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Juan de Ugarte, el padre que abrazó a los indígenas: un legado de amor y compasión

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Tierra Incógnita

Sealtiel Enciso Pérez

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). En la historia de América Latina, pocos personajes han dejado una huella tan profunda y emotiva como aquel sacerdote cuya vida se entregó por completo a los indígenas. En sus múltiples logros y su incansable labor, el Padre Juan de Ugarte encontró un inexplicable y profundo amor por los indígenas que le rodeaban. Este amor, que a menudo le costaba lágrimas, era el reflejo de un corazón enorme que no se acobardaba ante los riesgos, ni se aterraba ante los trabajos.

Su gran corazón, capaz de abarcar todas las aflicciones del mundo, no podía soportar la más ligera vejación hacia sus queridos hijos californios. El dolor y la pena que sentía cuando alguno de ellos enfermaba o moría eran inmensos, al punto que parecía desearles la inmortalidad. Este afecto no sólo nacía de su gran cariño, sino también de la docilidad y la amable condición de los indígenas cochimíes, quienes encontraban en el Padre a alguien dispuesto a procurarles gusto en todo aquello que no contraviniera las buenas costumbres ni perjudicara los progresos de la cristiandad.

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El sacerdote Juan de Ugarte, con sabiduría y prudencia, formó un dictamen que sería su legado: todas aquellas costumbres antiguas de los gentiles, siempre que no se opusieran a la religión católica ni contuvieran error alguno, debían ser permitidas. Él entendía que estas costumbres eran fuente de gusto y recreación para los indígenas, y que respetarlas era esencial para su bienestar y felicidad. Solía predicar: “Suelen pintarse los californios, así hombres como mujeres, teniendo esto por una grande gala. Dejémoslos pintar, pues esta costumbre, y el gusto que tienen en ella, es herencia de sus padres y abuelos, y en nada es contraria a la ley de Dios, y el que se afean poniéndose así, ni yo, ni otro, se lo ha de persuadir fácilmente”.

En un tiempo en que la conquista y la colonización imponían un doloroso choque de culturas, la postura del Padre Ugarte se destacó como una guía de esperanza y humanidad. En lugar de imponer a fuerza las nuevas creencias y costumbres, abogó por una convivencia respetuosa, donde las tradiciones indígenas pudieran coexistir con la fe cristiana. Cuando el sacerdote Ugarte veía competir a los californios a través de demostraciones de fuerza, decía “Luchen en buena hora, que ninguno de estos nació para leer los tomos de Santo Tomás, ni para registrar concilios, sino para trabajar, y el que más fuerza tuviere lo hará mejor, y es gloria de esta gente parecerse a los antiguos romanos en los juegos”.

Esta perspectiva no sólo aliviaba las tensiones, sino que también facilitaba la labor evangelizadora, mostrando un camino de respeto mutuo y comprensión. El sacerdote no veía en los indígenas seres inferiores que necesitaban ser civilizados, sino almas iguales, dignas de amor y respeto, cuya riqueza cultural merecía ser preservada. Cuando los demás sacerdotes le preguntaban sobre los bailes de los nativos y si era lícito permitirles, el padre razonaba: “Que bailen, con tal que se quiten todas las ocasiones, que puede haber de culpa o de menos decencia en los bailes. No podemos desde luego reducirlos a que vivan tan ajustados, y sean tan devotos como unos novicios”.

En estos tiempos modernos, donde aún luchamos con la aceptación de la diversidad y el respeto por las culturas indígenas, el ejemplo del Padre Juan de Ugarte se mantiene con una vigencia innegable. Recordar su historia es recordar que el camino hacia una sociedad más justa y comprensiva empieza por el amor y el respeto hacia todos, sin importar su origen ni sus costumbres.

Referencia bibliográfica:

Vida y Virtudes de el Venerable, y Apostólico Padre Juan de Ugarte de la Compañía de Jesús. Misionero de las Californias, y uno de sus primeros Conquistadores. Juan Joseph de Villavicencio. Reedición Sealtiel Enciso Pérez.

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AVISO: CULCO BCS no se hace responsable de las opiniones de los colaboradores, ésto es responsabilidad de cada autor; confiamos en sus argumentos y el tratamiento de la información, sin embargo, no necesariamente coinciden con los puntos de vista de esta revista digital.



Enfermedades traídas por colonos que diezmaron a los indígenas de la Antigua California

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Sealtiel Enciso Pérez

 

La Paz, Baja California Sur (BCS). En el transcurso del primer siglo de contacto entre los colonos europeos y los habitantes originarios de la Antigua California, la península fue testigo de un devastador capítulo en su historia. La llegada de los europeos no solo marcó el inicio de un periodo de colonización y cambio cultural, sino que también desató una serie de epidemias que tuvieron consecuencias catastróficas para las comunidades indígenas.

Entre las enfermedades introducidas por los europeos se encontraban la gripe, la fiebre tifoidea, la viruela, la tisis y el mal gálico. Estas enfermedades, desconocidas hasta entonces para los indígenas, encontraron una población sin defensas inmunológicas y provocaron grandes epidemias que se extendieron rápidamente por toda la península.

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El padre Baegert, el cual estuvo por 17 años en la Misión de San Luis Gonzaga, apoya lo anterior con este escrito: “Poco están expuestos a las enfermedades que se conocen en Europa y en donde sí hacen grandes estragos, con excepción de la tisis y de aquella enfermedad que fué transmitida de América a Nápoles y de allí a otros países. No se ve, ni se oye nada de gota, apoplejía, hidropesía, escalofríos, tifo, etc. No tienen en su idioma la palabra “enfermedad”, ni otras con las que podrían señalar ciertas enfermedades en concreto. Pero “estar enfermo” no lo llaman de otra manera que atembatie, que es “echarse o estar acostado en el suelo”, y esto, a pesar de que todos los californios sanos, cuando no están efectivamente ocupados en comer o buscar su comida, también se acuestan o descansan en el suelo. Al preguntársele a un enfermo ¿Qué te pasa?, comúnmente se recibe la contestación; me duele el pecho; y esto es todo”.

La viruela, en particular, se destacó por su agresividad y alta mortalidad. Documentos de la época describen cómo la enfermedad se propagaba con una velocidad implacable, causando fiebre alta, erupciones cutáneas y, en muchos casos, la muerte. Las comunidades indígenas, desprovistas de tratamientos efectivos y sin inmunidad previa, sucumbieron en grandes números. Las descripciones de las misiones y de los colonos narran escenas de aldeas enteras diezmadas, con cuerpos sin vida amontonados y familias enteras desapareciendo en cuestión de semanas.

El jesuita Juan Jacobo Baegert narra un episodio que ejemplifica lo anterior: “Igual que sucede con todos los otros americanos, los californios deben la viruela negra a los europeos. Entre ellos, esta enfermedad resulta tan contagiosa como la más terrible peste. Un español que apenas se había aliviado de la viruela, regaló un pedazo de paño a un californio, y este jirón costó, en una pequeña misión y en sólo tres meses del año de 1763, la vida de más de 100 indios, sin contar los que se curaron gracias al infatigable empeño y los cuidados del misionero. Nadie se hubiera escapado del contagio, si el principal núcleo de ellos, al darse cuenta del contagio, no hubiera puesto pies en polvorosa, alejándose del hospital hasta una distancia más que suficientemente grande”.

La gripe y la tifoidea no fueron menos letales. Estas enfermedades respiratorias y gastrointestinales, respectivamente, encontraban en las condiciones de vida comunitarias de los indígenas un caldo de cultivo perfecto para su propagación. Las fiebres, las diarreas severas y las complicaciones respiratorias contribuyeron a un incremento alarmante en las tasas de mortalidad.

El mal gálico, conocido hoy como sífilis, también se diseminó con rapidez. La falta de conocimiento sobre su transmisión y la ausencia de tratamientos efectivos hicieron que esta enfermedad se convirtiera en una epidemia que afectaba a múltiples generaciones. La tisis, o tuberculosis, con sus síntomas debilitantes y su curso prolongado, contribuyó aún más al sufrimiento y la muerte de los habitantes originarios.

Las consecuencias de estas epidemias fueron devastadoras. No solo diezmaron la población indígena, sino que también desestructuraron sus sociedades. Las pérdidas humanas significaron la desaparición de líderes, sabios y custodios de las tradiciones culturales, llevando a un colapso en la transmisión del conocimiento y las prácticas ancestrales. Además, la constante amenaza de nuevas epidemias generaba un clima de miedo y desesperanza que afectaba profundamente la vida cotidiana.

La respuesta de los colonos europeos ante estas epidemias fue insuficiente y, en muchos casos, insensible. Las misiones, aunque intentaban brindar atención médica, carecían de los recursos y el conocimiento necesario para enfrentar tales brotes. Además, las políticas coloniales a menudo priorizaban la explotación y el control, sobre la salud y el bienestar de las comunidades indígenas.

Hoy, la historia de las epidemias en la Antigua California sirve como un sombrío recordatorio del impacto devastador que las enfermedades pueden tener cuando se introducen en poblaciones sin inmunidad. También subraya la importancia de la salud pública y la necesidad de una respuesta compasiva y efectiva ante las crisis sanitarias.

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La riqueza natural de California a través de los jesuitas: Un viaje por la flora de la Nueva España

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Sealtiel Enciso Pérez

 

La Paz, Baja California Sur (BCS).  En los confines remotos de esta península de la Nueva España, los jesuitas no sólo llevaron consigo la luz del evangelio, sino también un profundo interés por el conocimiento científico. Durante su misionar por California, figuras destacadas como Juan Jacobo Baegert, Miguel del Barco e Ignacio Tirsch dejaron un legado invaluable en forma de escritos y dibujos, ofreciendo un análisis detallado de la flora y fauna de esta tierra apartada.

Uno de los aspectos más notables de estos registros jesuitas es la meticulosa descripción del “gkokio”, conocido como “palo blanco” por su corteza de color claro. Este árbol de mediana altura, que prospera cerca de los torrentes, ha sido objeto de especial atención debido a su madera, que los neófitos solían utilizar para crear objetos que imitaban el ébano. Este detalle revela no sólo la diversidad de la flora californiana, sino también las habilidades artesanales de las poblaciones indígenas que habitaban la región.

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Otro aspecto notable es la descripción de la planta conocida como “guigil”, que produce frutas rojas similares a las guindas. Aunque estas frutas son desabridas para los europeos, los cochimíes las consumen con entusiasmo, extrayendo un sabor y un gusto que para muchos resulta inalcanzable. Además, los relatos sobre el consumo de estas frutas por parte de las mujeres que están criando sugieren una conexión intrigante entre la dieta y la salud de las comunidades indígenas.

Por otro lado, el árbol llamado “medesá” emerge como un elemento vital en la subsistencia de las comunidades californianas, gracias a sus semillas que se asemejan al frijol o judía en tamaño y forma. La maduración de estas semillas en el mes de julio marca un evento crucial para las rancherías locales, que se dedican a su recolección durante semanas. Este relato subraya la importancia de comprender la interacción entre la flora local y la subsistencia de las comunidades indígenas, así como la necesidad de preservar estas especies para garantizar la sostenibilidad de la vida en California.

En última instancia, es esencial que los interesados a la historia peninsular se sumerjan en la investigación de estas especies y expongan este rico legado botánico dejado por los jesuitas. A través de sus escritos y dibujos, estos misioneros no sólo nos brindan una visión detallada de la flora y fauna de California, sino que también nos invitan a reflexionar sobre la intersección entre la ciencia, la cultura y la naturaleza en esta región única del mundo.

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El poder sanador de la magia. La increíble travesía del Mago de los niños (II)

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Sealtiel Enciso Pérez

 

La Paz, Baja California Sur (BCS).  ¿Cómo describirías el apoyo que recibiste de tus amigos, familiares, colegas durante ese periodo tan difícil (cáncer)? Fíjate que he sido bendecido en ese sentido y lo voy a expresar de esta manera, todos hemos escuchado las palabras que dicen No tengo palabras para agradecértelo, para agradecerle a quien te haya ayudado, parece frase hecha, pero cuando pasas por estos procesos y ves cuánta gente se interesa por ti y te ayuda de una u otra manera, aunque sea con una llamada, es muy motivante, y bueno, se aprecia, no hay manera de agradecerles. Entonces tuvimos al pendiente de mi recuperación, no sólo la familia directa: mi esposa, mi suegro, mis papás, sino a amigos del trabajo, de varios grupos de amigos. Fui jugador de fútbol americano hace muchos años, pues mis amigos del fútbol americano que no están aquí en la ciudad de La Paz, también se enteraron y también se pusieron en contacto, es una cosa sorprendente, primero, ¿cómo se enteraron? y luego ya que se enteraron, el apoyo, entonces es algo increíble, cuando la gente te ayuda y no solo te ayuda, que lo hagan de manera desinteresada, pues no se paga con nada. Entonces, pudiera yo jactarme de que sí tengo muchos amigos, y creo que no mucha gente puede decir eso.

¿Qué te inspira a seguir llevando la magia a las fiestas infantiles? Los niños, siempre los niños. El mago es un actor que interpreta el papel de mago, de alguien que tiene poderes, pero verles las caritas, la risa, la sorpresa, la emoción; suena frase hecha, pero es lo que me motivan. Siempre ando pensando, bueno, ¿Qué les llevo nuevo? y en este proceso, principalmente después de mi accidente, de mi enfermedad, de todo esto, pues había que cambiar algo. Cambiamos vestuario, cambiamos un poco del equipo de magia, pero no solo para llevar algo diferente, es precisamente mi agradecimiento al público, al respeto que le tengo a los niños, al respeto que le tengo a todas aquellas personas que me apoyaron, entonces, como mago me debo al público, a los niños particularmente, independientemente de que lo hago profesionalmente, es lo que me motivan.

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¿Has notado algún cambio en la forma en que los niños te perciben antes y después de tu accidente? Fíjate que no. Te decía hace un rato, los niños son niños y mantienen esa inocencia, esa ingenuidad a flor de piel, y los que se logran percatar de mi prótesis y me preguntan, les digo: !Me peleé con un dragón! Ellos lo creen y ahí se acabó la curiosidad. Y es emocionante para ellos, se lo creen completamente, uno que otro pregunta, alguna otra cosa, si era un dragón volador o de esos que echaban fuego, ¿no? Cosas de ese tipo. Entonces, no hay conmiseración de los niños, no la conocen, más bien se emocionan y dicen ¡Y viste un dragón!, entonces ya con eso ya la libramos

¿Hay alguna ilusión en particular que te haya ayudado a superar obstáculos durante tu rehabilitación? Bueno, primero la recuperación, estar bien con la familia. Como te digo, nunca he sido una persona ni derrotista, ni que se deprima fácilmente, entonces, siempre seguir intentando, perseverando, pero por ejemplo, ahora ya te puede decir: Sé lo que significa el dolor, sé lo que significa el caerse, las dificultades que tiene uno. Lo que no sé es darme por vencido, y siempre ha sido así, no es de ahora, entonces, ante este tipo de situaciones, tiene que ver mucho la actitud, porque es difícil, el trauma no sólo es para el enfermo, es para toda la familia y aun así, tiene sus vicisitudes.

¿Qué consejo le darías a alguien que está pasando por una situación similar a la tuya? Mientras más rápido aceptes tu nueva condición, es más rápido la recuperación. En el entendido de que no es fácil, pero tiene que ser un proceso voluntario de decir: Bueno, ahora tengo que dar, valga la expresión, el siguiente paso, en mi caso, ¿no? Esa es la situación, no quedarse ahí. Y la otra es hablar, comunicar. Generalmente a todas las personas nos es difícil pedir ayuda, pero en está nueva condición, además de que requieres la ayuda, hay que aprender a pedir la ayuda. Entonces eso también es difícil, o para mí fue muy difícil, pero también lo aprendí, entonces lo que yo les pudiera aconsejar es eso, aceptar su condición lo más rápido, y pedir ayuda, inmediatamente hablar, comunicarse. Eso es lo más importante.

¿Cómo te sientes al ser, desde mi punto de vista, un ejemplo de superación para otros? Me lo han dicho mucho, pero yo creo que todos podemos ser ejemplo de superación para otros, porque esta situación es muy particular, pero todos tenemos problemas y como te decía, la mejor manera de enfrentar un problema es precisamente esa, reconocer que existe, que existe el problema para que puedas salir adelante, no me considero ejemplo, pero bueno, siempre le vamos a seguir echando ganas.

¿Qué significado tiene para ti el poder llevar alegría a través de la magia, especialmente, a los niños? Como te digo, vengo de una familia de magos, mi papá es mago, mis hermanas son magas, mis sobrinos ya son magos, una de mis hijas ya hizo sus pininos en la magia, y lo que más me gusta, y bueno, ya te lo dije, es la participación de la gente, eso es lo que más disfrutó. Yo lo mido en cada función y me digo: Si yo me divierto, si yo salí contento de la función, yo sé que esa función estuvo bonita y la gente se divirtió. Cuando salgo con alguna duda de la función y digo: ¡Híjole, este público estuvo realmente pesado, no es que no se haya divertido, pero siempre me queda esa insatisfacción. La interacción con el público es lo que más me gusta, de hecho me gusta trabajar a ras de piso, cuando me ponen en un escenario me complican la situación. Ahí es otro tipo de actuación, más teatral, pero sí es diferente, a mí lo que me gusta es el desorden, el cotorreo, andar diciendo de cosas y ocurrencias con los niños.

¿Cuál ha sido el momento más gratificante que has experimentado desde que comenzaste tu carrera como mago? El agradecimiento de las personas, te comentaba hace un rato de casos particulares que me quedaron grabados. Me tocó otro caso también, que son situaciones fuertes, ¿no? Dónde llegas a una fiesta, todo muy bonito y ¡no hay invitados! Sólo está el festejado, su papá y su mamá. Trabajas para esas tres personas, y tienes que hacer todo tu mejor esfuerzo para que resulte ameno, divertido, y de entrada tú ya llevas una desventaja. ¡Y ahora que hago! Y que termine el show, que diste tu mejor esfuerzo, y que te lo agradezcan, ¿no? Gracias mago, la pasamos muy bien, aunque nada más éramos nosotros tres, ¿no? ¿Por qué era así? No sé, no quise indagar más, pero fueron situaciones así que te quedan grabadas, te dejan marcado. Otra situación, que llegues a lugares donde se ve que hay carencia económica, y te tratan como si fuera de la familia, y se desviven por atenderte. Y ya que termine el show, todavía más, porque están alegres, están contentos y te ofrecen la mejor silla de la casa, te ofrecen el vaso de cristal, de esas cosas, que tienes que vivirlo para que lo entiendas, y dices: Bueno, creo que hice bien las cosas.

¿Qué metas o sueños tienes para el futuro en tu carrera como mago? ¡Hijole!, primero poder estar haciendo magia hasta que ya no se pueda más. La magia, te decía, es la ilusión, el sueño. Todos los adultos sabemos que la magia no existe, que es un truco o que hay algo por ahí. Pero cuando te dejas engañar, cuando eres un adulto y te dejas engañar, los disfrutas. Ahora imagínate los niños, que aunque hay niños que no se quieren dejar engañar, pero que logras sorprenderlos, poder seguir haciendo esto, es lo que a mí me motiva, es lo que me mantiene como mago, es la interacción, el roce con la gente, el calor de la gente, es lo que a mí me motivan mucho, en cada una de las funciones. ¿Cuál es mi ilusión? poderlo seguir haciendo, ¿no? hasta donde se pueda, ya vi que se puede, entonces hasta donde llegue el corrido.

¿Qué mensaje te gustaría transmitir a aquellos que enfrentan desafíos similares en la vida? Que la magia sí existe, la magia está en el creer nada más, en el confiar, en el que las cosas van a pasar, van a pasar porque quedan en el pasado, y que siempre habrá otro día, siempre habrá una oportunidad más, entonces hay que confiar, hay que confiar en la magia, esa es la magia, cuando trabajas en eso, para mí esa es la magia.

¿Qué consejo le darías a alguien que está interesado en seguir tus pasos como mago para fiestas infantiles? Que se prepare. Yo vengo de una familia de magos, para mí fue fácil, pero el mago como te digo, es un actor. Yo tuve la orientación de mi padre y fue fácil, pero se tiene que preparar porque nos enfrentamos al famoso monstruo de las mil cabezas, y requiere respeto desde cómo te diriges a ellos, de cómo te desplazas en los escenarios, en los palcos escénicos, cómo ejecutas tus juegos de magia, y eso, decimos los magos o la gente lo sabe, todos los magos deben de practicar sus juegos de magia antes de presentarlos, esa es parte de la preparación. Pero todavía va más allá, si tienes la posibilidad de entrar a un curso de dicción, de oratoria, de teatro, de desplazamiento escénico, de baile, ¡hazlo! Siempre son herramientas para el mago. Eso es donde se tienen que preparar, comprar trucos de magia, ahora te los venden en el Internet, cualquiera puede accesar a ellos, pero el actor, el que hace la magia, requiere herramientas escénicas para hacerlo y para diferentes momentos: cuando estás a ras de piso, en una cancha de un estadio, o cuando estás en un teatro, o cuando estás en un evento masivo, que también me ha tocado. En todos los casos, o cuando estás en televisión, todos requieren preparación, o por lo menos una preparación previa. Aún cuando se improvisa, no es algo fácil, de hecho a mí no se me da, pese a que ya tengo años en la magia, es algo difícil. La preparación te ayuda a resolver todo. Siempre la disciplina de estarse preparando y de estar aprendiendo, viendo qué hay de nuevo. Ahora con los medios, te puedes informar, ver cómo la hacen otros magos en otras partes del mundo. Los juegos de magia siguen siendo los mismos de hace 2 mil años, pero presentados de manera diferente, y para eso hay que prepararse, hay que estudiar. Ahora lo puedes ver en videos, en libros, hay más accesibilidad, entonces, el que quiera iniciarse en este camino, se tiene que preparar.

Con una sonrisa cálida que iluminaba su rostro, el Mago Wolf retomó su papel con maestría. Como un verdadero artista, dejó atrás cualquier rastro de tristeza o molestia, enfocándose plenamente en lo que ama hacer: deslumbrar a los niños con su magia. Con cada gesto y cada truco, devolvió la alegría al ambiente, convirtiendo la fiesta en un espectáculo de risas y asombro. Los niños, cautivados por su habilidad y encanto, olvidaron cualquier atisbo de preocupación o pesar.

El Mago Wolf demostró, una vez más, que su verdadero poder radica en su capacidad para crear momentos de magia y felicidad. Y así, entre juegos y risas, dejó claro que para él, la magia no es solo un acto, sino una forma de vivir y transmitir alegría a quienes tienen el privilegio de presenciarla.

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AVISO: CULCO BCS no se hace responsable de las opiniones de los colaboradores, ésto es responsabilidad de cada autor; confiamos en sus argumentos y el tratamiento de la información, sin embargo, no necesariamente coinciden con los puntos de vista de esta revista digital.



El poder sanador de la magia. La increíble travesía del Mago de los Niños (I)

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Tierra Incógnita

Sealtiel Enciso Pérez

 

La Paz, Baja California Sur (BCS).  El bullicio y la algarabía inundaban el aire mientras globos de colores flotaban entre risas y aplausos. Tras bambalinas, en el centro del caos organizado, el Mago Wolf, con su traje brillante y su sonrisa cómplice, se abría paso entre los decorados y los ayudantes cargados de utilería. La primera parte de su presentación había sido un éxito rotundo. Los ojos de los niños brillaban con asombro ante los trucos de ilusionismo y las bromas ingeniosas del mago. Cada gesto, cada palabra, había sido tejida con maestría para mantener a la audiencia cautiva, y el resultado era palpable en el eco de los aplausos y los gritos de júbilo que aún reverberaban en el recinto.

Ahora, en el breve interludio antes de la siguiente fase del espectáculo, el Mago Wolf se encontraba frente a mí, listo para responder mis preguntas. Su rostro, iluminado por la emoción y la satisfacción del deber cumplido, reflejaba la pasión que sentía por su arte. Era evidente que, para él, la magia no era simplemente un acto, sino una forma de conectar con el corazón y la imaginación de su público.

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En medio del frenesí de la fiesta, aquel momento adquiría una atmósfera íntima y emotiva. Era como si el tiempo se detuviera por un instante, permitiéndonos sumergirnos en la magia tanto detrás como delante del escenario. Y así, con la promesa de nuevas maravillas por descubrir, comenzaba nuestra entrevista con el talentoso Mago Wolf.

¿Cuál es tu nombre? Hugo Ruiz Rubio.

¿Cuál es tu lugar de nacimiento? Soy de Minatitlán Veracruz, al Sur de Veracruz, casi frontera con Tabasco.

¿Cuál es tu nombre artístico de mago? Es Wolf, Wolf de Lobo. Mago Wolf.

¿Cuántos años tienes aquí en Baja California Sur? Acabo de cumplir 30 años. Voy a cumplir 31 ahorita en noviembre.

¿Qué te inspiró a poder convertirte en un mago para fiestas infantiles? Déjame decirte que es de familia. Mi papá es mago, mi abuelo era un aficionado al teatro, la cuestión teatral, le gustaba la música, el baile y todo esto, pero mi papá es el que en el 70, empezó a hacer magia profesional, y yo de ahí es de dónde aprendí, de mi padre. Él está en el Estado de Yucatán, ahí está mi familia, ellos son originarios de Yucatán.

¿Entonces te inspiró el seguir el ejemplo de tu padre y tu abuelo? No sé si como inspiración, pero será lo que yo había visto que hacía mi papá, y un día dije: Yo quiero hacer eso. Te cuento la historia. Una amiga, un año mayor que yo, se estaba graduando de la primaria, ella estaba saliendo de sexto año y yo estaba en quinto, y platicando ahí, en la hora del recreo, me dijo: Oye, vamos a hacer una fiestecita de graduación, ¿Qué te parece si haces magia? Y de inmediato le dije: Ah, sí, sí, sí puedo. Y fue ahí donde acudí con mi papá y le dije: Papá, me invitaron a una fiestecita y que si puedo hacer magia. ¿Qué crees que puedo hacer? Y mi papá inmediatamente armó una rutina de magia, me hicieron un traje, el sombrero y todo, y como niño no había pensado en que me tenía que vestir o disfrazar de mago. Mi papá fue el que pensó en esto, él ya dedicado profesionalmente a esto, dijo: Pues si vas a tirar el tepache, que lo tires bien, y suelta una sonora carcajada, iluminando su rostro con aquellos recuerdos que marcaron sus inicios en este mundo de la magia.

¿Cuál es tu truco favorito para realizar en las fiestas y por qué? Híjole, me gustan los juegos donde los niños participan, y tengo una dinámica que hago mucho con ellos, donde los niños creen que le falla el truco al mago, y lo descubre, y entonces esto se vuelve, un pleito entre el mago y los niños para ocultarla, el truco, el fallo, y se vuelve cómico, chusco, participan los niños, a los papás los trae vueltos locos cómo los niños están descubriendo al mago, y al final del mago hace otra cosa completamente diferente de lo que los niños esperan, y esto es la parte mágica, pero en ese inter ya hubo cotorreo, risas, ocurrencias del mago, y particularmente a mí es lo que más me gusta. Son varios juegos que tienen más o menos esa dinámica, pero lo que resulta de allí es la interacción del niño. Estamos en un Estado donde nuestros niños son niños hasta los 13, 14 años, y es divertido ver cómo reaccionan. El clásico Ahí la trae, ahí la trae y La escondió, la escondió, eso es con lo que yo mido que mi trabajo está bien, si los niños participan, bueno ya dije Ya la hice, esta función ya me salió bien.

¿Cómo describirías la conexión que estableces con los niños durante tus actuaciones? La ilusión. El niño per sé, así, por antonomasia cree en la magia, él sueña, él imagina, y tú dices: ver que alguien puede hacer cosas diferentes, cosas que no existen; los ilusionan, los emocionan y los asombra. Entonces es una fantasía alucinante, le digo yo, que los deja así, asombrados.

¿Cuál ha sido el momento más memorable que has experimentado mientras actuabas en una fiesta infantil? ¡Híjole! He tenido muchos, de varios tipos, me han tocado experiencias muy sentidas. Recientemente hace un año o año y medio, llegué a una fiesta, en un salón de clases, en una escuela, y estábamos dentro del salón, y ya estaba listo para empezar y la niña, la festejada, se fue a cambiar, y uno de los niños del salón, de sus compañeritos me dices: ¿A qué hora va a empezar mago? ¿A qué hora va a empezar el show? y le respondí: Ah, pues nada más que llegue la niña y su mamá. Los niños veladamente me dijeron susurrando: Su mamá no va a venir. ¿Cómo que no a venir? Es que se murió. Eso es fuerte, ¿no? Y el resultado de esa función, es que esa niña, pese a lo que acababa de pasar, se divirtió. Eso me llenó de mucha alegría. Ahorita que te lo estoy contando, ¡Me estoy poniendo chinito! Llegué súper emocionado a mi casa de esa situación, de haberle sacado una sonrisa a esa niña en particular, yo no tenía ni idea de la situación, la persona que me contrató fue su abuela, pero nunca me platicó nada, pero ya que me enteré, por los niños, de alguna u otra manera, lo que me quedó es eso, y ahí hice mi chamba, ¿No?, sacarle una sonrisa a un niño en ese momento. Y como esa me han pasado otras, pero en particular esa es muy sentida, la traigo en la memoria porque es reciente, de año y medio.

¿Hay un niño en particular, cuya reacción o interacción contigo te haya impactado profundamente? Como te comenté, tengo varias historias de estas. Te cuento, ya estando aquí en el Estado recién llegado, me tocó ir a trabajar a Los Cabos, a un hotel, donde estaban haciendo un festejo para niños con síndrome de Down, particularmente me tocó en esa fiesta un jovencito, que él hizo todo el show: bailaba, cantaba, quería ser el mago. No sabes el amor que estos niños alcanzan a tener, y lo expresan de manera abnegada, no sé cómo llamarlo, son de las cosas que se me quedan grabadas, además de que obviamente me hizo el show. Fue muy natural, muy espontáneo, con mucha entusiasmo, y ya sabes cómo es la gente cuando está entusiasmada: hablan muy rápido, brincan y jalan y todo, entonces, me marcó esa situación, y así de esas tengo varias historias.

¿Cómo manejas situaciones difíciles o inesperadas en tus actuaciones? También me ha pasado. Recién empezaba en la magia y todavía podría decirse que era un niño, empecé en la magia como a los 11 años, en esa ocasión tendría 13 años, pero a lo más 14, y pasé a un niño a que me ayudara, obviamente yo 14 y el otro niño tendría 9 años, pues si bien había diferencia de edad, en esa ocasión sin que yo me diera cuenta, el niño que pasó, era un niño manco, y yo normalmente le pido a los niños que me presten una mano para que yo les dé la varita mágica o alguna situación de ese tipo, y le dije Prestarme tu mano, algo que hago en los juegos les digo Dame tu mano limpia, y sí, me dio su mano limpia, y le dije No, no, la otra, y pues no quería mostrarme la otra, y en eso le jalé la mano, fue cuando me percaté que estaba manco, y bueno, de entrada, el show tiene que continuar, y seguí adelante, entonces agarré su muñón y su mano, y le puse el juego en su mano y la cubrí con su muñón, osea como si no pasara nada, pero por dentro yo estaba completamente asombrado de esas situaciones, que no te esperas, ¿no? No te esperas, y te marcan. Así como te la estoy contando, es como si lo hubiera vivido ayer. Me acuerdo, y sí, el show continuó, el niño se divirtió, y ya luego pasó otro, pero cuando te suceden esas cosas te impactan de momento, y sobre todo con niños con esas particularidades, ¿no? Uno va a un evento concurrido, con gente de diferentes características, de diferentes estratos sociales y demás, lo que menos espero es que te suceda algo como eso, y entonces sí te impactan de momento, pero como dicen en el teatro: El show tiene que continuar.

¿Has tenido algún desafío particular en tu carrera como mago y cómo lo superaste? Fíjate que como mago lo que más difícil se me hace es trabajar con niños pequeños, niños de kínder, párvulos, de tres a seis años, porque si bien entienden la magia visualmente, lograr que participen, que interactúen, requiere mucha energía, mucha concentración y bajarse completamente en vocabulario, pensamiento, movimientos al nivel de esos niños y eso sólo lo aprendes, en mi caso, con la experiencia. Son niños que siempre que voy con alguna fiesta de niños pequeñitos, terminó muy cansado, muy cansado, pero no es de ahora es de siempre, porque lograr que participen, es lo que te comentaba hace rato, la dinámica es que ellos participen, que interactúen, y esto es lo que hace el show, esto es lo que hace la parte cómica, la gracia, y los niños te ayudan. Cuando son muy pequeños entienden el juego de magia, pero no es fácil que participen. Lograr que ellos se prendan y participen, es difícil, ¿no? Es difícil, pero cuando logras, con uno que se conecte, en automático se conectan los otros, pero me da trabajo todavía a la fecha.

Me detuve un momento antes de formular la siguiente pregunta. Leí detenidamente cada palabra escrita en la hoja, sin embargo, dudaba en preguntar. Hasta ese momento, la charla había transcurrido de forma amena e incluso divertida. Temía molestar a mi amigo, al mago que tan amablemente había aceptado la entrevista. Pero el momento era ahora o nunca. Así que tomé una bocanada profunda de aire y, fijando insistentemente mi vista en el papel para evitar encontrarme con su mirada, lancé el cuestionamiento:

Mago Wolf, sabemos que tuviste un accidente, una situación que te afectó de forma  personal, física. ¿Cuál ha sido tu motivación principal para seguir adelante? Hubo una pausa. Instintivamente, alcé la vista y mi mirada se topó con la de mi amigo, el mago. De inmediato me di cuenta de que la pregunta le había caído como una cubeta de agua fría. Sin embargo, en sus ojos no había molestia, solo una pequeña nube de tristeza. Después de unos momentos que me parecieron interminables, me contestó

Claro que sí, mira, tuve un proceso oncológico, un tumor que lo que ocasionó entre varias complicaciones, fue una amputación de una pierna, eso es el hecho. Pero para reponerme, precisamente lo que me ayudó una vez que ya estuve en condiciones físicas, de poderlo intentar nuevamente fue, precisamente, la magia. Después de todo el proceso oncológico y la amputación, lo utilicé como terapia ocupacional. No sabía si iba a poder volver a retomarlo, entonces lo primero que hice fue, todo este proceso duró siete años, más o menos, estos siete años no hice magia, además de que se atravesó la pandemia, entonces dos de esos años son de la parte de la pandemia, lo que me hizo que me ayudara es agarrar mi equipo de magia, limpiarlo, repararlo, pintarlo, arreglarlo, irme preparando, apoyado en eso: Hasta que ya está listo el equipo de magia, entonces ya está listo el mago. Y ahora sí que todas las cosas se juntaron, por casualidad, una clienta con la cual había hecho muchas fiestas con ella, de sus hijas, me llamó y bueno, te cuento todo el chisme. La última función que tuve antes de que me amputaran, fue con esa clienta, al año que me amputaron, me llamó y me dijo: Mago, se que otra vez estás ocupado, es el cumpleaños de mi niña. Le dije: Ahorita ya no puedo, ya no le puedo atender por mi condición. Pasaron los años y esta misma clienta me habló, no sé por qué, ya estaría en las estrellas, y me dijo: Mago ¿Cómo está?, le respondí: Pues bien, ¿Ya puede usted chambear? vi una foto suya en el Facebook, que decía que regresaba a la magia. Y le dije: Sí. Porque voy a hacer la fiesta de mi hija, ¿Puede venir? y fue cuando me di cuenta que estaba ya listo y, lo hicimos, y de ahí no hemos parado en estos últimos dos años.

¿Hubo algún momento durante tu recuperación en el que pensaste que no podrías volver a hacer magia? Sí, muchos, muchos, muchos. En materia de ánimo nunca he sido una persona que se deprime, no sé cómo le podemos llamar a esto, Que se da para abajo, dicen en mi pueblo, nunca he sido de ese tipo de personas, lo que no sabía era, no sé si lo iba a poder volver hacer, porque la magia se puede hacer de diferentes maneras. Hay magia que se hace de cerca, en mesa, sentados, magia de cerquita, pero la magia, la que a mí me gusta, la que te comento, que es con los niños, interactiva, que requiere que brinques, saltes y te muevas, es la que no sabía si iba yo a poder volverla a hacer. Durante todo este proceso, además de la recuperación física y de la amputación, pues también se requiere, en mi caso, la prótesis, entonces también dependía de eso, una prótesis requiere una inversión realmente fuerte. Uno, cuando no la necesitas, no tiene idea de cuánto cuesta una cosa de estas, pero esa es una limitante. El caso es que se dieron las cosas con el apoyo de mucha gente y demás, con unos ahorros, vendiendo unos carros, mi familia me apoyó mucho y fue que lo conseguimos, entonces ese fue un factor también que se dio, tal vez hubiera tardado más, pero se dio en ese momento y aquí andamos.

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