de que, efectivamente, Óscar tenía varias características de la enfermedad celíaca. Para ese momento, yo ya estaba buscando información en libros, en internet, con conocidos, amigos y con cualquier persona que pudiera ayudarme. En ese tiempo, ya casi para el segundo cumpleaños de Óscar, no encontrábamos la puerta, aquí en La Paz no había respuestas, nadie sabía lo que le pasaba a mi hijo. Incluso un médico nos había dicho que podría tratarse de un tipo de cáncer. Así, al darnos cuenta de que en La Paz no había los especialistas que necesitábamos, principalmente un gastroenterólogo pediatra, decidí buscar en algún otro lugar. Por medio de ex compañeros de la Universidad, me acerqué a un amigo que estaba estudiando medicina en la Ciudad de México. Cuando le comenté lo que estaba sucediendo con Óscar, ese mismo día me dijo “¿sabes qué, Erika? No sé si es el destino o coincidencias de la vida, pero sin querer, uno de mis profesores es gastroenterólogo pediatra y me comenta que mucho de los signos y síntomas que presenta tu hijo entran en un padecimiento que él conoce”. Eso fue todo lo que hablamos ese día. Al mismo tiempo, como Óscar empezó a empeorar y ya estaba muy grave, me atreví a tomarle la palabra de que me apoyara a concertar una cita con su profesor y yo viajaría lo más pronto posible a la Ciudad de México.

Así fue, llegué con Óscar a Ciudad de México y me entrevisté con dos médicos, el Dr. Zuleta, alergólogo pediatra, y la Dra. Mercedes Guillén, gastroenteróloga pediatra. Sin exagerar, después de unas cuantas horas, a Óscar ya le estaban haciendo una endoscopía de urgencia, tomando muestras de sangre, entre otros procedimientos necesarios. En un par de días, ya tenía un diagnóstico: alergia alimentaria múltiple. Esa ocasión fue la primera vez que escuché aquel término y, como todas las madres, no sabía si estar contenta porque, por fin, ya tenía nombre lo que le pasaba a Óscar o si tenía más dudas porque no sabía a lo que me estaba enfrentando.

A partir del diagnóstico de alergia alimentaria múltiple, recuerdo muy claramente esa noche, regresar al hotel e ir a un centro de cómputo para investigar sobre el tema. Cuando empecé mi búsqueda, lo primero que me apareció fue una página de Facebook que se llamaba “Alergia alimentaria México”. Inmediata y desesperadamente, mandé mensajes contando mi historia y pidiendo orientación porque acababa de recibir el diagnóstico. Esa misma noche tuve respuesta. No sabía ni siquiera el nombre de la persona con la que me estaba comunicando, pero fue la primera vez que ya no me sentí ni perdida ni sola.

Yo siempre digo “a los médicos les debo el diagnóstico, pero al grupo de Alergia alimentaria México le debo todo lo demás”. Al grupo le debo la confianza, la paz interior y parte de lo que cada día ha mejorado Óscar, porque sin el grupo, y únicamente con la asesoría de los médicos, no hubiera podido aprender tanto. El médico te da el diagnóstico, pero no te explica ni el 10% de lo que es vivir con una alergia alimentaria. Y hoy en día, que tengo 13 años viviendo con un hijito alérgico, me doy cuenta de lo corta de información que está uno con lo que se imagina o cree conocer al inicio de este camino.

Poco a poco, y al encontrarme sola en la Ciudad de México, mi único grupo de apoyo era esta página de Facebook. Yo no sabía quién estaba detrás de esos mensajes, pero poco a poco se fue dando una relación de amistad. Con el tiempo, supe quién la había fundado, Paola Contreras, y tuve comunicación con ella. En aquel tiempo, cuando yo conocí el grupo, además de Paola, había dos coordinadoras, Claudia en Guadalajara y Blanca Labrada en Aguascalientes. En ese tiempo, estando aún en Ciudad de México, yo platicaba inicialmente con Claudia acerca del grupo y sobre todo lo que me habían ayudado.

Cuando regreso a La Paz, ya con el diagnóstico, al principio me sentía muy segura porque pensaba “yo ya sé qué tiene Óscar, ya sé qué alimentos no puede comer, y veremos cómo avanzábamos”. Sin embargo, poco después, comencé a darme cuenta de mi realidad

Hasta aquí la primera de las dos partes que componen la motivadora historia de cómo una amorosa e inteligente madre formó un grupo de apoyo que constituye una importante fuente de información para las familias de hijos alérgicos a algún alimento en Baja California Sur. En la siguiente entrega, abordaremos los retos a los que se enfrentó Erika al llegar a Baja California Sur, los resultados alcanzados hasta el momento por UPAL BCS y las miras hacia un futuro con niños diagnosticados y tratados oportunamente. Sin embargo, si usted querido público lector, se identifica con esta experiencia o conoce a alguien que pudiera hacerlo, y quisiera obtener más información, puede comunicarse directamente con la Lic. Martha Erika Salvatierra Hirales al número celular 612 20 2 90 33 o al correo erickaoym@hotmail.com




Baja California Sur en la etapa más crítica de la pandemia

FOTOS: Roberto E. Galindo Domínguez

La Última Trinchera

Por Roberto E. Galindo Domínguez

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). Con más de dos mil contagios acumulados, alrededor de mil enfermos activos y menos de mil pacientes recuperados de la COVID-19, Baja California Sur enfrenta el momento más crítico de la pandemia causada por el nuevo virus SARS-CoV2, en cuanto a la dispersión de la enfermedad. Y por si fuera poco, todo parece indicar que con las recientes reaperturas laborales y de actividades sociales en el espacio público la escalada de contagios no disminuirá pronto. Más aún, cuando muchos sudcalifornianos no respetan las nuevas normas de convivencia social, que implican la sana distancia entre los ciudadanos así como el uso de cubrebocas y el estornudo de etiqueta, entre otras.

En los niveles de gobierno estatal y municipales no están funcionando las acciones para contener los brotes infecciosos, tan es así que en Mulegé y Comondú aumentan precipitadamente el número de contagios y en Loreto, que durante un par de meses permaneció libre del virus, solamente en lo que va de junio y julio ya acumula más de ciento veinte casos. En Los Cabos el incremento en los contagios parece disminuir en cuanto a la velocidad de propagación y ya ha sido superado por La Paz, que actualmente acumula el mayor número de casos de enfermos activos, pacientes recuperados y decesos.

 

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Sudcalifornia enfrenta la etapa más crítica del ascenso de la pandemia, y aquí cabe preguntarnos ¿cuál es la estrategia para contrarrestar los efectos del coronavirus a nivel estatal? Ya que mientras los comunicados del gobernador Carlos Mendoza resaltan que Baja California Sur se encuentra en los últimos lugares de casos de contagios a nivel nacional, omite decir que la entidad se ubica en los primeros lugares de tasa de incidencia de acuerdo a su reducido número de población en comparación con el resto de las entidades federativas; también omite mencionar que nuestra entidad se encuentra en los primeros lugares de incremento en el porcentaje de contagios; es decir, en la etapa de la curva de mayor y más rápido ascenso. Y aquí las predicciones de los especialistas estatales de que ese momento sería a mediados de junio ya quedaron rebasadas por mucho y, ahora con el regreso al espacio público, el panorama inmediato no es nada halagador.

Y es que con una campaña mediática que invita a la población a escuchar menos noticias, pero que la bombardea con los halagadores discursos del Gobernador sobre la parcial situación de Sudcalifornia frente a la pandemia, se crea en el escucha una sensación de falsa seguridad ante una crisis que muchos son incapaces de visualizar. Además, el súpersemáforo de seis colores -reinventado a partir del federal de cuatro- que el Gobernador implementó para controlar el proceder de los sudcalifornianos sólo ha servido para dos cosas: para tener un semáforo más fregón que el del gobierno federal y para que la mayoría de los sudcalifornianos se pase las tonalidades rojas y naranjas como se pasan los altos de los cruceros, sin detenerse y constantemente.

En la calle se observan negocios abarrotados, clientes sin cubrebocas y sin guardar la sana distancia, trabajadores de la construcción dando la faena como si no hubiera crisis sanitaria, parroquianos en los bares, perdón por la confusión, restaurantes, sin la más elemental distancia y gesto de sanidad para con el prójimo. Y lo mismo sucede en mercados, cafeterías, fondas y en la tiendita de la esquina.                                                                                         

En cuanto al gobierno municipal de La Paz, baste decir que Rubén Muñoz ha dado positivo a SARS-CoV2, seguramente a pesar de haber observado estrictamente los mismos lineamientos que él y el Gobernador nos impusieron; aunque se habla en los medios y en los pasillos de las dependencias que ha realizado reuniones públicas y privadas sin observar las normas de distanciamiento, seguramente falsos comentarios de sus adversarios envidiosos. Pero lo que sí les puedo asegurar es que la incompetencia de la autoridad municipal es de tal magnitud que ante la imprudencia de los paceños, incapaces de visitar las playas en orden y ejerciendo las nuevas normas de convivencia, no pudieron garantizar un aforo reducido y como consecuencia las playas, tras una fugaz reapertura, han sido cerradas nuevamente.

Es así que nuestras autoridades estatales y municipales demuestran no tener ninguna estrategia particularizada para la entidad ni los municipios y sólo parecen replicar las instrucciones federales con más adornos y con más restricciones, pero en ninguno de los dos casos son capaces de hacer que tales medidas sean observadas por la mayoría de la población. Y aquí cabe resaltar que la incompetencia y la ignorancia de muchos sudcalifornianos nos está ayudando a incrementar los contagios y los decesos; pero no se preocupen conciudadanos, aún tenemos libres el 75% de las camas para hospitalización, las regulares y las intensivas, así que dense gusto en el intercambio de saliva y gases respiratorios a menos de dos metros de distancia, pues muchos más aún pueden ser entubados y entonces sí, sálvese el más sano.

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